Vanesa Martín, confesiones en ¡HOLA!: ‘Estoy empezando una relación y estoy ilusionada’

Aunque sea su noveno disco, Vanesa Martín no puede mostrarse más ilusionada con el lanzamiento de Casa Mía. "He arriesgado mucho. Me he atrevido con cosas que hacía tiempo que no hacía, pero a un nivel 4.0", nos dice la cantautora malagueña, que siente que está viviendo una revolución y un renacer artístico al haber cambiado de discográfica. 

"Mi primer disco tiene mucha variedad, diferentes ritmos. Después, fui adentrándome en un pop rock que me encanta. Por supuesto, también está en Casa Mía, pero he vuelto a esa diversidad y estoy feliz", añade sobre este trabajo, que incluye una bachata, ritmos urbanos y un dueto con Joaquín Sabina. Ahora que también prepara gira, Vanesa nos habla de su lado fashion victim y de sus retos superados. También de la felicidad que vive en la actualidad, que vuelve a estar enamorada y ve la posibilidad de convertirse en madre. "Lo veo factible, cien por cien", nos confiesa.

© The Crew

—Casa Mía es un disco de lo más variado. ¿Es por la etapa que has vivido en EE. UU.?

—Tiene más que ver con mis viajes a Latinoamérica, con la música que escucho y con experimentar. Al productor, le decía que quería atreverme a muchas cosas, pero sin perder mi esencia. También hay una especie de tango-corrido mexicano, No nos supimos querer, que es el dueto con Sabina. A más escuchas, más entiendes Casa Mía. Todo viene a su casa, al origen, que soy yo. 

—¿Tu canción favorita del disco?

—Estoy enamorada del disco entero.

—Pero habrá alguna más especial. ¿La colaboración con Sabina?

—Es especial porque está él. Me ha hecho un regalo inmenso, porque no es muy dado a colaboraciones. A él y a su mujer, Jimena, los considero de mi familia. En pandemia, hacía más videollamadas con ellos que con muchos amigos míos. Estábamos todo el día charlando y tomando un vinito. Me pone muy feliz que Sabina esté en el disco y siempre me sentiré en deuda con él. Pero todas las canciones tienen algo: Intimidad, Besos y descuidos, Casa mía, Tiempo real… Estoy enamorada cien por cien de todo el disco.

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—¿Cómo surgió la colaboración con Sabina? 

—Desde hace años, siempre que estoy grabando, le enseño las demos y las escuchamos juntos. Con este disco, con el que he tocado tantos palos, me provocaba un poco de incertidumbre. Pero le gustó mucho. Sobre todo, las letras. Cuando llegamos a No nos supimos querer, me dijo: "Qué pena que no hayas conocido a Chavela Vargas, porque hubierais sido grandes amigas y hubiera sido una gran canción para ella". Ahí pensé en decirle si la querría cantar él, pero me moría de la vergüenza. Al final, fue Ana, mi mánager, quien se lo comentó a su mujer. Los dos llevábamos tiempo queriendo hacer algo juntos, pero nunca se materializaba.

"Explosión" en vivo

—En nada comienza tu gira, que se alargará hasta diciembre.

—Estamos preparando algo tan increíble… Mis conciertos no se caracterizan por ser tranquilitos. De hecho, mucha gente me dice "¡Guau, no me lo imaginaba!". Pero el nuevo no deja descansar en ningún momento. Es una explosión, un renacer… Se nota mucho el cambio de etapa en mi vida. Hay una propuesta escénica muy guay.

—¿Cómo te preparas para aguantar tanto tiempo de directo?

—Este repertorio requiere mucho esfuerzo a nivel vocal. Hago deporte y entreno. Canto y hago mis ejercicios. Además, cuando estoy de gira, me cuido y no salgo.

—¿Y los looks de los conciertos?

—Me gusta sentirme guapa y cool, pero, ante todo, necesito estar cómoda. Y cantar con un tacón de ocho centímetros… ni es cómodo ni necesario. Para mí, la moda es ser tú misma y elevarte un poquito, pero sin dejar de ser tú.

—No te vas a disfrazar, vamos.

—De nada, pero cada vez soy más fashion victim. Sí, porque me gusta y voy descubriendo cosas con estilistas en los reportajes. Soy muy curiosa y eso me gusta, pero siempre y cuando esté cómoda.

—¿Cambias el chip cuando te subes al escenario? 

—No, soy yo cien por cien.

—¿Cómo definirías tu estilo?

—Urbano chic, urbano glam… No sé. Mezclo piezas top con otras más comunes. 

—¿Qué guardas en tu armario?

—Jeans, trajes cómodos, más oversize y también alguno más entallado… Mucha camiseta básica, monos, sombreros… Y mil pares de zapatos, soy la tonta de los zapatos (ríe). 

—Llama la atención que tengas algo de complejo con las rodillas. ¿No crees que es algo incomprensible?

—Ya, ya (ríe). Pero cada uno tiene lo suyo (ríe). No me gustan. Son heredadas de mi madre, cien por cien. Me hubiera gustado que fueran más picuditas. Por suerte, la rodilla es lo que menos se ve (ríe).

—Has colaborado con Ana Belén, Malú, Pablo Alborán, Rosario, Manu Carrasco, Alejandro Sanz, Raphael… ¿Con quién te gustaría colaborar?

—Me gustan mucho Carla Morrison y Karol G. Me gustaría volver a hacer algo con Aitana. Por supuesto, con Camilo o Carín León… También me gustan mucho Rels B y un chico colombiano que se llama Nanpa Básico. Luego, me encantaría hacer algo con Ed Sheeran. Creo que haríamos algo muy cool, muy guay.

"Estoy empezando una relación y estoy ilusionada. No me lo esperaba. De hecho, estaba un poco cerrada a volver a abrir mi corazón, pero ¿quién puede parar el amor?"

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—¿Qué consejo le darías a tu yo niña, a la que sus padres le regalaron una guitarra?

—Nunca dejes de ser tú misma porque vas a ir muy bien. Muchas veces, las discográficas intentan moldearte según lo que se lleva. Ahora, por el dichoso algoritmo. No sé si por mi estilo de música o por mi personalidad, pero me han dado una libertad guay. Por suerte, mi cambio de discográfica a Universal tiene que ver con una línea editorial, porque en Warner, que también tiene un equipo humano maravilloso, se enfocan más en el algoritmo. Quiero poder ser yo todo el rato. Si no, no tendría nueve discos y casi veinte años de carrera.

—De pequeña, ¿querías ser como alguna cantante?

—No, pero sí la música. Cuando escuchaba música de pequeña, me vibraba la piel y me imaginaba en un concierto. Ponía los peluches de mi casa y mis juguetes… Llenaba el sofá como si fuera el público y me ponía a cantar.

—¿Qué cantabas? 

—En mi casa se escuchaba mucho a Rocío Jurado, los Amaya, Mari Trini, Cecilia, Manzanita, Parrita, Ana Belén… Y eso cantaba.

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"A Joaquín Sabina y a su mujer les considero de mi familia. En pandemia, charlábamos todo el día por videollamada. Me hace muy feliz que él esté en el álbum. Es un regalo"

Muy niñera

—Estudiaste Pedagogía. ¿Llegaste a ejercer?

—¡Qué va! Cuando me iba a preparar las oposiciones, me fichó la discográfica.

—Eres muy niñera, algo que ya vimos en La Voz Kids. ¿Te has planteado ser madre alguna vez?

—Sí. A veces me lo planteo, y otras, no me llama. Pero sí me gustaría, la verdad.

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—¿Y lo ves factible?

—Sí. Cien por cien.

—¿Pronto?

—Prontísimo, que tampoco puedo esperar mucho… (ríe).

—¿Qué es el amor para ti?

—Reconocerte en otra persona. Que te sientas crecer, fluir y te sientas plena con tus defectos y virtudes. El amor es respeto, pasión, deseo, complicidad, sentido del humor, confianza y cada vez más huyo del control. En el amor, querer controlar al otro es perder siempre.

—¿Eres enamoradiza? ¿Te has enamorado muchas veces?

—Durante un tiempo, en mi veintena, sí lo era. Y creo que es normal. De unos años a esta parte, me cuesta mucho que me encante alguien. No sé por qué… Se lo digo a mi terapeuta, me gusta demasiado mi vida como para regalarla.

—Y tampoco necesitas a alguien.

—No. Si viene alguien a sumar, fenomenal. Hay una canción en el disco que se llama Cómo te digo, que dice: "Si sumamos, nos quedamos. Y si restamos, ya es 'pa na'”. Su última sorpresa

—Hace año y medio, confesaste a Vicky Martín Berrocal que estabas soltera. 

—¡Todo lo contrario! Pero no estoy con esa persona. Justo al poco, terminamos. Estoy empezando con alguien y estoy ilusionada. No me lo esperaba. De hecho, estaba un poco cerrada a volver a abrir mi corazón, pero, ¿quién puede parar el amor?

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—Por último, me gustaría preguntarte por cómo viviste cuando hiciste pública tu condición.

—Siempre he vivido mi vida con una naturalidad tremenda. Nunca me he escondido de nada ni de nadie… Pero sentí como una especie de presión: "Dilo, dilo, dilo". 

—¿Por parte de tu entorno?

—No. De la gente que no me conoce y de la que necesita que levantes una bandera en su nombre. Precisamente, no son los que me quieren. La gente que me quiere fue "fenomenal, no pasa nada". Lo hice con mucho sentido del humor… He estado con chicos y chicas. Si eres bisexual, parece peor. Pero, ¿entonces? ¿Niego a personas que han estado en mi vida? Ojo, que de unos años a esta parte, esa bisexualidad se ha ido disipando, pero he estado con chicos y chicas.

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"Me gusta sentirme guapa y cool, pero, ante todo, necesito estar cómoda. Y cantar con un tacón de ocho centímetros… no es cómodo ni necesario"

—¿Qué respuesta recibiste de tus fans? 

—No pasa nada por contarlo. No eres más especial ni menos. Pero, en los tiempos que corren, de tanta crispación, es más necesario que nunca decirlo. Con ese amor y esa contundencia. Y no pasa nada. Por eso, me decidí. Es necesario darle naturalidad.

—¿En qué momento te encuentras actualmente?

—En uno superbueno. Estoy serena y feliz. He hecho el disco que quería hacer. Estoy estrenando etapa con Universal, que vuelven a verte desde otra perspectiva y con otras metas nuevas. Me siento llena de fuerza. A nivel de familia, por suerte, están todos bien de salud. También con mi casa y mis perros… Estoy contenta.