El retraso madurativo es más habitual en niños de lo que cabría esperar y “no siempre indica la presencia de una discapacidad permanente o un problema de salud”, nos explican Andrea Puchol y Laura Ripoll, terapeutas ocupacionales de Neural KIDS Valencia. “En muchos casos, los niños pueden ponerse al día con el tiempo a través de intervenciones y apoyo adecuado”. De ahí la importancia de detectarlo y tratarlo a tiempo; para ello, es necesario conocer los hitos del desarrollo que se espera que los bebés y los niños vayan alcanzando y con qué edad deberían hacerlo.

¿Qué es el retraso madurativo?

“El término retraso madurativo hace referencia a aquellos niños que no alcanzan los hitos de desarrollo determinados para su edad cronológica, es decir, un niño que no se desarrolla a la misma velocidad que el resto o cómo se espera para su grupo de edad”. Por ejemplo, si a los 6 meses no logra levantar la cabeza por sí mismo o a los 24 meses no ha aprendido a andar. Además de esto, “debemos tener en cuenta que el desarrollo se compone de distintas áreas (motora, lenguaje, cognición, autonomía…), por lo que un niño puede presentar una ralentización en la consecución de objetivos de un área específica, pero ir a tiempo en el resto de áreas”, apuntan las terapeutas.

 

¿Cómo detectar a tiempo el retraso madurativo?

Partiendo de que es fundamental detectar a tiempo un retraso madurativo en cualquier niño para poderle brindar la intervención adecuada, también “es importante que, como madres y padres, no caigamos en alarma si detectamos que nuestro hijo va un paso por detrás que el resto”, calman Andrea Puchol y Laura Ripoll. “Cada niño tiene su proceso de aprendizaje y desarrollo, por lo que es importante educar a nuestro hijo con paciencia, observando su evolución y ensalzando los procesos que hace”.

Por ejemplo, que los niños comiencen a empezar a caminar en torno a los 12 meses no implica que nuestro hijo tenga un retraso madurativo o un retraso motor si empieza a dar sus primeros pasos a los 14. “Debemos tener claro que hablamos de un retraso madurativo cuando existe una desviación de entre 6 a 24 meses, por lo que no debemos agobiarnos si nuestro hijo tarda un tiempo más en adquirir algunos patrones madurativos”.

• Conocer los hitos del desarrollo.

El primer paso para detectar a tiempo un posible retraso madurativo es “conocer los hitos de desarrollo para la edad de tu hijo, entre los cuales se incluyen logros como sus primeras palabras, caminar… Si notas que no está alcanzando los hitos esperados para su edad o que parece estar significativamente retrasado en una o más áreas, puede ser señal de alerta”. Así, los hitos del desarrollo más destacables son los siguientes:

-De 0 a 6 meses:

• establece contacto visual
• aparece la sonrisa social
• aparecen las carcajadas
• levanta la cabeza

-De 6 a 12 meses:

• señala con el dedo
• primeros balbuceos
• responden a su nombre
• muestran interés por el entorno
• aparece el desplazamiento autónomo (gateando, arrastrándose por el suelo o caminando con apoyo)

-De 12 a 24 meses:

• primeras palabras
• muestra un juego cada vez más funcional
• empieza a caminar sin apoyo

-De 24 a 36 meses:

• su habla mejora considerablemente, con mucho más vocabulario
• aparece el juego simbólico
• salta hacia adelante

¿Cuándo podemos considerar que lo hemos detectado a tiempo?

“Sabemos que la plasticidad neuronal está presente a lo largo de toda nuestra vida, siendo mucho mayor en la infancia. Muchas veces escuchamos o decimos que ‘los niños son como esponjas’, y efectivamente esto se debe a la neuro plasticidad. Los cambios en el cerebro del niño se producen constantemente con las nuevas experiencias que vive siendo esto la base del proceso de aprendizaje y desarrollo”, explican las expertas.

 

“No existe una edad exacta para decir cuándo se ha detectado a tiempo un retraso madurativo”, aseguran, pero “si hablamos de un periodo crítico en el que se desarrollan las conexiones neuronales más importantes, sería los primeros 5 años de vida”.

En todo caso, tenga la edad que tenga el niño, “la clave es estar atento a las señales de desarrollo y buscar apoyo profesional si surgen preocupaciones”, aconsejan. “Cuanto antes se identifique un retraso y se implementen intervenciones, mayores serán las oportunidades para el niño de alcanzar su máximo potencial de desarrollo”. Por eso “es recomendable programar consultas con profesionales de la salud infantil para compartirles tus preocupaciones sobre el desarrollo de tu hijo y poder hacer un seguimiento de su progreso y, sobre todo, ¡confía en tu instinto! Los padres desarrolláis un conocimiento intuitivo de vuestros hijos, por lo que si sientes que algo no está bien, no dudes en buscar ayuda”.