Ser madre es toda una revolución. El cuerpo y la mente cambian y a nivel orgánico se producen una serie de transformaciones que aseguran la crianza de ese bebé que acaba de nacer. Por ejemplo, al igual que les sucede a otros mamíferos, la mujer que da el pecho a su recién nacido genera mucha prolactina, una hormona que actúa inhibiendo las relaciones sexuales. Es una especie de estrategia de la naturaleza para que la progenitora se centre en su hijo.

Esta es solo una de las razones que están detrás de las dificultades en las relaciones sexuales que suelen experimentar muchas madres recientes. La Dra. Francisca Molero, ginecóloga, sexóloga y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), nos da todas las claves en relación a este asunto.

¿Por qué no apetece tener sexo?

Hay varios factores que explican la falta de deseo en el posparto. Por un lado, hemos visto cómo la biología actúa, a través de las hormonas, asegurando que la madre se concentre en el cuidado de su bebé. Pero hay otras razones, según detalla la Dra. Molero:

• Cansancio físico. El cuidado del recién nacido puede llegar a ser extenuante, especialmente porque hay mucho déficit de sueño y un exceso de preocupación por situaciones a las que enfrenterse, especialmente si los padres son primerizos.
• Falta de tiempo. Los padres recientes se dedican casi en exclusiva al bebé, dejando a un lado su relación de pareja y otros ámbitos personales y sociales. Así, las relaciones sexuales entre ambos quedan muy relegadas.

“Esto se acaba convirtiendo en un problema”, advierte la experta. Por eso, su consejo es que la pareja busque espacios comunes para reactivar la vida sexual. Además, recomienda tratamientos naturales y fitoterápicos (con plantas como la damiana, la trigonella y el tribulus), “con evidencia científica, que pueden mejorar la libido de manera fisiológica”, tal como se puso de manifiesto en el XV Congreso de la FESS.

Otros problemas de las relaciones en el posparto

Además de la falta de deseo, muchas madres recientes acusan molestias vaginales. “En el posparto hay una disminución de la lubricación, debida a los cambios hormonales, así como una sensación de sequedad vaginal”, subraya la ginecóloga y sexóloga. Todo ello hace que las relaciones sexuales no resulten placenteras para la mujer.

“Además, si ha habido episiotomía, hay un daño añadido donde se ha producido la lesión para evitar el desgarro”, afirma. Pero esto no sucede solo en las mujeres con parto vaginal, sino también en las que han tenido a sus hijos mediante cesárea, “ya que los cambios que se producen a nivel vaginal también necesitan un tiempo de adaptación”.

Para resolver estos incovenientes, la especialista recomienda el uso de lubricantes e hidratantes vaginales (los hay no hormonales), que pueden facilitar las relaciones).

¿Cuánto afectan las emociones a las relaciones posparto?

El factor emocional también pesa a la hora de retomar las relaciones sexuales en el posparto, aunque la casuística es muy variada y depende de las condiciones en que se haya desarrollado el embarazo, el parto, de la relación previa entre los progenitores...

El hecho de no dormir bien puede llevar a los padres a una situación de irritabilidad y nerviosismo e, incluso, a un estado depresivo. “Además, en el posparto, el descenso de estrógenos hace que la mujer esté mucho más sensible, se emociona más, tiene más ganas de llorar, su nivel emotivo es más alto...”, expresa la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología.

Es un caldo de cultivo perfecto para no sentirse atraída por el sexo. Pero, ¿qué puede hacer su pareja? “La mujer lo que necesita mucho después del parto es el vínculo emocional, la calidad emocional, que no deja de ser otra manera de interacción erótica, aunque no sea exclusivamente sexual con estimulación genital, pero sí tiene un componente emocional y erótico que tienen que ver con el vínculo afectivo”, advierte.

¿Cómo resolver estos problemas en el posparto?

Las disfunciones sexuales a consecuencia del posparto pueden afectar también al hombre, que se puede sentir inseguro sin entender por qué sucede y por las dudas de si ya no atrae a su pareja. “Esto puede dar lugar a problemas de disfunción eréctil o eyaculación precoz”, comenta la Dra. Francisca Molero.

La solución es no dejar pasar demasiado tiempo ante estos problemas y buscar información y asesoramiento. “No deben tener problema en acudir a consulta con un sexólogo, ginecólogo o médico de familia. A veces puede bastar simplemente con dar algún apoyo con complementos fitoterápicos en forma de lubricante y una serie de sugerencias y consejos que pueden ser suficientes para acabar con el problema y que este no se convierta en algo crónico que derive en una disfunción sexual”, describe la especialista.