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Llega la primavera y, con ella, las alergias estacionales, dolencias que, pese a no ser graves, sí causan muchas molestias en quienes las padecen. Los alérgicos pueden sufrir una variedad de síntomas que pueden ir desde leves a lo suficientemente irritantes como para tener que recurrir a tratamientos sintomáticos. De la mano de Carlos Fernández Moriano, responsable del área de Divulgación Científica del Consejo General de Farmacéuticos, hacemos un repaso breve de qué son las alergias y qué medicamentos pueden aliviarlas, así como qué remedios caseros, naturales y qué plantas medicinales pueden ayudarte a pasar mejor la primavera. 

 

¿Qué causa las alergias estacionales?

Las alergias estacionales son aquellas que están relacionadas fundamentalmente con los niveles ambientales de polen, que cambian a lo largo del año. La exposición a la mayor parte de las especies alergénicas es máxima en primavera, pero muchas especies de plantas polinizan en otras épocas del año (por ejemplo, los cipreses en invierno), por lo que, aunque lo más común es que la alergia estacional ocurra en primavera, es posible padecerla en cualquier época del año, dependiendo del tipo de polen al que se sea alérgico.

La exposición al polen provoca una respuesta inmunitaria en nuestro cuerpo que desemboca en la producción y liberación en cantidades mucho mayores de las habituales de histamina, sustancia responsable de la mayor parte de los síntomas.

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¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más habituales de las alergias estacionales son rinitis con estornudos, secreción nasal líquida (rinorrea), congestión nasal y también picor de ojos, lagrimeo y picor o irritación de garganta. Tampoco es infrecuente el asma alérgico.

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¿Cómo distinguir entre una alergia y un resfriado?

Los síntomas pueden ser similares, pero de forma general en una alergia no habrá fiebre (en un resfriado puede aparecer fiebre baja) ni dolores musculares y los síntomas suelen durar más tiempo (mientras dura la exposición al alérgeno, habitualmente varias semanas o incluso varios meses). Un resfriado no suele durar más de 5-7 días, aunque algunos síntomas, como la tos, pueden persistir durante algunos días o semanas más, pero ya sin síntomas nasales.

Además, en un resfriado, tras uno o dos días de secreción nasal líquida suele producirse una secreción más espesa, mientras que en la alergia la secreción habitualmente es líquida todo el tiempo.

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¿Qué tratamientos existen para las alergias?

Las alergias, independientemente del tipo, pueden prevenirse evitando la exposición al agente causal. El diagnóstico y la identificación de la causa permitirán en algunos casos evitar el contacto o en otros casos tomar medidas antes o cuando se hayan producido los síntomas.

En el caso de las alergias estacionales, el tratamiento sintomático más habitual son los antihistamínicos H1 de segunda generación por vía oral, que apenas tienen efecto sedante, tales como los siguientes: fexofenadina, cetirizina, levocetirizina, loratadina, desloratadina, ebastina, rupatadina y bilastina. Los fármacos de este grupo impiden que la liberación excesiva de histamina ejerza sus efectos, reduciendo así las manifestaciones nasales, faríngeas, oculares y dermatológicas (en algunos casos, la alergia también produce prurito en la piel). Los antihistamínicos de primera generación (por ejemplo, doxilamina) actualmente se usan menos debido a que producen mucha somnolencia y otro tipo de efectos adversos.

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Otros tratamientos sintomáticos para la alergia

Por otra parte, el control de los síntomas oculares puede requerir de antihistamínicos en forma de colirio, y en este caso suelen usarse principalmente fármacos como azelastina y levocabastina. En casos de reacciones alérgicas que no se controlen de forma suficiente con antihistamínicos puede ser necesario recurrir a otros fármacos, como los corticoides, que permiten reducir la respuesta inflamatoria. En el caso de la alergia, se usan principalmente por vía nasal (mometasona, fluticasona, budesonida, beclometasona), en ocasiones en combinación con un antihistamínico para reducir la rinitis. En caso de sinusitis (una posible complicación de la alergia en la que se acumula moco en los senos paranasales), los corticoides por vía nasal ayudan a reducir la inflamación y a que se expulse el moco.

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Tratamiento de los casos graves de alergia 

Cuando se produce una reacción alérgica grave y aguda, que es muy poco probable en una alergia al polen, se puede administrar adrenalina mediante inyección, generalmente por vía intramuscular, mediante un dispositivo que se recomienda que las personas con alergias severas lleven siempre consigo.

Por último, se debe citar la posibilidad de la inmunoterapia por desensibilización, que consiste en la administración de vacunas individualizadas que contienen el propio alergeno (según el tipo de alergia del paciente), que se administra a dosis crecientes para “entrenar” al organismo a moderar su reacción frente al alérgeno.

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Remedios caseros para la alergia 

Algunos remedios pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia. En primer lugar, se recomienda evitar irritantes de las vías respiratorias y de la faringe como el tabaco y el alcohol. De igual modo, se debe mantener una correcta hidratación para compensar las pérdidas por la secreción nasal, que también ayudará a reducir la irritación de garganta.

Para los síntomas nasales, los lavados con suero fisiológico o la limpieza con soluciones hipertónicas pueden ayudar a aliviar la congestión y a limpiar las fosas nasales, reduciendo también la exposición a los alérgenos. Los lavados nasales deben realizarse con soluciones estériles, nunca con agua del grifo.

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Plantas medicinales para la alergia 

Para la irritación de garganta, algunas plantas como la hiedra (Hedera helix) por su actividad expectorante o el malvavisco (Althaea officinalis) se pueden usar en forma de jarabe o en caramelos para chupar, con el objetivo de aliviar la molestia de garganta y mejorar la tos producida por la irritación de garganta.

El propóleo en caramelos o en spray aplicado directamente en la garganta también puede ayudar a aliviar la irritación.

Por otro lado, las inhalaciones de extractos de eucalipto, mentol, pino o alcanfor o su aplicación en forma de pomada en el pecho o en el borde de la nariz pueden ayudar a aliviar la congestión nasal y a respirar mejor. Este tipo de productos no deben usarse en niños pequeños.

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¿Hay contraindicaciones en el uso de remedios naturales?

Como se ha sugerido, las pomadas con extractos de eucalipto, mentol, pino y alcanfor no se recomiendan en niños menores de 6 años.

Tampoco deben usar los productos con extractos de las plantas mencionadas aquellas personas que sean alérgicas a estas plantas.

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