1/9 © Inés Martín Alcalde | Foto: Click10

Explicaba la diseñadora Vanessa Datorre en una entrevista que, en estos momentos, todas las tendencias conviven en los vestidos de novia. Hay diseños minimalistas, en los que impera la sencillez; hay looks con encaje y bordados, que conquistan a las más atrevidas; novias que prefieren llevar velo y otras que prescinden de este accesorio. Pero sí hay detalles que ponen de acuerdo a unas cuantas chicas, haciendo que las microtendencias tengan, en el sector nupcial, más peso que nunca. ¿Una de las que conquista a las nuevas prometidas? El vestido con doble escote, una elección muy favorecedora y diferente con la que se atreven cada vez más novias. La propuesta de la imagen es de Inés Martín Alcalde. 

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2/9 © Sofía Stitchkin | Foto: @rodocarvajalfotografia

Creado con un velo vestido de novia

El doble escote, en realidad, no tiene por qué serlo. Es decir, no es necesario que se trate de una prenda con una abertura a dos alturas para que ópticamente lo parezca. Un ejemplo lo encontramos en la elección de Sofía Stitchkin el día de su boda. La modelo chilena llevó un vestido de corte princesa, con escote palabra de honor y con pamela de redecilla a juego, firmado por la diseñadora Javiera Jordán. Para introducir el tul en el look pero prescindir del velo, recurrió a una fórmula por la que cada vez se decantan más novias y diseñadores: colocarlo alrededor del cuello como si se tratara de un chal.

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3/9 © Sole Alonso | Lorena San José

Creado con un velo

Una de las ventajas de utilizar un velo (o un trozo de tul lo suficientemente largo para serlo) es que se puede colocar alrededor del cuello de la novia de distintas maneras. Si Sofía optó por colocarlo hacia atrás, esta novia de Sole Alonso lo luce con una vuelta, de una forma similar a cómo podríamos llevar un fular en nuestro día a día. La ventaja de lucirlo de este modo es que la novia no tiene por qué sentirse rara si se trata de un accesorio que suele incluir en sus looks.

4/9 © Redondo Brand | Foto: Dos más en la mesa

Como parte del vestido

Hay novias que quieren lucir un escote bastante pronunciado el día de su boda, pero no quieren que resulte demasiado llamativo. Para evitarlo, una buena opción puede ser recurrir al doble escote. La propuesta de la imagen, de Redondo Brand, combina un diseño con un escote delantero bastante profundo con un doble cuello que, en la parte de la espalda, culmina en una lazada. Está confeccionado en el tejido del vestido y forma parte del mismo -no es un accesorio independiente, como el velo-. Una forma ideal de aportar elegancia y quitar riesgo al look.

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5/9 © Ángela Serrano | Foto: Alberto Quero Photography

Como parte del vestido

Aunque ese cuello forma parte del vestido no tiene que estar por qué unido al mismo en los laterales y la zona posterior. Precisamente, gracias a que en el diseño de la imagen, una propuesta de Ángela Serrano, solo está enlazado en la parte de atrás, da la sensación de que la novia lleva una especie de gargantilla confeccionada en el mismo tejido que su vestido. Una forma muy original de prescindir de este tipo de joyas en el día de la boda.

6/9 © Inuñez | Foto: Click10

Falso doble escote

Por comodidad, para que siente de maravilla, evitar sustos innecesarios… Son muchos los motivos por los que novia y diseñador -en esta caso Isabel Núñez- pueden recurrir a las transparencias para crear un efecto desnudo cuando, en realidad, hay tejido. Y si esto se hace con cualquier zona del vestido, en el escote, sucede lo mismo. La creadora que está detrás de Inuñez apuesta por esa técnica para el vestido de esta novia que se decantó por un doble escote de lo más favorecedor.

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7/9 © Inuñez | Foto: Dos más en la mesa

Falso doble escote

En esta otra propuesta, la diseñadora Isabel Núñez va un paso más allá al utilizar las transparencias no solo para crear ese efecto doble escote, también para crear unas mangas que se adaptan con suavidad a la piel de la novia. Crea de ese modo un vestido que, aunque parezca muy veraniego, puede utilizarse también cuando las temperaturas no son tan calurosas y evitar que la novia deba recurrir a chaquetas, capas o abrigos.

8/9 © Paredero Quirós | Foto: @patriciawithlove

Con capa

Para crear ese efecto de doble escote se puede recurrir al velo, pero también a otros elementos de tendencia como puede ser una capa. La propuesta de la imagen, de Paredero Quirós, demuestra que este complemento puede transformar en segundos un look, dando un aspecto totalmente de tendencia. La ventaja de apostar por estos accesorios es que, en un momento clave de la boda, se puede retirar y llevar un 'segundo vestido' sin haber necesitado confeccionar una nueva prenda.

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9/9 © Marchesa for Pronovias

Con un detalle

A medio camino entre el falso doble escote y los diseños que incluyen un velo para conseguir este efecto, está el vestido de la imagen. Se trata de un diseño de Marchesa for Pronovias. Una propuesta muy romántica y sensual gracias a su escote halter y a su efecto transparente en la zona del escote. Lo mejor es que se trata de una pieza desmontable que funciona como capa y velo al tiempo que aporta altas dosis de sofisticación al look.

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