Tu bebé acaba de cumplir los 6 meses y ya has comenzado la alimentación complementaria, pero has notado que sus heces son más duras desde que comenzaste a introducir alimentos… En primer lugar, no debes preocuparte porque se trata de algo bastante común en los bebés cuando cambian su alimentación. Tal y como nos cuenta Pedro Camacho, enfermero especializado en nutrición pediátrica, divulgador en su cuenta de Instagram @mireciennacido, y autor de varios libros sobre cuidados y salud del bebé: “Al comienzo de la alimentación complementaria es relativamente normal un ‘cierto estreñimiento’, porque el sistema digestivo se enlentece pudiendo ocasionar algo de endurecimiento en las heces. Su flora intestinal cambia porque su ingesta de alimentos es más variada”.

¿Qué alimentos darles los primeros días?

Lo cierto es que muchos profesionales actualizados insisten en explicar y divulgar que “las cosas han cambiado”. “Ya hemos dejado atrás hace tiempo esas listas que nos proporcionaban los pediatras o la enfermería, con respecto a qué alimento se debía introducir exactamente a unos meses y días concretos. Eso pasó a la historia”, asegura el enfermero.

Y es que la evidencia científica y tendencias actuales apuestan por observar a nuestro bebé y “respetar su ritmo, no engañarle ni distraerle para que coma… Ni por supuesto, imponerle un alimento determinado a cierta edad porque lo ponga en una hoja. Tampoco forzarle a comer, ya que habrá ocasiones en las que coma más y otras en las que lo haga en menor cantidad”, dice el sanitario.

Entonces, ¿cuáles son las pautas para comenzar con la alimentación complementaria del bebé si estamos un poco perdidos? En primer lugar, es importante resaltar que la base de la alimentación desde los 6 hasta los 12 meses será la leche, ya sea materna o de fórmula, y después ofrecer el alimento. “Por eso se llama alimentación complementaria, porque complementa. Y tenemos 6 meses, aproximadamente, por delante para ir probando y experimentando”, nos explica. Y, además, nos da una serie de pautas a tener en cuenta:

• Casi todos los alimentos se pueden incluir en la dieta a partir del medio año sin un orden preferente, procurando no añadir sal ni azúcar a sus comidas.
• La excepción son la leche de vaca y la miel cruda (ambos no antes de los 12 meses) y los frutos secos no triturados (no antes de los 3-4 años por el riesgo de atragantamiento).
• No se debe abusar de las verduras de hoja verde (lechuga, espinacas y acelgas principalmente) durante el primer año de vida, por el riesgo de metahemoglobinemia, también llamado “síndrome del niño azul”.
• También es importante tener en cuenta que antes de los 2 años se debe procurar no ofrecer demasiadas cantidades de pescado azul y mariscos para evitar el acúmulo de metales pesados.
• En estos primeros meses de iniciación a la alimentación debemos de procurar aportar fundamentalmente alimentos ricos en hierro como la carne, el pescado, el marisco, el huevo, las legumbres y los cereales integrales.

Qué hacer para evitar el posible estreñimiento

Como decíamos, la introducción de alimentos en su dieta varía su flora intestinal y esto hace que sus digestiones sean más lentas, lo que puede provocar estreñimiento en el peque. Asimismo, “debido a la ingesta de alimentos sólidos y, en ocasiones, más astringentes, su estómago necesita un tiempo de transición y se tiene que acostumbrar a digerirlos. Además, la proporcionalidad de agua será menor que en la alimentación exclusivamente líquida que venía tomando hasta ahora”, indica el enfermero. ¿Qué hacer entonces para evitarlo? El experto recomienda:

• Podemos ir ofreciéndole agua siempre al finalizar la comida, sentado aún en su trona, para que entienda que es parte de su alimentación y poder contrarrestar mejor ese ‘cierto estreñimiento normal’ del inicio de la alimentación.
• Si rechaza el agua y solo quiere leche, no debes preocuparte hasta que la acepte, puesto que la leche, ya sea materna o artificial, contiene agua y nutrientes.
• Confía en la capacidad de autorregulación de tu bebé. Si algún día quiere menos alimentos y más leche o agua, seguramente. será porque su cuerpo necesita más agua.
• Ofrece en cada comida alimentos ricos en agua, como las frutas enteras o trituradas y las verduras, sin olvidarte de los alimentos ricos en fibra como las legumbres o los cereales integrales.

‘Y, si mi peque tiene estreñimiento, ¿qué hago?’

Cuando el peque comienza a tener las heces más duras, ocasionalmente, y expulsarlas le supone un gran esfuerzo y dolor, podemos decir que tiene estreñimiento, entonces, ¿qué hacer en esos casos?

Además de aumentar la ingesta de líquidos y alimentos ricos en agua y fibra, como recomendaba en el punto anterior el experto, “le vendrán muy bien los masajes en la tripa”, asegura. “Coloca al bebé boca arriba y puedes hacer suaves movimientos circulares con tus manos sobre su tripa en sentido de las agujas del reloj o mover sus piernas presionando suavemente sobre su tripa a modo de pedaleo de bicicleta”, aconseja.

También nos indica que mantener al bebé activo favorece los movimientos intestinales y, por tanto, la expulsión de gases y heces. Y por supuesto, no podemos olvidar que “el porteo siempre viene bien en estos casos, ya que ayuda por gravedad y movimiento”, afirma el enfermero. También existe la posibilidad de “consultar al pediatra la administración de probióticos que equilibrarán su flora intestinal. Y, en todo caso, evitar el uso de laxantes artificiales”.

Y, qué pasa con las famosas infusiones para bebés que están destinadas a mejorar el estreñimiento, ¿realmente son recomendables? El experto responde: “Aunque estas infusiones tienen un alto contenido en fibra alimentaria soluble y un gran aporte de ácidos grasos de cadena corta que favorecen la hidratación de las heces, ablandándola y facilitando su eliminación, no conviene ofrecerlas en exceso debido a su alto contenido en azúcares”, aconseja.

Consejos para papás en esta situación

Por último, el experto nos da una serie de consejos que son muy útiles para aquellos papás que estén pasando por esta situación y no sepan muy bien cómo ayudar a mejorar el tránsito intestinal del pequeño:

• Hay que normalizar este cambio de hábitos intestinales en el bebé al inicio de la alimentación complementaria. Estos cambios intestinales se corrigen fácilmente manteniendo al bebé activo y bien hidratado, aportando alimentos ricos en agua y fibra.
• Debéis evitar ofrecerle alimentos procesados y ricos en azúcar, ya que estos pueden contribuir al estreñimiento.
• El bebé debe estar sentado cómodo durante la alimentación y dejar suficiente tiempo para que se relaje después de comer.
• Puede considerarse normal un enlentecimiento, y ligero endurecimiento, de las heces, pero si estas son poco regulares, además de tener una consistencia dura que ocasionan molestias al bebé, es recomendable consultar con el pediatra. Cada bebé es diferente y puede requerir un enfoque único para tratar el estreñimiento.