¡Con las manos en la masa!
Sin duda, hay muchas personas que encuentran muy gratificante cocinar, una actividad que, además, fomenta la crea creatividad y el autocuidado, pues sin duda, cuidaremos más nuestra alimentación. Para muchas personas meterse en la cocina es una auténtica válvula de escape. Además, cuanto más complejo sea el reto culinario, más entrenaremos habilidades de motricidad fina, planificación, toma de decisiones y creatividad. Y la guinda es disfrutar de la placentera sensación de disfrutar comiendo de los platos que hemos preparado, si es en compañía, mejor aún. Tal vez no lo has pensado, pero aunque no lo parezca, cocinar implica varias tomas decisiones hasta llegar al resultado final: desde optar por un plato concreto, hasta disponer de los ingredientes e ir ejecutando la receta. Todo ello implica pensar, planificar en un orden concreto y eficiente e ir acercándonos paso a paso hasta el objetivo marcado, ejercitando diferentes habilidades de manera simultánea. Y a medida que prosperes, puedes ir complicando el reto.
Lee también: ¿Te apuntas al 'slow food'?