Cuando hablamos de juegos de rol (JDR, por sus siglas en inglés), a los más mayores nos viene a la cabeza ‘Dragones y mazmorras’, la mítica serie infantil que se emitía en nuestro país en los 80 y en los 90. Pues bien, la serie se estrenaría tras el éxito arrollador del juego del mismo nombre y que, creado en 1974, es el primer juego de rol de la historia. Este primer juego sentó las bases, que básicamente consiste en entregar una hoja de personaje a cada jugador. A partir de ella, este imprimirá un carácter y una personalidad y jugará en función de esas características. Los jugadores interpretan, por tanto, un papel, como si del rodaje de una película se tratara (también hay un ‘director’ del juego), pero en lugar de seguir un guion, deben seguir una serie de reglas.
Es un juego que se asocia normalmente a adultos, que les permite recuperar el juego simbólico de su infancia, pero que también es favorable que jueguen los niños y adolescentes por los beneficios que les puede aportar.