El aprendizaje de idiomas y, sobre todo, del inglés es ya una necesidad. El bilingüismo ha dejado de ser un simple añadido a la educación de nuestros hijos para convertirse en un importante hándicap del desarrollo de su futuro laboral. Por eso, cuando antes empiecen a sumergirse en una segunda lengua, mucho mejor, porque aseguran los expertos que, cuanto más pequeños son, más sencillo les será aprenderlo. Así, al menos, nos lo han confirmado los expertos de The English Montessori School (TEMS), con quienes hemos hablado para que nos ayuden a motivar a nuestros hijos para que tengan ganas de ponerse a la tarea desde bien pequeños.

Para muchos de los niños, el aprendizaje del inglés o de cualquier otro idioma se plantea como un juego (uno de los consejos que precisamente nos da Abbigail Kay, directora de TEMS). Sin embargo, cuando ya han empezado los cursos de la Educación Primaria, puede que no estén tan a gusto con esa segunda lengua y necesiten un extra de motivación para continuar con el camino que ya han empezado. Por eso, Abbigail Kay nos ha dado cinco grandes consejos que poner en práctica ya desde este mismo mes de septiembre. Así, no habrá sustos a final del curso. Y es que los padres tenemos un papel importante en la motivación y educación de nuestros hijos.

Cinco consejos para motivar a tu hijo en el aprendizaje de idiomas

1. Implicarse en su enseñanza, aprender con ellos

El primer paso y fundamental para que el aprendizaje (tanto de idiomas como de cualquier otra materia), nos cuenta nuestra experta, “es conocer la forma en la que mejor aprenden nuestros hijos”. Para ello, debemos hacernos unas preguntas previas que nos ayudarán a realizar esta tarea de una forma correcta:

• ¿Cómo les gusta más aprender y cómo son más eficaces haciéndolo?
• ¿Qué tipo de actividades y ejercicios propicia lo anterior?
• ¿En qué momentos son más eficaces?

Debemos tener en cuenta que cada niño es diferente, por lo que es importante descubrir con ellos cómo les motiva aprender y dejarnos guiar por sus propios intereses, porque estarán mucho más receptivos.

2. En el caso de los idiomas, aprendemos jugando

Habiendo respondido a lo anterior, lo mejor es buscar, en el caso de los idiomas, un aprendizaje natural. Es decir, “que los niños adquieran las habilidades necesarias en cuanto al idioma en un entorno adecuado”. Para ello, podemos incluir juegos y actividades lúdicas que sean capaces de crear un entorno que les motive, disfrutando de su aprendizaje y desinhibiendo esa posible primera barrera al aprendizaje o desmotivación.

3. Inmersión lingüística en diferentes contextos y mediante actividades distintas

Siguiendo la estela anterior, nos comenta la experta, “es fundamental crear diferentes contextos para el aprendizaje de idiomas”. Por un lado, los niños asimilarán la utilidad del idioma en diferentes situaciones (lo práctico les motiva) y, por otro, la enseñanza se convierte en algo mucho más dinámico. Un aspecto que, cada vez, es más importante.

Para ello, la experta nos propone “intercambiar correspondencia o mensajes con personas con las que previamente hayamos decidido comunicarnos en otro idioma, convocar reuniones virtuales por temáticas”, crear eventos en casa en los que ese idioma sea el único utilizado, organizar noches de cine y series de televisión subtituladas y todo tipo de actividades en las que se vea la faceta práctica de un idioma.

4. Variar los recursos de aprendizaje

Si hemos hecho bien la primera tarea, la de reconocer los mejores métodos de aprendizaje de nuestros hijos y cómo les gusta hacer las cosas, “podemos intercalar las actividades que prefieren con otras no tan divertidas, pero igual de necesarias”. Algo que conseguiremos mezclando juegos en papel con juegos de mesa, aplicaciones tecnológicas, lectura de libros y cómics, etc. Cuantos más recursos tengamos, mucho mejor.

5. Crear el hábito y rutina del estudio de idiomas

Por último, una vez hayamos dado todos los pasos anteriores, ya tendremos la base para crear un hábito de estudio estupendo para que a nuestros hijos les guste aprender idiomas. Serán ellos mismos los que busquen continuar aprendiendo o que les parezca que no es aprendizaje puro y duro, que no les suponga un esfuerzo que no quieren dar.

Además, nos dice la experta, “si lo perciben como algo necesario en su día a día y son conscientes de su utilidad, querrán implementarlo e incentivarlo por su propia cuenta de la forma que más les gusta hacerlo”. Quizás no te hagan faltas ni horarios ni calendarios.