Un día fue Alteza Real y Príncipe pero su abuelo, Miguel de Rumanía, lo apartó de la línea sucesoria y le retiró sus títulos en el año 2015. Sin embargo, eso no ha frenado a Nicolás de Rumanía o Nicholas Medforth-Mills para preparar una boda al más puro estilo real, es decir, por todo lo alto y en el corazón de Rumanía, el país al que aspira servir. Será el próximo domingo 30 de septiembre y todo está listo para su “sí, quiero" con la periodista Alina-Maria Binder.
El nieto mayor del rey rumano que falleció en diciembre de 2017 ha elegido la ciudad de Sinaia, el que fuera el refugio estival de la Familia Real rumana, para una boda que arrancará el domingo a la 13:30 (hora local) con el desfile de los invitados, un listado que tal y como adelantó ¡HOLA! no cuenta con ningún miembro de la familia real rumana ni de ninguna otra familia real. “Su matrimonio no es un matrimonio real oficial, solo un enlace privado. La casa de su majestad no tiene nada que ver con esta ceremonia y ningún integrante de la familia real rumana asistirá”, advirtió un portavoz del Palacio Elisabeta de Bucarest señalando que es posible por tanto que su madre no presencie su gran día. Esta ausencia, por otro lado, no ha impedido que en las invitaciones se pueda leer "Nicolás de Rumanía, hijo de Su Alteza Real la Princesa Elena de Rumanía".
Los que sí han confirmado su asistencia son representantes de la ciudad como el Alcalde de Sinaia, aunque en los medios del país se advierte que no esperan la presencia de políticos de primera línea. En definitiva, habrá que esperar al día de la boda para saber qué invitados arroparán a los novios en su gran día.
El programa de la boda continúa a las 14:20 con la llegada de los novios para un servicio religioso que durará 60 minutos. Para los curiosos que quieran vivir de cerca la primera boda real en 70 años que se celebra en esta localidad a los pies de los Cárpatos se advierte que a las 15:40 se podrá disfrutar de la salida de los novios de la iglesia de San Elijah. Este no será su único baño de masas ya que en torno a las 16:30 está programado que los recién casados saluden desde el balcón del Casino Sinaia donde a las 18:00 comenzará la recepción.
Será la Sala de los Espejos, el lugar que se reserva a los grandes acontecimientos y que se define como el lugar donde se preserva la cultura, donde se celebré una fiesta en la que no faltará el baile nupcial para poner el sello a la celebración religiosa. Hay que recordar que los novios ya se casaron en una ceremonia civil en diciembre de 2017 en el Reino Unido, país en el que ha transcurrido su vida hasta ahora, cuando el nieto de Miguel de Rumanía y su mujer se han instalado en Bucarest con el fin de recuperar sus derechos dinásticos y restaurar la monarquía. En ese sentido hay que destacar que Rumanía es una república desde final de la II Guerra Mundial, sin embargo, la monarquía goza del respaldo de buena parte de la población.
Foto a foto, el original y completo álbum preboda de Nicolás de Rumanía
Desde las redes sociales, así busca recuperar su título el nieto de Miguel de Rumanía
"Esperamos que esta sea una gran oportunidad para hablar sobre nuestro país y todos sus recursos: gastronomía, vinos, paisajes muy variados, artesanía... Quisiéramos que otros países tuvieran una idea menos gris del país", contó el Príncipe a la publicación francesa Point de Vue.
El programa no termina aquí ya que los novios han querido dotar de significado a sus dos primeros días de casados. El lunes a las 11:30 de la mañana la pareja acudirá a rendir tributo a los héroes caídos al monumento de la ciudad y el martes visitarán el monasterio de Curtea de Arges, una de las ciudades más antiguas del país, situada en la ribera oriental del rio Arges y que fue fundada en el siglo XIII por el príncipe Radu Negru como capital del reino de Valaquia. Esta ciudad sirvió de emplazamiento para varias iglesias medievales y una iglesia Real donde se contemplan los vestigios del que fuera el Palacio del Príncipe.
El hijo de la princesa Elena y sobrino de la reina Margarita, que ostenta el título de soberana desde la muerte de su padre, se ha visto rodeado de polémica en los últimos años, ya que a la decisión de su abuelo de excluirle de la línea sucesoria (fue su madre la que confirmó lo que rumoreaba en el país, que se debía a la existencia de una hija ilegítima) le siguieron serios enfrentamientos familiares que marcaron los últimos días de vida del Rey, a cuyo funeral de Estado no faltó el que un día fue su nieto favorito.
