Además de sus memorables interpretaciones y sus hipnotizantes ojos color violeta, si algo caracterizó a Elizabeth Taylor fue extensa colección de 270 piezas de alta joyería, que abarcaba ejemplares de Boucheron, Cartier, Tiffany & Co., Bvlgari o Van Cleef & Arpels. Sus siete maridos fueron importantes contribuyentes, pues descubrieron que aquella era una de las debilidades de la actriz.