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Un año más, Felipe y Matilde de Bélgica, enamorados de nuestro país, han vuelto a escoger España durante sus vacaciones de Semana Santa. Acompañados de sus hijos, los príncipes Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonore — han heredado de sus padres la pasión por nuestro país y por un estilo de vida sano y activo — y un grupo de amigos, han aprovechado estos días de descanso para realizar el Camino de Santiago. Una experiencia que les encanta y que repiten siempre que pueden.
Imágenes de archivo
Tal y como informa La Voz de Galicia, Felipe y Matilde de Bélgica han finalizado este jueves sus vacaciones en nuestro país tras recorrer varios kilómetros en tierras de la provincia de Lugo de la ruta francesa del Camino, con diferentes etapas que pasan por las localidades de Pedrafita, Triacastela, Samos y Sarria. De hecho, en esta última parada es donde la Familia Real Belga ha decidido hospedarse, concretamente en el hotel Alfonso IX, tal y como publican los diarios locales de la zona.
El hotel está situado en el corazón del Camino de Santiago, en el centro de Sarria — que es el punto de inicio mínimo necesario para conseguir la Compostela, “título” con el que la Catedral de Santiago reconoce haber realizado los últimos cien kilómetros a pie o a caballo (o 200 km en bicicleta) del Camino de Santiago —. Tiene cuatro estrellas, un precio de unos 120 euros la noche, y cuenta con todo tipo de comodidades para que los monarcas, sus hijos, sus amigos y su equipo de seguridad — un total de 15 personas — puedan descansar tras recorrer a pie una nueva etapa, como unos peregrinos más.
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Según detalla El Progreso de Lugo, la primera que abandonó el hotel fue la hija mejor de los reyes acompañada por varios amigos. Posteriormente, Felipe y Matilde de Bélgica salieron del hotel a las 14:10 horas, vestidos con ropa apropiada para el frío y la lluvia, grandes mochilas, gafas de sol y bastones de peregrino, tan necesarios para encarar los empinados senderos de las montañas luguesas. Durante sus caminatas, tanto ellos como sus amigos, como su grupo de seguridad, pasaron completamente desapercibidos alejándose del foco mediático para vivir esta experiencia como el resto de los peregrinos.
De esta manera, los monarcas continúan completando tramos del Camino Francés que comenzaron en el año 2017. Por aquel entonces, recorrieron varias etapas de la geografía Navarra y en el municipio de Estella asistieron a varias procesiones. Una experiencia única que conquistó su corazón. En el año 2018, visitaron Álava y La Rioja, donde, también pudieron conocer los viñedos que rodean esta zona. En año 2019, eligieron las provincias de Burgos y Palencia, en concreto, un tramo de unos 70 kilómetros por tierras castellanas, que abarcó las localidades de Itero de la Vega y San Nicolás del Real Camino. Tras interrumpir su tradición durante los años 2020 y 2021 debido a la crisis sanitaria del Covid-19, volvieron a nuestro país, concretamente a Palencia en 2022 y en 2023 comenzaron el camino desde la región del Bierzo (Castilla y León).
La gran conexión de la Casa Real Belga con España
La vinculación de la Familia Real Belga con España va mucho más allá de estas escapadas de carácter privado o los viajes de Estado. Felipe I está unido a nuestro país mediante los reyes Balduino y Fabiola, que eran sus tíos. Fabiola de Mora y Aragón, fallecida en diciembre de 2014, era española de nacimiento, hija de Gonzalo de Mora y Fernández, segundo conde de Mora y cuarto marqués de Casa Riera. Por ello, sus vacaciones familiares solían desarrollarse en España, concretamente en la villa que poseían en el pueblo granadino de Motril.
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