Atrás queda esa época en la que los fotógrafos publicaban imágenes de Taylor Swift prácticamente a diario y ella misma compartía su día a día a través de sus redes sociales. La cantante decidió dar un giro radical a su vida, encontró una manera más relajada de lidiar con la fama y actualmente mantiene un perfil discreto, hasta el punto de que tardó meses en conocerse su relación con el actor Joe Alwyn, de la que se saben pocos detalles. Lo que sí que es evidente a juzgar por sus (escasas) apariciones públicas, es que la pareja está en su mejor momento, tanto a nivel profesional -ya que él triunfa con su película La Favorita y ella está ya trabajando en su próximo disco- como a nivel personal. Tal es su implicación el uno con el otro, que Taylor rechazó la invitación a los últimos Grammy para asistir junto a su novio a los Bafta, donde las cámaras les captaron juntos, eso sí, a la salida de una de las fiestas, porque en ningún momento pasaron por la alfombra roja, gesto que han vuelto a repetir este fin de semana en los Oscar 2019.
En esas fotografías, se veía a la pareja cogida de la mano abandonando el famoso club Annabel's de Londres después de una noche de fiesta tras la entrega de los galardones de cine británicos. Gracias a ellas, podíamos intuir que Taylor había lucido durante la noche un vestido 'de Cenicienta' con falda de tul azul bebé y sandalias de Rupert Sanderson, pero no trascendieron los detalles del estilismo completo, ya que la cantante lucía un abrigo tipo batín de la misma gama cromática -en concreto, una pieza de Max Mara que comparte con royals como Meghan Markle o Victoria de Suecia- sobre el diseño y no llegó a posar ante los medios a su llegada.
Al día siguiente, Taylor recurría a su perfil de Instagram, en el que atesora 114 millones de seguidores, para desvelar el misterio y enseñar la creación que escogió para la velada a la vez que felicitaba a Joe y sus compañeros por los éxitos cosechados. "¡AHHHHH! ¡¡¡La Favorita acaba de ganas 7 Premios Bafta!! Voy a chocar unas cuantas manos" escribía, acompañando la divertida felicitación por una imagen en la que aparecía sentada y presumiendo de lookazo. Asimismo, desveló que la encargada de confeccionar ese diseño de tirantes, escote en 'V' y falda vaporosa plisada había sido la británica Stella McCartney. Volviendo a sus inicios, remató el conjunto con un beauty look muy romántico, rizando su melena rubia y recogiéndola en un moño bajo que, sumado al resto del conjunto, evocaba a la época en la que interpretaba canciones de amor como Love Story vestida de princesa.
Parece que Taylor le ha cogido el gusto a eso de saltarse la red carpet y posar directamente en sus redes sociales, ya que volvió a repetirlo este domingo con motivo de los premios Oscar 2019. Su novio sí que paseó por ella, ataviado con un clásico emoquin con fajín incorporado, pero no hubo rastro de la autora de Shake if Off en la ceremonia. Unas cuantas horas después, supimos que le había acompañado a una de las afterparties, dato del que nos enteramos, de nuevo, a través de Instagram. En esta ocasión fue más escueta con la descripción de la imagen que colgó, puesto que únicamente la tituló con el emoticono de un corazón, pero igualmente nos sirvió para apreciar su divertido look. Dejó de lado su faceta romántica para apostar por un vestido de silueta columna y escote palabra de honor cuajado de largos flecos irisados, perteneciente a la firma Ralph&Russo, al que agregó sandalias de Brian Atwood. Completó el estilismo con coleta alta y sus característicos labios rojos.
