Tampoco le llevó demasiado tiempo elegir sus joyas. Los pendientes fueron un regalo de sus amigas de toda la vida, una pieza que encontraron en Aristocrazy lo suficientemente especial para lucir el día de su boda, pero tan sencillos que son fáciles de reutilizar. En las manos solo lució su anillo de pedida.
La elección de los zapatos fue más complicada. "Quería un zapato con talonera y pulsera en el tobillo porque hacía más elegante la botonera que recorría la parte de detrás del vestido, no tenía claro que color, ni la altura del tacón, pero una vez que me probé los zapatos blancos de Unisa, con mi vestido, todo me cuadró. Me pareció un conjunto lineal, elegante, sencillo, pero con toque moderno y acorde con el estilo que quería llevar", asegura.
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