Uno de los acontecimientos deportivos más esperados del mundo ha reunido frente al televisor un año más a millones de espectadores. La final de la Super Bowl es mucho más que un partido de fútbol americano es espectáculo, música y buena compañía; es una fiesta entre amigos con patatas fritas y cerveza; es un encuentro en las gradas abarrotadas de aficionados; son gritos de ánimo casi inaudibles en medio del estruendo de los aplausos… El himno de Estados Unidos sonó en el Met Life Stadium, de Nueva Jersey, para dar el pistoletazo de salida al encuentro entre los Sesahawks de Seattle y los Broncos de Denver.
Algunos rostros conocidos como Kevin Costner y Jennifer Garner, que precisamente están promocionando una película sobre el mundo del fútbol americano, Draft Day, Michael Douglas y su mujer Catherine Zeta Jones y Paul McCartney con su mujer Nancy Shevell estuvieron en las gradas. La emoción del juego les invadió, no hay más que ver los gestos de Catherine, igual que a David Beckham, protagonista de uno de los millonarios anuncios que dieron color al intermedio del juego. Uno de los más esperados sin duda, ya que el futbolista inglés de nuevo ha aumentado las pulsaciones de sus seguidoras posando en ropa interior para la firma H&M.
Scarlett Johansson y un irreconocible Arnold Schwarzenegger con peluca y jugando al pin pon, firmas de coches y refrescos, además de la presentación del nuevo single de U2, Invisible, han protagonizado los 30 anuncios que entretuvieron al respetable. Muy esperados también los números musicales de Bruno Mars y Red Hot Chili Peppers que, además de actuar por separado, se unieron en escena para delirio de sus incondicionales.
Los días anteriores al esperado partido, conciertos y fiestas que reunieron a los fans del deporte sirvieron de aperitivo para la gran noche. Bar Refaeli, Paris Hilton, Marc Anthony, Jay Z y Beyoncé, entre otros, pusieron su granito de arena para convertir a este en el fin de semana de la Super Bowl. ¡Ah! y ganó Seattle, por cierto...
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