Los príncipes Haakon y Mette Marit de Noruega ponen fin a su maratoniano viaje por México

En cuatro días, los Príncipes han inaugurado seminarios, participado en conferencias con estudiantes y han podido degustar los platos más típicos de la cocina mexicana

Por hola.com

Los príncipes [Haakon] y [Mette Marit] emprendieron la semana pasada su primer viaje a México, que ha durado cuatro días. Como era de esperar los Herederos han tenido que cumplir con una apretada agenda. Una ofrenda floral al Altar de la Patria, una vista al Castillo de Chapultepec y a la residencia de la famosa pintora Frida Kahlo y una reunión con el presidente mexicano, Felipe Calderón, y su esposa, Margarita Zavala, marcaron sus primeros días en Ciudad de México, la capital.

Durante la tercera jornada de la visita oficial, Mette-Marit recorrió las instalaciones de Clínica Condesa, especializada en tratar a personas con SIDA y situada en un barrio del centro de la capital mexicana. Durante las casi dos horas que permaneció allí, pudo hablar con varios de los enfermos y con representantes de diferentes ONG. La Princesa, que vestía una chaqueta roja lisa y una falda con flores, se comprometió a seguir apoyando iniciativas para detener la propagación del VIH. Estuvo acompañada por el secretario de Salud de la capital mexicana, Armando Ahued, y el responsable del Instituto Nacional de Salud Pública de la ciudad, Stefano Bertozzi.

"Estoy muy contenta por haber incluido esta visita en el programa. Fue una reunión dura con personas encantadoras. Estoy asombrada por lo bien que está organizada la colaboración entre la clínica y las organizaciones de voluntarios", dijo a la agencia noruega NTB Mette-Marit, que es representante especial de ONUSIDA, el programa de las Naciones Unidas que combate esta enfermedad.

'Locos' por los tacos
Mientras ella visitaba la clínica, Haakon inauguraba el seminario empresarial noruego-mexicano Creando alianzas en el Club de Industriales de la capital. En el acto participaron también el ministro de Comercio e Industria noruego, Oyvind Slaake, y representantes de las principales patronales de ambos países.

Por la tarde, los Príncipes volvieron a dividirse: Mette-Marit acudió a una exposición sobre arquitectura noruega, y Haakon pronunció una conferencia en la Universidad Autónoma, ante cientos de estudiantes, sobre los problemas relacionados con la pobreza y los objetivos del milenio de la ONU, de los que él es uno de sus embajadores. En su encuentro con los estudiantes, el Heredero tuvo tiempo para bromear con ellos y aseguró que los tacos eran uno de los platos favoritos de él y de su familia. Un seminario sobre cine noruego y mexicano y una recepción en la Embajada noruega en México DF, a la que acudieron alrededor de 350 invitados, cerraron los actos del día.

El miércoles, tras asistir a la inauguración de un seminario en el Museo Antropológico, dejaron Ciudad de México y viajaron a la localidad de Veracruz en coche. Durante el trayecto, hicieron una parada para disfrutar de un almuerzo al más puro estilo mexicano en la antigua hacienda española de San Pedro Coxtocán. Por la tarde, a su llegada a Veracruz, los Príncipes se encontraron con una sorpresa: a la entrada de la ciudad los saludaba un enorme cartel con el texto: "Bienvenidos a Veracruz príncipes Haakon y Mette-Marit". Además, recibieron un ejemplar de la revista mexicana Líder, que contenía un amplio reportaje sobre ellos. Él último acto fue una cena oficial en el Museo de la Ciudad organizada en honor de los Herederos noruegos por el gobernador del estado, Fidel Herrera.

Los príncipes Haakon y Mette Marit concluyeron su viaje al día siguiente. Por la mañana, Haakon visitó una plataforma petrolífera en el Golfo de México y su esposa realizó una visita a un centro cultural y al puerto de la ciudad. A su regreso a la capital, volvieron a reunirse con el Presidente mexicano para disfrutar de un almuerzo en su residencia, que puso el broche final al largo viaje.