18 años de 'Sexo en Nueva York': Así son las novias post-Carrie Bradshaw

El próximo mes de junio se cumplen 18 años desde la emisión del primer episodio de 'Sexo en Nueva York'. Casi dos décadas desde que aquellas cuatro amigas, Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte, entrasen por primera vez en nuestras vidas, revolucionando la manera en que entendemos la moda, la blogosfera, las relaciones entre hombres y mujeres e incluso la imagen de la Gran Manzana.

En todo este tiempo, las tendencias inspiradas en el universo de Carrie Bradashaw y su círculo de amigas íntimas no ha parado de crecer, algo que ha afectado de lleno al universo nupcial: Carrie no sólo fue una de las primeras novias millenial (al personaje interpretado por Sarah Jessica Parker se atribuye entre otras cosas el auge de la figura de la bloguera de moda), sino que por la pequeña y gran pantalla pasaron nada menos que nueve bodas, dos de ellas protagonizadas por ella misma. Al fin y al cabo, y al margen de la relación entre Carrie y sus amigas, y Carrie y la moda, tanto la serie como las películas tuvieron siempre como meta final el desenlace de la historia de amor entre Carrie y Mr. Big, un romance que se prolongaría a lo largo de doce años, seis temporadas y dos películas.

¿Cómo son las bodas post-Carrie Bradshaw? Recordamos algunos de los mejores momentos de 'Sexo en Nueva York' que aún nos encontramos en las bodas de hoy. Empezando por...

1. No a todas las mujeres les sienta bien lo mismo

Si algo nos enseñó 'Sexo en Nueva York' casi desde su primer episodio es que no a todas las mujeres les sienta bien lo mismo. Ni por personalidad, ni tampoco por estilo ni silueta. Algo que aún nos encotramos hoy, por ejemplo, al probarnos un vestido de fiesta.

2. Aunque a veces pueden llevar el mismo color

Con la imaginación desbordante de Patricia Field, la estilista de la serie, ver dos outfits iguales en pantalla resulta casi imposible cuando se hace una revisión de todas las temporadas de 'Sexo en Nueva York'. Tuvimos que esperar a ver a las actrices en la alfombra roja para que se produjese ese hito: Kim Catrall (Samantha) y Kristin Davis (Charlotte) con un vestido con distinto escote pero idéntico tono joya, exactamente igual que los que llevan las bridesmaids de hoy en día.

3. Se puede ser una invitada imponente a cualquier edad

En el rodaje de 'Sexo en Nueva York 2' Kim Cattrall tenía 52 años. El little black dress con cut-outs de la imagen pone de manifiesto que ser la más sexy del reparto no está reñido con la edad. Atención al resto de complementos: wedges de color blanco con tacón de madera, bolso de mano en piel de serpiente, gafas de sol oscuras y maxipendientes dorados.

Jersey-dress con manga corta y drapeado al lado, de Theory. A la venta en Net-À-Porter (355 €).

Vestido bodycon con escote tipo corsé y tirantes cruzados a la espalda, de Topshop (50 €).

Little black dress con falda de línea 'A' por encima de la rodilla y cuerpo de bandas, de Hervé Léger (1.555 €).

Vestido texturizado con cut-outs, de Topshop (36 €).

4. La novia Carrie es una novia en degradé

En 2008, Annie Leibovitz paralizó por completo Central Park, en Nueva York, al organizar un shooting centrado en Carrie y Mr. Big (Chris Nolan), en una de las escalinatas del parque. Aunque las escenas no pertenecen a la serie ni ninguna de las películas, retratan por completo la esencia esta historia de amor, y sobre todo, el estilo de su protagonista, con un imponente vestido princesa con falda en degradé de color gris sobre capas y capas de tul.

Un tipo de diseño que hemos visto esta misma temporada en la colección de vestidos de novia de la diseñadora española Isabel Zapardiez. ¿Quién no identifica a esta novia con la novia Carrie?

5. ... mientras que la novia con abrigo es la novia mejor

Basta con añadir unas pulseras cuffs en las muñecas para darle un punto de brillo al look, y listo.

6. Las novias millenials no siempre llevan velo

O si lo llevan, lo combinan con otros accesorios como piezas de joyería, diademas o tocados. Carrie se vistió de blanco por primera vez con un vestido de Vivienne Westwood y este tocado de plumas de color turquesa.

Novia con bandana en el pelo a modo de turbante, de la colección 2017 de Cymbeline.

7. El vestido princesa sigue 'in' (y nunca dejará de estarlo)

Los fans de la serie nunca olvidarán el momento en que por fin Carrie y Mr. Big decidieron pasar por el altar... para finalmente cancelar la boda pocos minutos antes del 'sí quiero'. El miedo escénico del novio fue el culpable de esta novia 'a la carrera' por las calles de Nueva York, donde vemos con detalle uno de los trajes de novia frustrados más memorables de los últimos años: un diseño de Vivienne Westwood de estilo princesa, con capas y capas de satén de seda y escote corazón acabado en puntas.

Vestido de novia capeado con falda amplia y cola, de la nueva colección de Rosa Clará.

8. En ocasiones, el ramo de flores blancas es la mejor opción

Carrie se vistió de blanco en dos ocasiones dentro de la saga 'Sexo en Nueva York', ambas en la primera película filmada tras el final de la serie. En la boda definitiva, en el City Hall de la ciudad, no llevó ramo sino un clutch de color amarillo. Con su vestido princesa de Vivienne Westwood sin embargo, si pudimos verla con el ramo más clásico, el que siempre funciona: el ramo de flores blancas.

O si no que se lo pregunten a esta novia royal, Magdalena de Suecia, que cinco años más tarde se casó con el mismo tipo de vestido, con un bouquet de rosas alemanas y David Austin, mirto y lirio del valle.

9. Aunque nuestra boda preferida siempre será 'la definitiva'

En el City Hall y sin más testigos que las otras parejas a punto de casarse, Carrie y Mr. Big se dieron finalmente el 'sí quiero' en una ceremonia civil para la que la novia escogió un dos piezas de color marfil de líneas sencillas y falda midi volada. Un look muy similar a éste presentado por Justin Alexander en Barcelona.

Los zapatos de novia de Carrie también pasarán a la historia de la novia millenial: en zolor azul y firmados por Manolo Blahnik, con destellos joya en la punta, que nos recuerdan a este diseño de la actual colección de Lanvin.

10. Las invitadas pueden ir de negro

Aunque hay que tener un sentido de la moda muy desarrollado para atraverse con un vestido tan imponente como el que llevó Charlotte (Kristin Davis) a la boda de Carrie y Mr. Big, con ruffles en los hombros y también en el bajo del vestido, de estilo sirena.

11. Aunque a veces otra invitada pueda presentarse con el mismo vestido

Lo mejor en estos casos es sacarse un selfie y... ¡sonreír! Sobre todo cuando la otra invitada es Miley Cyrus. Lo vimos en la segunda secuela de la serie, 'Sexo en Nueva York 2', con un vestido de aire futurista con lentejuelas en degradé en oro y plata de Matthew Williamson.

12. Las trenzas nunca dejarán de estar de moda

En los 90 el recogido de trenzas milkmaid no era, ni de lejos, tan popular como cuando comenzó a coger carrerilla a medidados de los años 00, y se coló en el universo de las novias.

Esta misma temporada lo hemos encontrado en los peinados de novia de Cymbeline, en Barcelona, con una trenza en espiga que nace de la frente y se transforma en un recogido en la nuca.

Y también acompañando la propuesta de Galia Lahav, en este caso en forma de trenza en espiga que cae suavemente sobre la espalda desde un recogido semideshecho y ligeramente ahuecado.