La Familia Real preside en Madrid un multitudinario funeral en memoria de Juan Pablo II

Por hola.com

Madrid ha rendido hoy un multitudinario homenaje al Papa. Sus Majestades los Reyes de España, don Juan Carlos y [doña Sofía], acompañados por los Príncipes de Asturias, [don Felipe] y [doña Letizia], y el Duque de Lugo, Jaime de Marichalar, sin su esposa, la [infanta Elena], que no ha podido asistir por sentirse a última hora indispuesta, han presidido esta tarde, en la explanada de la Catedral de La Almudena, un funeral en memoria del Pontífice.

Un emotivo funeral por el eterno descanso del Santo Padre, organizado por la archidiócesis de Madrid y la Conferencia Episcopal y oficiado por el cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, en el que se han dado cita más de 8.000 madrileños para dar su último adiós al "Buen Pastor", como Rouco se ha referido a Juan Pablo II durante la homilía. El número de asistentes ha desbordado las previsones, por lo que numerosos fieles, algunos con pancartas en las que reclamaban la inmediata canonización del Pontífice, han seguido la celebración desde las zonas verdes cercanas a la Catedral. Entre la representación oficial, se encontraban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los presidentes de Congreso y Senado, Manuel Marín y Javier Rojo; el líder de la oposición, Mariano Rajoy, el presidente del CGPJ y del Supremo, Francisco José Hernando; la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, entre otras personalidades

Aplausos y cantos
Rouco, que ha sido interrumpido en varias ocasiones durante su discurso por los aplausos de los presentes, destacó el "amor sin reservas a Cristo" del Pontífice, que "no se ha predicado a sí mismo, sino a Él" e hizo hincapié en la especial relación entre el Papa y España. "Toda la Iglesia, y los hombres de buena voluntad, hemos sido testigos de que el Papa ha amado a Cristo sin reservas hasta identificarse totalmente con Él. Su historia ha sido la de 'un amor' apasionado a Cristo, con una disponibilidad y obediencia heroicas en la entrega diaria y crucificada de su vida hasta los últimos momentos de su crudelísima enfermedad".