Llegamos a la bella localidad griega de Porto Cheli a la hora en que el mediodía abrasa con su luz estival y la puerta automática nos permite entrar en una propiedad de dimensiones extraordinarias que huele a romero y ofrece un refugio parcial contra el sol. Sombreados balcones rodean el edificio central.
Ante nosotros aparece una enorme extensión de pinos, cipreses, adelfas, olivos que penetran en el mar. El príncipe Pablo nos recibe vestido con camiseta y pantalón y a través de la ventana nos llegan los reflejos dorados de la gran piscina. Dos mujeres en traje de baño -una de ellas con un bebé en brazos - hablan en voz baja sentadas sobre unas toallas, mientras los niños juegan a su alrededor.
La chica que sostiene al bebé es la princesa Mette-Marit], casada con el heredero del Trono noruego y la otra, Alexandra von Fürstenberg, hermana de Marie-Chantal.
'Tenemos suerte -comenta Pablo-,porque, aunque hemos preferido pasar las vacaciones en un solo sitio, debido al embarazo de Marie, aquí podemos recibir muchas visitas y disfrutar de Grecia con nuestros amigos'.
Mientras las cigarras dan un concierto a nuestro alrededor, la princesa Marie-Chantal se acerca descalza, luciendo una túnica y un pequeño collar de perlas que refleja la luz del sol. Camina con un paso deportivo y elegante y sólo sus curvas delatan el embarazo de siete meses. Es una mujer dinámica con los pies en el suelo, con una buena capacidad de comunicación, muy concienzuda como madre, empresaria independiente, con experiencias muy importantes y un cultivado sentido de la estética; una mujer consciente del tiempo en el que vive, que asume unas tareas exigentes con la misma gracia con que luce sus trajes de alta costura.
'Es la mujer más hermosa', dice de su esposa el príncipe Pablo 'No se parece en nada a la idea que la gente tiene de ella' -afirma su esposo-, excepto en el hecho de que es muy buena persona y la mujer más hermosa. Es de trato fácil, sencilla, sensible, amable, nada estirada'.Adora a los niños y es activa, moderna, con múltiples intereses, buen humor e imaginación. Asume con valentía diversas obligaciones y, además, Marie-Chantal trabaja veinticuatro horas al día.
'Me pregunta usted si soy celoso -dice entre risas -. Confío en ella, pero si alguien intenta coquetear o aproximarse, puedo ponerme furioso. En este caso, sólo hay una expresión: 'Mantente alejado'.
Le pregunto a Marie-Chantal cómo se definiría a sí misma: ‘Tengo dotes organizativas; soy leal, con capacidad de adaptación, estable, tranquila y muy cariñosa con mi gente. Mi padre me enseñó la necesidad de trabajar y me transmitió el instinto empresarial; a mi madre le debo la sensibilidad. En mi vida he atravesado diferentes períodos, porque siempre he tenido una fuerte tendencia a experimentar; también he trabajado con la célebre Factory de Andy Warhol. Pero he descubierto el equilibrio y he encontrado a mi ‘príncipe’ el hombre al que amo.
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