Las manos del bebé y, en general, el sentido del tacto, es uno de sus principales contactos con el mundo exterior, sobre todo, durante sus primeras semanas de vida. Los recién nacidos no pueden hacer movimientos determinados con las manos, es algo que irán desarrollando y adquiriendo según vayan creciendo. Al principio, solo ejercerán presión palmar y la función principal de sus manitas será la de tocar a su mamá y papá para reconocerles.
“Los bebés usan constantemente sus manos desde el nacimiento... Tocan a su madre, tocan a sus familiares, las meten en la boca y saborean el líquido amniótico que para ellos es un sabor conocido... Cuando eres un recién llegado al mundo y muchos de tus sentidos están limitados, contar con el tacto es muy importante”, nos cuenta la matrona, Sara Caamaño (@mamaimatrona).
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