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En estos meses de verano, aparecen indeseados daños colaterales en forma de picaduras. Con las altas temperaturas, los expertos de Rentokil coinciden en que se dan las condiciones climatológicas idóneas para su reproducción. Como consecuencia, el verano es la época predilecta para que todo tipo de insectos proliferen, incrementándose así las posibilidades de que las personas puedan verse afectadas por sus siempre molestas picaduras.

"Pasamos mucho tiempo al aire libre durante el verano: en la playa, en la piscina o en el campo, por lo que se multiplican las posibilidades de sufrir picaduras. El riesgo más importante es la transmisión de enfermedades. Muchas de ellas son más propias de climas tropicales y solo se han detectado algunos casos importados en nuestro país (fiebre amarilla, zika o dengue, por ejemplo). No obstante, cada vez más se alerta de la presencia de nuevas especies de insectos que no son típicas de nuestro clima, por lo que no podemos ignorar el riesgo. Además, un porcentaje bastante importante de gente es alérgica al veneno de avispas y abejas, y muchas no lo saben hasta que sufren la primera picadura", comenta Amanda Dutruc, farmacéutica de DosFarma explica.

 

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Posibles riesgos

En general, tal y como explican los expertos de DosFarma, podemos dividir los insectos que pican en dos grandes tipos:

-Los venenosos, como las avispas o las abejas. Pican para defenderse o por instinto, pero no para alimentarse.

-Los chupadores, como los mosquitos, las pulgas y las garrapatas. Se alimentan de sangre y por eso pican a personas y animales.

Sin duda, debemos tener en cuenta que el riesgo principal de las picaduras de los insectos radica en que pueden transmitir alguna enfermedad grave, tanto a humanos como a animales. Un ejemplo claro es el de la Enfermedad de Lyme, que pueden transmitir las garrapatas con su picadura, y que se trata de un trastorno serio que produce fiebre, escalofríos y dolores musculares y, si no se trata, se puede extender al corazón, las articulaciones y el sistema nervioso.

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No hay que bajar la guardia

Aunque muchas de las enfermedades transmitidas por estos insectos son ajenas a España y, por lo tanto, poco frecuentes, no se debe bajar la guardia. Es el caso, por ejemplo, del Mal de Chagas, una enfermedad crónica que transmiten las chinches y que es propia de algunos países latinoamericanos.

Pero, dejando al margen estos problemas más serios, sí que tenemos que tener presente que  las molestias de las picaduras y las posibles reacciones alérgicas sí son un riesgo muy real en esta época del año. Según datos que maneja DosFarma, en torno al 3 % de la población tiene alergia al veneno de avispas y abejas. La tasa de mortalidad es bastante baja, pero se calcula que unas 3 o 4 personas al año podrían fallecer por este motivo en España.

Te resumimos algunas de las picaduras más habituales en estos meses de calor, para que sepamos reconocerlas y estemos alerta, con ayuda de los expertos de DosFarma y de Rentokil.

 

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Chinches

-Sabemos que las chinches generan picaduras pequeñas, planas o con protuberancias.

-En las zonas afectadas suelen aparecer síntomas como enrojecimiento, hinchazón o picazón. Dejan una pequeña mancha roja en la piel, ligeramente más oscura en el centro. También aparecen varias juntas, en línea o en grupo.

-Quienes experimenten una reacción alérgica pueden sufrir picazón, ampollas o incluso urticaria grave.

-Aunque las picaduras pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, suelen localizarse más habitualmente en aquellos vasos sanguíneos superficiales. Así, el cuello, las manos, brazos o piernas suelen ser donde podremos encontrarnos con este tipo de picaduras.

-Los expertos explican que es recomendable prestar atención a la forma en la que se manifiestan estas picaduras. Y es que debemos tener en cuenta que cuando varias picaduras aparecen de forma seguida y en línea, puede deberse a que la chinche haya mordido más de una vez sobre la misma zona al haber sido perturbada mientras se alimenta.

-Sin embargo, en caso de encontrar picaduras en diferentes partes del cuerpo puede indicar que han sido varias las chinches que se han estado alimentando.

-Sus picaduras se confunden fácilmente con las de las pulgas o las garrapatas.

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Pulgas

-Son otra de las posibles picaduras a las que podemos enfrentarnos. Estos pequeños insectos que, a diferencia de los mosquitos, las avispas y las abejas, no vuelan, pero sí saltan. producen picaduras que, aunque no duelen, sí que pueden generar incomodidad por su picor.

-A diferencia de las de otro tipo de insectos, las de las pulgas producen una hinchazón algo menor.

-En este caso, el tipo de picaduras son de pequeño tamaño y se manifiestan en forma de pequeñas manchas rojas.

-Generalmente, las zonas más habituales donde pican las pulgas son los pies o la parte baja de las piernas.

-Además, suelen aparecer varias picaduras en una línea y dejan restos de sangre en la ropa o en las sábanas.

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Mosquitos

-Son, sin duda, las picaduras más habituales en los meses de verano. Y una de las razones es que los expertos calculan que existen alrededor de 3.500 especies de mosquitos alrededor del mundo.

-No hay duda de que se trata de uno de los insectos más comunes por lo que nunca faltan durante la temporada de verano.

-En este caso, son las hembras las que pican, especialmente en la tarde o la noche, y lo hacen para extraer sangre, produciendo unas picaduras características por la hinchazón y rojez en la parte afectada.

-Además, como consecuencia de la saliva que desprenden los mosquitos en el momento de la succión de la sangre, producen en nuestra piel ese picor tan característico.

- Hay personas que reaccionan de forma leve a los mosquitos. En cambio, en otras puede aparecer una gran zona roja e inflamada que también duele. Los casos más serios pueden implicar fiebre o ronchas.

 

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Mosca negra

-Los simúlidos, conocidos popularmente como moscas negras, son familia de los insectos nematóceros (o mosquitos) de tamaño pequeño y de un color oscuro.

- Este insecto se parece al mosquito y está presente en regiones como Cataluña, Aragón o Madrid. La clave para diferenciarlo de los mosquitos es que tienen el cuerpo algo más grueso, alas anchas y patas cortas.

-Hay un motivo que hace confundamos a la mosca negra con los mosquitos, y es la picadura. Su picadura, o más bien mordedura, provoca un dolor bastante molesto sobre la piel.

-Se caracteriza por tener un punto interior con sangre, al haberse producido la succión por parte del insecto, así como por una importante inflamación e irritación alrededor de la zona afectada.

-Su mordisco es muy doloroso y suele obligar a acudir al médico. Al morder, inyecta una sustancia anestésica que hace que no sintamos dolor en ese mismo momento; sin embargo, su saliva produce las reacciones alérgicas. Una vez pasado el efecto analgésico, aparece el dolor y, en los casos más graves, cansancio, dolor de cabeza o fiebre.

-Los efectos de la picadura pueden perdurar desde unas horas hasta varios días.

-Además, es especialmente peligroso para aquellas personas que sean sensibles a las picaduras, ya que los síntomas pueden empeorarse dando lugar a otro tipo de reacciones.

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Avispas y abejas

-Las picaduras de estos animales aumentan mucho en verano, pues es la época en la que están más activos y la gente pasa más tiempo al aire libre.

-Además, desde hace algunos años se alerta de la aparición de la avispa asiática, una especie invasora que ahora está muy presente en zonas de la cornisa cantábrica y Galicia.

-Es especialmente importante tener cuidado con sus picaduras, especialmente los alérgicos. Actualmente, el tratamiento más efectivo para las personas con alergia es la vacuna, que tiene una tasa de éxito cercana al 95 %.

 

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Garrapatas

-Es otra picadura que debemos tener muy en cuenta, pues solo en España hay más de 20 especies de garrapatas y se ha registrado un aumento en las picaduras durante este verano en varias comunidades autónomas.

-En general, su picadura es indolora y produce pocos síntomas: enrojecimiento, hinchazón o una pequeña llaga en la piel.

-Ten en cuenta que las garrapatas son especialmente peligrosas para los animales, ya que se quedan enganchadas en la piel y pueden transmitir a los perros distintas enfermedades, como la babesiosis o la ehrlichiosis.

 

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Cómo evitar las picaduras en verano (I)

No es tarea fácil huir de los insectos cuando llegan las altas temperaturas. Pero sí que podemos tener en cuenta una serie de consejos para evitar las molestas y, en algunos casos, peligrosas picaduras. Desde DosFarma han recopilado algunos consejos para reducir la aparición de insectos, el riesgo de picaduras y cómo tratarlas:

 

1. Trata de evitar las zonas de agua estancada. Los insectos se acumulan en estas zonas donde se estanca el agua. Por ejemplo, los mosquitos usan las zonas con agua para depositar los huevos. En cambio, otros insectos, como la mosca negra, prefieren las zonas de agua corriente, como los ríos.

2. Usar ropa ligera y de colores claros. Lo cierto es que para prevenir las picaduras, lo mejor es evitar llevar la piel expuesta. No siempre es fácil, sobre todo con el calor, pero siempre que se pueda, es recomendable usar ropa ligera y de colores claros que cubra lo máximo posible, especialmente por las noches, que es cuando más actividad tienen.

3. Proteger a nuestras mascotas. Sin duda, los animales son los otros grandes afectados. Hay distintos tipos de productos antiparasitarios para ellos que pueden combinarse entre sí para una protección más completa, especialmente si van a estar al aire libre: collares, pipetas y espráis repelentes.

 

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Cómo evitar las picaduras en verano (II)

4. El repelente, buen aliado. Sin duda, este producto debe ser nuestro compañero inseparable durante el verano, especialmente para los niños y si vamos a pasar tiempo al aire libre y en zonas con vegetación. En el caso de la mosca negra, los más efectivos son aquellos que contienen Dietiltoluamida (DEET) con una concentración mínima del 45 %.

5. Las plantas también ayudan. Quizá no lo sabías, pero hay plantas que repelen los insectos. Hay varios ejemplos: la citronela es una de las más eficaces contra todo tipo de insectos, así como la albahaca para los mosquitos y las moscas, la lavanda para las pulgas, la menta para los mosquitos y las hormigas o el romero para mosquitos y polillas.

6. Tomar un extra de vitamina B. Lo cierto es que poca gente sabe que la vitamina B es capaz de repeler los mosquitos. Por este motivo, tomar alimentos ricos en este nutriente como arroz, legumbres, hígado, salmón, sardinas, huevos, cereales integrales y verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, brócoli) o multivitamínicos que lo incluyan consiguen que el sudor se vuelva más ácido y desprenda un olor que resulta desagradable para los insectos.

 

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Cómo tratar las picaduras

Pese a todas las medidas que intentemos tomar para prevenir las picaduras, en ocasiones no podemos evitarlo. Si ya nos han picado, hay una serie de acciones que debemos seguir para evitar males mayores:

-Lo primero que debemos recordar es no rascarnos para evitar posibles infecciones.

-Hay que lavar la zona con agua y jabón y poner un poco de hielo para bajar la inflamación.

-Después, se puede aplicar una pomada o crema para aliviar el picor.

-Si continúan las molestias, se puede recurrir a una pomada o crema antiinflamatoria o antihistamínica.

En el caso concreto de las garrapatas, hay que tener cuidado a la hora de retirarlas porque se quedan enganchadas en la piel. La mejor forma de hacerlo es con unas pinzas pequeñas, como las que se usan para depilar, y agarrarla lo más cerca posible de la piel para no aplastarla. Hay que tirar de ella hacia arriba, lentamente, hasta que se desenganche. Después, hay que lavarse bien las manos, limpiar la zona con agua tibia y jabón y curarla con alcohol sanitario o povidona yodada.

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