Huella psicológica
¿Cómo se puede manifestar la huella psicológica, o la fatiga emocional a causa de la pandemia, a lo largo de nuestras vacaciones? ¿Podemos hablar incluso de estrés postraumático? “No podemos nombrar estrés postraumático propiamente dicho a los efectos de la pandemia, principalmente porque persiste el riesgo de contagio, si bien el impacto en salud y en vidas es mucho mejor con la vacunación. Estrés postraumático hace referencia a la persistencia de los síntomas de estrés agudo aun cuando ya ha desaparecido el peligro, causando un deterioro significativo en las áreas importantes de funcionamiento (personal, familiar, social, académica, laboral)”, matiza la psicóloga. Así, en un primer momento de la pandemia dominó la perplejidad, el miedo, el sentimiento de vulnerabilidad, hiperalerta, estrés, confusión, etc., pero también la contención y el buen cumplimiento. Pero sostener en el tiempo todo este estrés para adaptarse a los cambios, la sobrecarga laboral de ciertos colectivos, al mismo tiempo que encajar múltiples pérdidas (personales, afectivas, laborales, de libertad de movimiento, de interacción…) puede generar fatiga física y mental, estrés, y malestar emocional, que puede manifestarse de la siguiente forma:
-Con cambios de humor.
-Desesperanza, desmotivación y rabia.
-Menor rendimiento cognitivo (atención, memoria, concentración).
-Desorganización de hábitos, sensación de menor rendimiento global.
-Sensación física de ansiedad (presión en el pecho, falta aire, cefaleas, molestias intestinales).
-Alteración del sueño o del apetito.
-Disminución de la eficiencia, conflictividad relacional, inquietud, ansiedad anticipatoria, irritabilidad, etc.
“Este sufrimiento no indica patología, para la mayoría será transitorio y tenderá a la recuperación. Solo una parte de la población ha desarrollado o desarrollará un problema de salud mental susceptible de necesitar tratamiento”, añade.
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