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¿Sabes qué necesitas para ser feliz? Puedes pensar que si te toca la lotería, si ganas más, si consigues esa casa alcanzarás la felicidad. Pero lo cierto es que esta depende de ti, de cómo tú ves la vida. Por eso, los expertos te dan 3 claves que te ayudan a ser más feliz. Pero tienes que trabajarlas, porque, como ya hemos mencionado en otras ocasiones, nuestro cerebro no está diseñado para la felicidad sino para la supervivencia y la reproducción. Sin embargo, podemos aprender a ser felices. Y sí se puede alcanzar un mayor grado de felicidad o, al menos, de bienestar y satisfacción si estamos a gusto con lo que tenemos y lo que conseguimos.

No obstante, no siempre nos resulta fácil lograr aquello que nos proponemos. ¿Cuántas veces te has prometido que este año sí vas a ir al gimnasio o vas a empezar a comer bien y, al poco tiempo, lo has dejado? ¿Y no te hace infeliz no conseguir llevar a cabo tus metas? Pues bien, la neurociencia te puede ayudar a ser escultor de tu propio cerebro, conseguir cumplir tus buenos propósitos de septiembre y ser un poco más feliz. Antes, veamos cómo funciona el cerebro. De esta manera entenderemos qué necesita, qué debemos hacer para aliarnos con él y por qué es verdad que no hay (casi) nada imposible. Nos lo cuenta Jonathan Benito en su libro Redefine imposible (Ed. Planeta).

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Diseñado para la supervivencia, pero también para lo que quieras

Como decíamos, el fin del cerebro es garantizar la supervivencia del cuerpo que habita, es decir, tú. Pero lo increíble es que tienen una gran capacidad para modelarse y adaptarse. Te sonará la palabra neuroplasticidad, ¿verdad?  El cerebro, órgano de apenas 1kg, es el aparato más sofisticado y complejo de la Tierra por su plasticidad, imaginación, capacidad de abstracción y adaptación a diferentes contextos

Está compuesto por una complejísima y delicada microarquitectura formada por cientos de miles de millones de células: concretamente neuronas y células glía. Las neuronas son las células con mayor protagonismo en la gestión de la información, del intelecto y de procesos cognitivos variados, y su cantidad (aproximadamente la población de la Tierra multiplicada por 15) y funciones otorgan al cerebro su abrumadora complejidad y potencial ilimitado, señala Jonathan Benito en este manual para ser más feliz y entender el cerebro. 

Nuestro cerebro se transforma constantemente, por ejemplo, cada vez que aprendemos algo. Aprovechar la plasticidad de nuestro cerebro de forma consciente nos permite reprogramarlo para sacarlo de la zona de confort y poner a trabajar todo su potencial para ser lo más felices posible, o, en otras palabras, a redefinir imposible, afirma Benito.

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Las 3 claves para ser más felices aliándonos con nuestro cerebro 

Ya que nuestro cerebro es plástico, que puede adaptarse a las situaciones y que lo podemos modelar si nos lo proponemos, tenemos que buscar la manera de aliarnos con él, es decir, saber qué factores necesita para que pueda desarrollarse. Benito habla de la triada del éxito. Vamos con la primera clave para ser feliz: 

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1. Tener unos objetivos claros para ser feliz

Es esencial que tengamos muy claras nuestras prioridades. El profesor e investigador de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Madrid, nos recuerda la pirámide de Maslow. Esta muestra la jerarquía de las necesidades del ser humano, que van desde las más básicas (como tener acceso a comida y cobijo) a las más elevadas (como la autorrealización), pasando por las de seguridad, conexión social, estima y reconocimiento.

Estas últimas no tienen que ver con la supervivencia y reproducción, por lo que el cerebro no está programado para satisfacerlas y definir los objetivos elevados. Tener unos objetivos claros es clave porque van ligados a la motivación.

Ejercicio para definir nuestros objetivos, que nos ayudarán a ser más felices. Para definirlos, el autor nos propone el ejercicio de la rueda de la vida, que consiste en dibujar diferentes radios que representen cada uno de los aspectos de la vida (relaciones personales, trabajo, ocio…). Estos se puntúan del 1 al 10, lo que nos proporciona una imagen visual de cómo nos sentimos en el presente. Al reflexionar sobre lo que necesitaríamos para alcanzar la puntuación máxima en cada categoría, nuestros objetivos y propósitos quedan al descubierto. 

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2. Tener determinación

La segunda clave para ser feliz es tener determinación. La perseverancia es esencial para dar tiempo a que se desarrollen en el cerebro los fenómenos asociados a la plasticidad neuronal. Jonathan Benito nos recuerda la necesidad de ser realistas: habrá momentos duros, pero si prevés que vas a caer te levantarás otras tantas veces. Es indispensable tener paciencia y tratarse a uno mismo con cariño y racionalidad.

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3. Tener actitud positiva 

La predisposición que mostramos ante la vida es la que muestra la vida con nosotros, por lo que nos puede bloquear o dar alas. En este apartado se nos destaca el fascinante papel neurofisiológico de los efectos placebo (producido cuando las expectativas positivas de un paciente desencadenan la liberación de un conjunto de sustancias endógenas como las endorfinas que resultan beneficiosas para el organismo) y nocebo (cuando las expectativas negativas resultan en sustancias perjudiciales como el cortisol).

También se destaca el efecto de la profecía autocumplida: las expectativas que tenemos y otros tienen sobre nuestro rendimiento influyen en él, ya sea positivamente (efecto Pigmalión) o negativamente (efecto Gólem). En palabras del autor: " La ciencia constata que no vivimos a la altura de las capacidades con las que nacemos, sino de las creencias que forjamos". 

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