Español y espiritual: así es el plan de los Reyes de los belgas y sus hijos en Semana Santa
Descubrimos todos los detalles de sus vacaciones
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Después de dos años a causa de la pandemia, los Reyes de los belgas han retomado su tradición y han elegido de nuevo España como destino para sus vacaciones de Pascua. Demostrando su ferviente religiosidad, el Rey Felipe y la Reina Matilde suelen dar en nuestro país un contenido espiritual a su Semana Santa, mezclando el deporte con la tradición mística, ya que, como miles de peregrinos, han recorrido a pie por cuarto año un tramo del Camino de Santiago. Además, suelen presenciar alguna procesión y visitar las iglesias que guardan los pasos que recorren las calles.
En 2017, cuando estrenaron esta costumbre, escogieron Navarra, concretamente el tramo que rodea las inmediaciones de la localidad de Estella-Lizarra, que recorrieron con sus hijos, los príncipes Gabriel y Manuel, aprovechando también para asistir a la procesión del Santo Entierro el Viernes Santo en Estella. En 2018, su estancia duró desde el 2 al 6 de abril y eligieron las provincias de Álava y Logroño, donde recorrieron a pie desde el puente de piedra de la capital hasta el pueblo de Nájera. En 2019, los monarcas volvieron a aprovechar sus vacaciones para realizar otro tramo en Burgos y llegar hasta la localidad palentina de Frómista. Esta sería la última vez que pudimos disfrutar de su presencia en nuestro país en carácter de viaje no oficial, ya que sus planes de continuar con el Camino tuvieron que suspenderse los dos años siguientes tuvieron que suspenderse debido a las estrictas medidas sanitarias impuestas por el coronavirus. A ello se suman sus visitas, de forma absolutamente privada, al monasterio de Silos, con cuyo abad, don Clemente de la Serna, mantienen largas charlas sobre espiritualidad.
Este año, su destino ha sido otro tramo del ‘camino francés’, de setenta kilómetros, comprendido entre las localidades palentinas de Itero de la Vega, localidad jacobea ubicada en la comarca natural de Tierra de Campos, y San Nicolás del Real Camino, último pueblo del trayecto del Camino de Santiago en Palencia antes de adentrarse en la provincia leonesa. Como unos peregrinos más, ataviados con ropa deportiva, mochilas y bastones para caminar, intentaban pasar inadvertidos junto a sus cuatro hijos, las princesas Isabel y Leonor y los príncipes Gabriel y Manuel, aunque despertaron una gran expectación a su paso por los pueblos de esta ruta.
Cabe recordar que Felipe y Matilde de Bélgica han educado a sus cuatro hijos bajo los preceptos del cristianismo, siguiendo las tradiciones de la monarquía belga. Un motivo que, sin duda, pesa y mucho a la hora de que los monarcas elijan destino para sus tradicionales vacaciones. Además de ser unos acérrimos defensores del cristianismo, los Reyes de los belgas también son unos grandes aficionados de la naturaleza y el senderismo; una pasión que también han tratado de inculcar a sus hijos con el paso de los años. Durante estos días por Palencia, la Familia Real belga bordeó las riberas de los ríos Carrión y Pisuerga, así como los cultivos de cereales de Tierra de Campos. Al parecer, uno de los lugares en los que tenían previsto alojarse es el emblemático Real Monasterio de San Zoilo, muy unido a la historia de estas rutas de peregrinación y ubicado en Carrión de los Condes, uno de los puntos por los que pasaron.
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Enamorados de España
Felipe y Matilde de Bélgica guardan una gran relación con la familia real española desde finales del pasado siglo. Un vínculo que se fue consolidando a raíz de la llegada al trono de la reina Fabiola de Bélgica, tía del Rey Felipe VI. Fabiola de Mora y Aragón fue una aristócrata española, hija de los Marqueses de Casa Riera, que terminó convirtiéndose en reina consorte de los belgas tras su matrimonio con el rey Balduino de Bélgica en el año 1960. Era propietaria de una villa en Motril, donde en alguna ocasión han veraneado los actuales monarcas belgas. En 2006, los entonces príncipesFelipe y Matilde de Bélgicase desplazaron hasta Cáceres para asistir a las procesiones de la Semana Santaen compañía del príncipe Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla. Asimismo, en 2011 repetían destino y fecha y visitaban de nuevo Extremadura en Semana Santa, acompañados del príncipe Guillermo de Luxemburgo y la princesa Sybilla, bisnieta de Alfonso XIII.
Cabe recordar también que el Camino de Santiago tampoco es patrimonio exclusivo de España, porque forma parte de una larga red de senderos que cruzaban el territorio europeo, ya sea en la parte continental como en las Islas Británicas. De esas autopistas de fe, penitencia y redención de la Edad Media hay siete que pasan por Valonia, la mitad sur de Bélgica, que luego transitaban por Francia y cruzaban los Pirineos en dirección a Galicia. El pueblo más importante de la historia belga del Camino de Santiago es Nivelles, donde confluyen la vía Brabançonne, procedente de Bruselas, la vía Gallia Belgica que venía de Hélécine, Mont-St-Guibert y Genappe. Estas dos rutas se unen en la Colegiata de Sainte-Gertrude para continuar hacia Binche y Maubeuge en dos variantes, vía Ecaussinnes y Le Roeulx o vía Chapelle-lez-Herlaimont y Mariemont.
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