Jackie Calleja y Abi Núñez de Arenas©Bmum

Embarazo

“El secreto de un buen parto es la paciencia” revelan los fundadores de la clínica Bmum

Acompañar el proceso de embarazo y parto desde la cercanía y el cariño es el objetivo de los fundadores de la Clínica Bmum. Acaban de publicar un libro donde relatan su particular visión de estos procesos y dan pistas del motivo de su indudable éxito.

En el año 2015, Jackie Calleja, obstetra, y Abigail Núñez de Arenas, matrona, decidieron fundar la Clínica Bmum (www.bmum.es). Se abría para ellos entonces la posibilidad de ejercer la Medicina desde un punto de vista muy cercano con sus pacientes embarazadas y posteriormente con sus bebés. Entregados a ese ‘arte de cuidar’ desde el corazón, publican ahora su primer libro conjunto La vida que hay en ti (Ed. La Esfera de los Libros), donde cuentan historias de su día a día en la práctica clínica para resaltar cómo no hay fuerza más poderosa que la de la vida que se abre paso. Hemos charlado con ellos.

Muchas mujeres siguen temiendo no estar a la altura en el momento del parto, a pesar de su fuerza. ¿Por qué ocurre esto?

Jackie Calleja: El embarazo se concibe ahora como algo que va más allá del instinto natural y de la confianza de la mujer en su cuerpo. Se olvida que, más allá de toda la información de la que dispone, hay un instinto que la ayuda a parir. Se ha convertido a las embarazadas en ‘pacientes’ en muchos casos. Las complicaciones son esporádicas, pero generan miedo y falta de confianza. Es necesario un acompañamiento desde el embarazo y transmitirles esos valores de confianza para que sientan el parto como algo bonito: una experiencia fisiológica y natural.

Comentáis en el libro que ‘el parto quizá sea uno de los pocos procesos en Medicina en que respetar los tiempos con la mínima intervención será la mejor garantía para asegurarse un buen final’. Sin embargo, la tasa de intervenciones en España sigue siendo elevada...

Abigail Núñez de Arenas: La tasa de intervencionismo, de partos instrumentales y de cesáreas depende mucho de los hospitales. Nosotros no hemos descubierto nada nuevo, pero intentamos respetar esos tiempos para humanizar el proceso y no intervenir si no es estrictamente necesario. Lo más importante en un parto es la paciencia: dejar que los procesos sean naturales sin intervenir, y mientras acompañamos a la mujer para favorecer todo el proceso. Cuanto menos intervengamos eso es buena señal.

Jackie Calleja: En el mundo occidental se ha intervenido en exceso, empujados por el miedo a las denuncias legales o a las complicaciones. Se han mejorado mucho las tasas de supervivencia maternas e infantil, es un gran objetivo conseguido, pero se ha ido hacia una Medicina más defensiva. En nuestro caso, hacemos una Medicina personalizada, conocemos muy bien a las pacientes, sabemos cuáles son sus expectativas...

Habláis de que la Obstetricia es una especie de ‘artesanía’ dentro de la Medicina y de que las percepciones de la mujer raramente fallan. ¿Se escucha lo suficiente a la embarazada?

Abigail Núñez de Arenas: Cada vez más. Es verdad que hace unos años, la Obstetricia estaba muy medicalizada y la mujer llegaba al hospital y no tenía ni voz ni voto en el proceso de parto. Todo estaba protocolizado. De ahí surgió una corriente que trata de que la mujer se sienta respetada y que pueda intervenir en su proceso.

Libro La vida que hay en ti©La Esfera de los Libros

Explicáis en el libro el ‘método Bmum’ como una Medicina donde hay escucha, paciencia, cariño... Pero esto no está siempre presente cuando la mujer va a dar a luz. ¿Qué puede hacer ella entonces para que la experiencia resulte satisfactoria?

Abigail Núñez de Arenas: Cada vez hay más profesionales y más hospitales que vuelven a ese origen de respeto en el parto. Nosotros desde el principio intentamos humanizar el proceso dentro del hospital. La mujer también está más informada de dónde puede parir, tiene muchas veces posibilidad de conocer previamente a las matronas y al equipo médico... Pero cuando no es así, la mujer puede presentar un plan de parto, donde indique cómo le gustaría que fuera su parto.

¿Creéis que ejercer esa Medicina tan cercana es lo que os ha llevado al éxito y a que tantas mujeres, entre ellas personajes conocidos, hayan confiado en vosotros?

Jackie Calleja: Creemos que sí. Ejercemos una Medicina basada mucho en la escucha, en la empatía, en entender los miedos y la impaciencia de las mujeres. Estamos disponibles para ellas para que nos puedan consultar lo que necesiten. Tener la sensación de que tienen un equipo detrás que está 24/7 pendiente de ellas les da mucha confianza. Además, hemos ejercido una Medicina muy honesta, sin forzar nada, volcada en las necesidades de la paciente, estando al pie del cañón un domingo a las 5 de la mañana o sacrificando muchas de nuestras cosas personales y familiares. Esto también es evidente para ellas. Nuestra intención es que el parto se convierta, más que en un recuerdo, en una experiencia para ellas, y esto se hace respetando los tiempos, con cuidados, explicando lo que va sucediendo, proporcionando un entorno de intimidad a la pareja en el momento del parto...

Más allá de las estadísticas, el embarazo y el parto son imprevisibles y, como comentáis en el libro, ‘cada día surgen pequeños milagros’.

Abigail Núñez de Arenas: Lo lógico y lo normal es que en un parto todo vaya bien. En el libro plasmamos situaciones que nos han llegado al corazón. Cuando surge una complicación, te involucras tanto con la paciente que también lo pasas mal. En el libro contamos algunas de esas situaciones y hay una parte divulgativa donde hablamos de estos temas. Muchas veces, las pacientes no son conscientes de lo que podría haber pasado cuando hay complicaciones, y ahora con el libro muchas nos envían mensajes muy emotivos al leerlo.

Desde el punto de vista emocional, estar tan implicados con las mujeres que van a dar a luz, ¿cómo repercute en vuestra vida personal?

Jackie Calleja: Como en la gran mayoría de los partos tenemos muy buenos resultados, es muy satisfactorio. Las pacientes y las familias valoran mucho el esfuerzo y la experiencia y nosotros nos sentimos muy reconocidos. Cuando hay una complicación te involucras al 200 por cien porque conoces a esa mujer, tenemos una relación de nueve o diez meses con ellas y después del parto la seguimos viendo.


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