Naruhito de Japón, el príncipe violinista

El Heredero y su esposa, la princesa Masako, acudieron a un concierto en la Universidad de Gakushuin, en Tokio

Por hola.com

El príncipe Naruhito cambió ayer cetro y corona como futuro Emperador, por arco y violín como violinista avezado. Ninguna pieza arrancó tantos aplausos como la que tocó el Heredero al trono japonés junto a la orquesta de la Universidad de Gakushuin (su antigua facultad) en Tokio. Salió al escenario, interpretó unos acordes con el resto de los músicos y triunfó, habida cuenta de la entusiasta respuesta del público tras su actuación. Fue su momento de gloria en un auditorio y, tal vez, un sueño de juventud hecho realidad.

Su mayor admiradora, la princesa Masako, no se perdió la magistral actuación. La Heredera ha dado muestras de su leve "mejoría", recientemente anunciada en un comunicado oficial con motivo de su 45º aniversario, con una nueva aparición pública junto a su esposo. Si bien la [princesa Masako] se referió a su recuperación con prudencia -"Aún no estoy completamente bien, pero empiezo a sentirme capaz de hacer más cosas, poco a poco"-, sus palabras han cobrado crédito antes de lo esperado.

Y es que la Princesa, que ha estado apartada de la vida pública los últimos cinco años, a causa de un trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y estado de ánimo depresivo, y que ha roto en contadísimas ocasiones su encierro, parece que realmente vuelve a tomar las riendas de su regio papel con el mejor talante, según ha podido observarse en este nuevo acto público. Aunque no el primero en el que se aprecian indicios de mejoría. Se manifestaron los primeros atisbos apenas hace un mes, cuando recibió junto al resto de la Familia Imperial a los reyes Juan Carlos y Sofía: "Fue mi primera asistencia a una ceremonia en mucho tiempo y estoy encantada y agradecida de haber podido participar en ella con la ayuda de los emperadores Akihito y Michiko". Pasito a pasito se llega a destino.