¿Cuál es la pasión secreta de Pippa Middleton? España y su cultura, sus costumbres, su gastronomía, sus vinos, sus fiestas y su duende. Por eso, para su 30 cumpleaños organizó una fiesta por todo lo alto en Sevilla y ahora, un mes después, relata detalladamente en su columna del diario The Telegraph, cómo se preparó para sorprender a sus invitados. "Contraté a algunos bailaores de flamenco para amenizar la noche, pero decidí que el plato fuerte del espectáculo iba a ser yo, así que me puse manos a la obra para aprender a bailar flamenco", escribe. Inmediatamente después, buscó a su particular Joaquín Cortés, un bailaor llamado Jesús Olmedo, y aprendió a bailar sevillanas. "Imagina que coges la manzana, comes la manzana y tiras la manzana", recuerda Pippa que le enseñó. Con las muñecas doloridas, el 29 de agosto dio su última clase, vestida de flamenca y con unos buenos zapatos para "taconear".
El 6 de septiembre llegó el gran día y Pippa aterrizó en Sevilla con muchas ganas de pasarlo bien. La primera mañana la dedicó a pasear por el centro de la capital hispalense junto a sus padres, James y Carole, su hermano James y su novio Nico. Tras visitar la Giralda, la catedral y almorzar jamón, los Middleton pusieron rumbo al exclusivo hotel Hacienda de San Rafael, una finca de olivos llena de encanto, donde Pippa celebró su 30 cumpleaños con una gran fiesta flamenca en la que demostró lo aprendido durante sus clases. "Empiezo a bailar, mis manos se extienden hacia el cielo y me dejo llevar", publica. Al término de la sevillana, la hermana de la duquesa de Cambridge recibió la felicitación de sus invitados, que al día siguiente prosiguieron con la celebración visitando una ganadería y disfrutando de una cata de vinos en Jerez. "Misión cumplida", concluye Pippa en su artículo.
La revista ¡HOLA! se hizo eco de la fiesta de cumpleaños de Pippa y publicó imágenes en exclusivas de la estancia en el sur de nuestro país de los Middleton. Los invitados quedaron entusiasmados con todas las actividades organizadas por la hermana de la duquesa de Cambridge. Además de todo esto, también tuvieron la oportunidad de pasear por el campo en un tractor forrado con la bandera de España y degustar tortilla de patata, salmorejo, churros… y, cómo no, el rebujito y la manzanilla. El último día, tras un almuerzo en el jardín, Pippa y su novio Nico se dirigieron al aeropuerto de Gibraltar, desde donde emprendieron su regreso a Londres, después de tres días en los que vivió con toda intensidad su pasión española.
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