El escote de novia es ese elemento del look nupcial que puede convertirse en protagonista, cuando es muy especial, o, por el contrario, pasar casi desapercibido, si se busca ese efecto. Pero, en cualquiera de los casos, siempre es debería favorecer y servir de nexo entre las diferentes partes de un vestido de boda. Dar con la opción perfecta para cada prometida dependerá de sus gustos y de conocer aquello con lo que se siente más cómoda y mejor le sienta. En lo relativo a este tema, la primera duda a la que se enfrentan ellas es: ¿por dónde empiezo? ¿Qué diseño es para mí? Si bien la clave reside en el autoconocimiento acompado de un adecuado asesoramiento, hemos querido recopilar, de la mano de cinco diseñadores y una especialista en imagen personal, los consejos imprescindibles para que el escote sume (en positivo) al estilismo del gran día.
Rosa Iglesias, fundadora de El Estilario
Al consultar a esta gallega afincada en Sevilla acerca de si todos los escotes de novia son para todos los tipos de mujeres, ella tiene claro que sí, aunque prestando atención a las circunstancias. "Sin duda, todo es para todas. Porque ya se sabe que la novia manda: es su día, es su fiesta. Si vamos a normas generales sin entrar en gustos particulares, depende también de si la boda es de día o de noche, por ejemplo. O de si es una boda de verano o de invierno. O del lugar en el que se va a celebrar. Según esto, en pleno invierno, en una boda de mañana y por la iglesia, un vestido con un escote muy exagerado y profundo no sería lo más adecuado", aconseja la experta en imagen personal.
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