"La relación entre el matrimonio no iba bien. Tampoco en la cama se comunicaban bien, después de haber tenido los hijos. Había rumores de infidelidad por ambas partes, pero nunca han sido confirmados. Entonces, mágicamente, a comienzos de los años ochenta, la relación entre ellos pareció mejorar considerablemente. Grace le dijo a una amiga suya: "Parece que Rainiero se está suavizando con la edad".
"Cuando Grace y Estefanía volvían de Roc Agel, su mansión en las montañas, a Mónaco por la retorcida carretera, la profecía que una vez le hizo a su biógrafa Gwen Robyns se hizo desgraciadamente realidad (le dijo que algún día alguien se mataría en esa carretera). El coche que conducía Grace se salió de una curva y cayó unos 30 metros por la ladera, aterrizando sobre el techo. Grace sufrió fractura de clavícula y de una pierna, pero también sufrió gravísimos daños cerebrales. Murió 36 horas más tarde en el hospital. Tenía 52 años.
[Estefanía de Mónaco]le había contado a su hermana: "Mamá no paraba de decir: `No puedo parar, los frenos no funcionan. No puedo parar `. Yo tiré del freno de mano, pero no fue posible parar el coche..."
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