Un vestido romántico y con capa para la boda de María en Madrid

La hermana de la novia fue la diseñadora de este look que se hizo viral

Por Estrella Albendea

Dicen los expertos que en una pedida de matrimonio es importante, no solo sorprender a la pareja gracias a una cuidada proposición, sino estar convencidos de que ese es el próximo paso que ambas partes quieren dar. Ello se averigua con varias conversaciones previas y la certeza de que los dos protagonistas están de acuerdo. Así lo hicieron Pablo y María, la que es una de las novias con más éxito de las últimas semanas. Cabo de Palos fue el lugar elegido por él para sorprenderla y acertó, ya que gozaba de un importante significado para ellos. “La realidad es que yo sabia que me lo pediría entonces, ese invierno, pues lo habíamos hablado como cualquier pareja, pero no tenía la certeza de que fuese a ocurrir en aquel momento”, nos cuenta.

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Madrid en invierno

Desde aquel momento hasta el pasado mes de diciembre la pareja comenzó un bonito viaje con los preparativos de su gran día. Se casaron en el corazón de Madrid, en dos preciosos escenarios: La Real Basílica de San Francisco el Grande, para la ceremonia y The Westing Palace, para la posterior celebración. “La fecha escogida fue el 18 de diciembre, puesto que nos prometimos con un año de antelación en diciembre del 2020. Jamás pensamos que viviríamos una pandemia de nuevo a causa del Ómicron. Casi tenemos que cancelar la boda, pero, finalmente con esfuerzo y muchos ánimos, seguimos adelante y salió todo perfecto”, relata.

En la basílica contaron con las voces de Coro Alborada, el mejor de Madrid, según María.  Además, tuvieron su propio cortejo de pajes y damitas, familiares de la pareja, vestidos con creaciones de Marta Ussía. En cuanto a los detalles, confiaron en Fransen et Lafite como floristería, para decorar todos los rincones de su enlace. “Todo fue muy navideño con árboles de navidad y nacimientos. Los meseros los hizo mi hermana y su marido y eran partes emblemáticas de la ciudad de Madrid”, revela nuestra protagonista. 

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Para encontrar proveedores y organizar el gran día no contaron con wedding planner: “Lo organizamos nosotros mismos, con ayuda de las dos familias, en especial de las madres que tanto esfuerzo pusieron”. Además, la hermana pequeña de la novia quiso hacerle un detalle especial: un conjunto de camisón y bata en tonos rosa palo de la reconocida firma española Diseño 2 Lencería.

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Un vestido de novia con capa

Pero si algo ha destacado por encima de lo demás en la gran boda de María y Pablo es, sin duda, el look de ella. Con cuello cisne, aires románticos y victorianos, silueta recta, mangas largas, escote cuadrado delantero, escote en pico en la espalda y un tejido muy especial, la novia estaba radiante en su gran día. “Mi hermana, diseñadora y creadora de Tita Trillo Milano, me diseñó todo y ella lo decidió. Era el vestido de mis sueños. Mi hermana me conoce y lo tuvo muy claro, yo solo me dejé llevar”, cuenta.

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A esta bonita propuesta, María le sumó unos pendientes de Suarez, prestados por su suegra, unos zapatos de tacón de terciopelo azul, obra de Jorge Larrañaga y una tiara joya, de la boda de su hermana, que colocó sobre una coleta con un velo anudado. “María Serrano Parra fue quien me peinó y me maquillo ese día. No pudo gustarme más. Era totalmente yo, con mi coleta de siempre. Y el maquillaje, para ser Navidad y encontrarme algo ‘blanquita’, me hacía muy buena cara. Supo cómo hacer que destacaran mis ojos”, señala.

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Ramo de novia silvestre

A juego con la decoración y como accesorio estrella del estilismo, un ramo de novia de aires silvestre era el centro de todas las miradas frente al blanco nupcial. “El ramo lo quería navideño, por eso era de tonos rojizos, morados y verdes. Era una creación de Fransen et Lafite, al igual que el decorado de la iglesia y el del Palace. Durante la celebración se lo entregué a mi hermana pequeña, Almudena y otros dos que eran muy parecidos, se los di a mis dos primas, que son como mis hermanas”, apunta.

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Como ese momento, en su recuerdo quedan escenas románticas y la magia de haberlo celebrado en las fechas invernales tan señaladas, junto a familiares y amigos muy queridos. Si bien su look y la sofisticada decoración han convencido a crítica y público, María prefiere quedarse con la emoción de aquel día y manda un mensaje a quienes dan el gran paso este año: “que se olviden de los problemas y que se centren en ellos dos. Siempre mucha paciencia y amor en tiempos difíciles”. Precisamente la receta que ella y su ya marido han sabido llevar a la práctica.