Beneficios del arrullo en los bebés.©AdobeStock

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Estos son los beneficios del arrullo para tu bebé

Es una forma perfecta para relajar y ayudar a dormir a los recién nacidos. Envueltos de esta manera, se sentirán mucho más protegidos.

Cuando un bebé nace se siente perdido. Hay demasiado espacio a su alrededor y, para compensar tanta desprotección, el recién nacido responde con espasmos incontrolables de sus brazos y piernas. Acaba de salir del útero materno, con unos límites físicos que lo contenían y en el que se sentía seguro, y ahora, con tanto aire libre no sabe qué hacer y no le resulta del todo cómodo. Y es que, aunque ya esté con sus padres, necesita seguir manteniendo ese pequeño espacio de confort. Es aquí donde entra el arrullo.

El arrullo relaja y ayuda a dormir a los recién nacidos, porque envueltos en su mantita se sienten tranquilos, protegidos y consiguen bajar la guardia. Con él llegan a confiar en lo que tienen alrededor. Y es que los estudios demuestran que envolver al bebé con un arrullo favorece el sueño, ya que se consiguen reducir los despertares nocturnos espontáneos, alivia el llanto y le ayuda a relajar sus sistema nervioso. En realidad, es una reacción inconsciente del pequeño. Veamos qué es exactamente, qué beneficios concretos tiene y cómo hacerlo correctamente. Es una técnica sencilla, pero lo simple, muchas veces, puede salvarnos.

¿Qué es el arrullo?

El arrullo no es, ni más ni menos, que una manta de pequeño tamaño y de textura suave creada, expresamente, para un bebé. Lo que ocurre es que, por la forma en la que se coloca alrededor de él y el ritual que lo acompaña (cogerle en brazos y acunarle), supone una técnica que tiene grandes beneficios.

La mantita en cuestión debe ser acolchada y cálida, de tejido suave. Su tamaño no debe ser superior a 1 m o 1,20 m. Ten en cuenta que, en ella, colocaremos al bebé para sus descansos o, simplemente, para tenerlo en brazos y tranquilizarlo.

Seguramente, el recién nacido lo agradezca, pero que también le vaya limitando poco a poco conforme va creciendo, pues en el segundo mes de vida, el bebé querrá una mayor libertad de movimiento y, ya con tres meses, el arrullo no sea tan necesario.

Beneficios de arrullar a tu bebé

Cuando pensamos en los beneficios que puede tener el arrullo, muchos de nosotros podemos pensar que vienen como consecuencia de que el bebé se siente calentito. Pero, en realidad, es porque con él recreamos la protección y la envoltura que nuestro pequeño tenía cuando estaba en el interior del útero de la madre. Por eso, es especialmente recomendable para los recién nacidos, ya que les traslada a un estado de tranquilidad absoluta. Si lo llevamos a cabo de manera correcta, conseguiremos:

  • Que nuestro bebé sienta la calidez de un abrazo continuo.
  • Aliviar su llanto cuando se sienten incómodos.
  • Si están muy nerviosos, es una técnica con gran efecto relajante y podemos conseguir calmarles.
  • Evitamos que se despierte por la noche de manera espontánea.
  • Los bebés se sienten seguros y, por eso, podemos aprovechar para acunarnos y dormirlos o darles incluso de comer.

Cómo colocar el arrullo correctamente

Para envolver bien al bebé en su arrullo, debes tener en cuenta tanto la colocación del bebé en el propio arrullo, como conseguir la tensión necesaria, pero sin exceso, al envolverle en la mantita:

  1. Sitúa a tu bebé en el centro del arrullo, con el cuello perfectamente alineado con la parte superior, para que no le moleste, dejando la cabeza fuera.
  2. Doblamos la parte inferior de la mantita, cubriendo sus pies.
  3. A continuación, envolvemos firmemente desde un lado, sin apretar demasiado, cruzando hacia el lado contrario. Guarda el pliegue que queda bajo el brazo.
  4. Haz lo mismo con el otro lado.
  5. Por último, comprueba que la tensión es la correcta y no le ahoga, pero tampoco le deja suelto.
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