"Acompañar no es invadir, es estar al lado sin juzgar. Hasta ahora les acompañábamos físicamente para que no se perdieran, y ahora tenemos que acompañarlos también digitalmente", comenta Irene Cano, directora general de Meta para España y Portugal, que ha creado las Cuentas para Adolescentes en Instagram, Facebook y Messenger, para menores de 16 años, cuentas privadas con protecciones que vienen de serie en la configuración.
En una reunión de expertos bajo el título 'Rumbo compartido: a acompañar también se aprende', Meta ha fijado las bases de cuáles deben ser las herramientas a utilizar para que la relación de los menores con el mundo digital sea lo más segura posible, en un entorno de bienestar, donde sus padres juegan un papel determinante.
Todos somos aprendices digitales. Que los adolescentes tengan y usen la tecnología no implica que sepan de tecnología.
Un nuevo entorno (tecnológico) en el que se relacionan
"Las plataformas están implementando regulación nueva para incrementar la protección de los menores en los entornos digitales, pero no basta con eso. Son fundamentales la educación y el acompañamiento digital, porque niños y adolescentes son sujetos de protección, pero también de derechos y hay que equilibrar su derecho a comunicarse y expresarse en su entorno digital con los controles", recalca Laura Cuesta, especialista en educación digital en el entorno familiar.
El mundo digital es el nuevo ecosistema en el que niños y adolescentes crecen y se mueven. Para ellos no es solo un medio, sino un universo propio donde comunicarse, crear, integrarse en comunidades con similares intereses y establecer relaciones con personas afines. Es un nuevo mundo que no se limita a las redes sociales, sino que incluye podcast, vídeos y otros formatos.
Pero reconocer la importancia de ese ecosistema en sus vidas no significa minimizar los riesgos que puede conllevar, como presión por comparación, la 'dictadura del like', la sobreexposición o la exposición a contenidos inadecuados. Por todo ello, los expertos abogan por ese acompañamiento de los padres, que debe ser gradual y desde edades tempranas. Porque, aunque hablamos de ellos como 'nativos digitales', en realidad no lo son. "Todos somos aprendices digitales. Que tengan y usen la tecnología no implica que sepan de tecnología", advierte Diana Al Azem, fundadora de Adolescencia Positiva.
Por eso necesitan, según ella, de un diálogo abierto siempre donde estén presentes también los asuntos digitales, "porque para ellos el entorno digital y el entorno real no son mundos paralelos: son el mismo. Y los tenemos que educar en el mundo real para que sepan manejarse en el mundo digital".
© Adobe StockAmpliar la cultura digital y analógica... de los padres
Pero para que se produzca ese acompañamiento, los padres deben contar con una alfabetización digital, que muchas veces no está presente. "Los padres tenemos que aprender del mundo en el que estamos hoy, aunque muchos renuncian a aprender sobre tecnología. Pero la sociedad no está separada entre lo analógico y lo digital", expresa María Zabala, periodista y experta en educación digital. Para ella, es esencial entender el contexto y las vulnerabilidades de cada adolescente, "saber qué adolescente tenemos en casa y educarlo a él, y no al adolescente que te hubiera gustado tener. Y para eso primero tienes que revisarte a ti mismo".
En este mismo sentido, Isabel Cuesta, fundadora de Educa en Positivo, recalca cómo "muchos padres tienen falta de recursos para acompañar las emociones y dan las pantallas a sus hijos para que se calmen". El ejemplo de los mayores influye de manera clara en los hijos: "Ellos ven cómo los padres nos regulamos en el mundo real". Por eso insiste en la necesidad de una educación en este ámbito: "Hasta que no tenemos un problema no nos preocupamos de él, pero hay que ocuparse antes. Para acompañar bien, los padres tenemos que sentirnos seguros, y ahora los padres estamos muy inseguros".
© Adobe Stock10 consejos para ser un buen acompañante digital
¿Cómo se puede acompañar bien a los hijos en este camino en el mundo digital que para ellos es su mundo real? Estos son 10 consejos que ofrece Meta:
- Mostrar interés por su gustos y aficiones. Hay que interesarse por el mundo tecnológico en el que se mueven, conocer qué actividades digitales realizan y mantenernos actualizados.
- Usar los contenidos de Internet y las redes sociales para debatir y reflexionar. No solo deben usarse para asustar. "Así el mensaje no llega solo desde la advertencia del adulto, sino desde historias que los jóvenes puedan percibir como cercanas y creíbles".
- Explicarles que pueden bloquear y denunciar. Y que pueden hacerlo sin sentir culpabilidad. En este sentido, es bueno practicar con ellos respuestas que les ayuden a salir de conversaciones incómodas.
- Usar los controles parentales para asegurarse de que hablan con personas que conocen. "Explicar a los jóvenes, desde pequeños, la diferencia entre conocidos y desconocidos, entre personas de fiar o no". Hay que ayudarles a entender que las herramientas de supervisión parental son "medidas de protección, no de prohibición".
- Evitar la sobreexposición y explicarles el concepto de privacidad, "que incluye no solo proteger nuestra información y datos personales, sino también nuestra intimidad".
- Enseñarles a hacer un uso de Internet menos impulsivo. Deben cuestionar todo lo que leen o ven y deben buscar fuentes fiables.
- Educarlos en la tecnología, "al igual que en el resto de parcelas de crecimiento. Pocos peligros en internet son exclusivamente digitales".
- Ser un ejemplo en el uso responsable, "estar bien presentes en su vida, fomentar la autoestima y momentos familiares libres de pantallas".
- Mantener una comunicación abierta en todos los aspectos de la vida. Esto implica incluir a los hijos en la toma de decisiones y flexibilizar las normas de uso de la tecnología, según la edad y la madurez que tengan.
- Huir de las soluciones simplistas, "y aplicar un acompañamiento sereno, desde el sentido común y desde la información".
