El estreno de la tercera y última entrega de la saga sobre Batman dirigida por Christopher Nolan, promete ser uno de los estrenos más sonados del verano: la excelente calidad de las dos entregas anteriores, que presentaban a un Bruce Wayne atormentado por su pasado, y nos dejaba interpretaciones tan memorables como la de Heath Ledger en la piel del Joker, presagian un final apoteósico, que muchos aventuran cosechará un buen número de premios en los próximos meses.
Junto a escenas y diálogos inolvidables, la película promete, además, grandes dosis de encanto de la mano de uno de los personajes más misteriosos de la factoría DC. La sigilosa Seline Kyle, Catwoman, regresa a la gran pantalla, esta vez con el rostro de una seductora Anne Hathaway, que recoge el testigo de sus predecesoras con un fuerte componente de acción, inédito en el personaje hasta el momento.
Antes que ella: la inolvidable Lee Meriwether, que encarnaba a Catwoman en la película Batman de 1966, sustituyendo a la actriz protagonista de la serie de televisión de los años 60. Casi tres décadas más tarde, Catwoman volvía a los cines, esta vez interpretada por una exótica Michelle Pfeiffer: Batman Returns (1992) sería la segunda y última de las películas sobre Gotham City dirigida por Tim Burton, y dibujaba a la mujer gato como una excéntrica y oscura vengadora, con tantas personalidades casi como vidas felinas.
La última Catwoman del cine hasta la fecha: Halle Berry, quien protagonizaría el filme Catwoman en 2004, en esta ocasión bajo un nombre diferente (el personaje se llamaría Patience en lugar de Selina), y con poderes sobrenaturales, a diferencia de la Catwoman de DC Comics.
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