Jaime Polanco y Fiona Ferrer se han dado el 'sí, quiero' en Tenerife

La isla canaria ha sido el punto de reunión de los más de 500 invitados al enlace, cuyas celebraciones comenzaron el pasado miércoles

Por hola.com

Tenerife se ha convertido estos días en el punto de encuentro de familiares y amigos que no han querido perderse el enlace de Jaime Polanco y Fiona Ferrer. Él es sobrino del fallecido Jesús Polanco, fundador del Grupo Prisa, y se encarga de los asuntos de la empresa en América Latina. La novia, por su parte, es la responsable de la agencia de modelos Elite en España.

El Abama Hotel de la isla canaria ha sido el enclave de tres días de celebraciones, que han culminado con el ‘sí, quiero’ de los novios con una ceremonia en la tarde del sábado y su posterior fiesta. Sin duda, un lugar de ensueño para una fecha tan importante. Los medios locales señalaban que la pareja ha ido recibiendo a los más de 500 invitados desde el pasado miércoles. Si nos adentramos en el secreto mejor guardado de cada boda, el vestido de la novia, cabe señalar que la prensa ha asegurado que sería un diseño de la conocida modista Rosa Clará. Por el momento, no se conocen los detalles del mismo.

Semanas atrás, los novios acudían en Madrid a una cena organizada en su honor por el matrimonio colombiano formado por Carlos y Loreta Mattos, a la que asistían un nutrido grupo de rostros conocidos. Entre los asistentes, figuraron los nombres de Paloma Cuevas y Enrique Ponce, Miguel Báez, ‘Litri’ y su mujer, Carolina Herrera -hija de la célebre diseñadora Carolina Herrera- Ana Rosa Quintana y su marido, Juan Muñoz, Ágatha Ruiz de la Prada, Carla Royo-Villanova, Marisa Jara y su novio, Chente, Cari Lapique, Nicolás Vallejo-Nágera, Nuria González y Genoveva Casanova.

De esta larga lista invitados, muchos de ellos también han compartido con Jaime y Fiona el día su boda. Es el caso de Genoveva Casanova, quien se sabe que lució un elegante vestido de seda negro con un lazo de organza, de Carolina Herrera, que combinó con joyas de la firma Vasari de oro blanco y brillantes, que también lució en las fiestas previas a la boda.