Noor de Jordania: “No me volveré a casar. El matrimonio no entra en mis planes futuros”

Por hola.com

Una tierra que la Reina no quiso abandonar sin antes conceder una pequeña entrevista a Yamid Amat de la revista Tiempo.

Me educaron en la ética del trabajo
¿Es difícil ser reina?
Además de conocer tanta gente extraordinaria en Jordania y en el mundo y poder venir a un país como Colombia, es importante sentir que se puede hacer alguna contribución social. Creo que esa fe que la gente tiene en mí es también una gran carga porque temo no poder cumplir. La mayor bendición es tener la oportunidad de poder servir y ayudar al mayor bienestar de la gente. Ser Reina, no obstante, tiene sus ventajas y sus desventajas...

¿Por qué ha decidido trabajar tan duramente?
Mi padre era hijo de inmigrantes y tenía una ética de trabajo muy intensa. Murió hace unos meses a los 88 años y seguía trabajando. Así me educaron.

¿Ha pensado en volver a casarse?
No, no me voy a volver a casar; el matrimonio no entra en mis planes futuros. Tengo unos amigos adorables y eso es todo.

Colombia es uno de los pocos países del mundo que afrontan un grave conflicto interno. ¿Por qué la guerra?
La búsqueda de la paz es la búsqueda de la justicia social y eso me ha influido toda la vida. En Colombia hay 85 grupos étnicos diferentes, hay una tolerancia natural y una apertura de aceptación a las personas de razas y orígenes diferentes. Usted pregunta por qué la guerra y yo pregunto por qué la intolerancia.

¿Por qué en el Medio Oriente han fracasado todos los esfuerzos de paz?
El proceso bajo el gobierno del presidente Clinton fue el más esperanzador de todos, aunque el camino a seguir era todavía muy largo... EEUU tendrá que equilibrar mejor su papel si quiere algún acuerdo de paz.

¿Por qué escogió la lucha contra las minas antipersonas como su símbolo? Cuando llegué por primera vez a Medio Oriente, tomé conciencia de la tragedia de las minas antipersonas y de que no era sólo un problema para los jordanos: civiles inocentes morían en muchas partes del mundo víctimas de esas minas.

¿Qué sentido tiene que Estados Unidos no haya firmado el tratado de la Convención de Ottawa, que prohíbe las minas?
No han sido tan sabios como las fuerzas armadas colombianas, que reconocieron que esas armas les hacían más mal que bien, incluso al Ejército, porque mata a los que las siembran, a civiles inocentes.

¿Cómo hacer para que la guerrilla suspenda el uso de esas minas?
La guerrilla debe entender que esas armas son tan destructivas para ellos como para las comunidades que pretenden ayudar, al igual que para los civiles, y para su posición de negociación ante la comunidad internacional porque están violando el derecho internacional humanitario, no solamente utilizando las minas, sino con el gran número de niños que reclutan, con los secuestros de civiles inocentes y con el desplazamiento de tanta gente. Si ellos tuvieran una visión para su pueblo, si les importara el bienestar de su propia gente, sin siquiera tener en cuenta la gente del resto del país, quizás existiera alguna esperanza de que entiendan esas responsabilidades humanitarias.

¿Fue un gran error del presidente Bush invadir Irak? Trato de eludir esas preguntas políticas tan directas. Creo que el tiempo lo dirá. Aunque, probablemente, ya lo dijo.