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Mujer embarazada en una piscina para hacer natación© Adobe Stock

Este es el deporte que mejora la circulación y reduce la hinchazón durante el embarazo, según un experto

Nadar es uno de los mejores ejercicios que se pueden practicar en la gestación. Además de sus ventajas para prevenir dolencias, también puede mejorar algunas molestias que se vayan presentando en estos nueve meses. ¿Cuál es la mejor forma de practicar natación en el embarazo? ¿Qué tener en cuenta?


22 de julio de 2025 - 12:10 CEST

El ejercicio físico es uno de los pilares para gozar de buena salud y bienestar durante el embarazo. Tanto que los ginecólogos lo recomiendan de forma clara (en ausencia de contraindicaciones particulares). Una de las propuestas preferidas en estos nueve meses es la natación.

Hablamos con David de la Fuente Franco, director del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD) de la Universidad Nebrija, para que nos detalle todos los beneficios de esta rutina en el agua para la gestante.

El estilo espalda suele ser el más recomendado porque permite una postura natural y cómoda, evitando la presión sobre el abdomen

David de la Fuente Franco, director grado CAFYD Universidad Nebrija

Los principales beneficios de la natación para la embarazada

La natación es, de por sí, un ejercicio muy completo, pero en el embarazo ayuda de forma especial por las circunstancias concretas en que está la mujer, con más peso y, en muchas ocasiones, con molestias añadidas. 

"Nadar durante el embarazo mejora la circulación, reduce la hinchazón y alivia el estrés en las articulaciones, ya que el agua soporta el peso corporal. Por otro lado, también favorece la respiración y ayuda a mantener un buen tono muscular sin impactos ni riesgos de caídas", explica al experto.

Al ser una actividad aeróbica, la natación mejor el sistema cardiorrespiratorio. Además, mejora la flexibilidad de la mujer que suele verse mermada a medida que progresa el embarazo. También libera algunas zonas que suelen sobrecargarse, ya que, sobre todo cuando la mujer nada de espaldas, el peso corporal se distribuye de manera uniforme y eso hace que la espalda y las piernas no soporten todo el volumen corporal.

Embarazada nadando de espaldas© Adobe Stock

¿Qué estilo de natación es el más adecuado en el embarazo?      

Tal como apunta David de la Fuente Franco, "el estilo espalda suele ser el más recomendado porque permite una postura natural y cómoda, evitando la presión sobre el abdomen". 

Por su parte, "la braza suave también es adecuada, pero estilos como el crol pueden ser agotadores si no se domina bien la técnica".

Para que la mujer no llegue a la extenuación al hacer ejercicio se recomienda, como norma general, unos 30 minutos de práctica diaria. Si este tiempo es demasiado para ella, puede fraccionarlo en periodos de tres sesiones de 10 minutos cada una. Es importante que el lugar elegido para nadar cuente con todas las garantías de seguridad y que la mujer se hidrate bien bebiendo agua, antes y después del ejercicio (o incluso durante su práctica, si nota que tiene sed).

Embaraza nadando en la piscina de espaldas© Adobe Stock

Los mejores ejercicios cuando hay molestias

Pero la natación no solo tiene ventajas generales para la embarazada, como favorecer el sueño y el descanso, controlar el peso corporal o disminuir el estrés. En verano también protege activamente del calor y sirve igualmente de forma terapéutica para superar algunas molestias que son muy frecuentes en el embarazo, como el dolor de espalda y el de piernas.

¿Qué se puede hacer para combatir estos problemas? "Para aliviar dolores de piernas son aconsejables los ejercicios suaves de elevación y flexión con soporte del agua, porque ayudan a mejorar la circulación", destaca el especialista de la Universidad Nebrija. De hecho, uno de los beneficios claros de nadar en estos nueve meses es que se reduce el edema en las piernas.

La espalda se suele sobrecargar mucho en el embarazo por el exceso de peso y por la postura que se suele adquirir. ¿Cómo paliar esta situación? "Para el dolor de espalda, por su parte, es ideal hacer movimientos de rotación suave y estiramientos controlados, aprovechando la flotabilidad para descomprimir la columna", aclara David de la Fuente Franco.

Embarazada en la piscina con un churro para nadar© Adobe Stock

Cómo empezar si la mujer no ha hecho natación antes

Algunas mujeres llegan al embarazo desde un estilo de vida sedentario. En estos casos, antes de iniciarse en la práctica deportiva, que es tan aconsejable tanto para la gestación como para el parto, conviene consultar con un especialista para que vaya guiando los primeros pasos. 

"En todo proceso de aprendizaje es muy recomendable empezar con un monitor especializado, ya que guiará la técnica correcta y garantizará la seguridad, adaptando la intensidad y ejercicios a las condiciones del embarazo, minimizando riesgos y mejorando los beneficios del ejercicio acuático", enfatiza el director del grado de CAFYD.

En muchos lugares se ofrecen también cursillos de natación adaptados a la embarazada, que son una excelente forma de comenzar con esta práctica y de compartir espacio y vivencias con otras mujeres que están en la misma situación en un entorno dirigido y controlado.

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