Bricolaje

¡Manos a la obra! 5 ideas para renovar la decoración de tu casa

Si te apetece darle un nuevo toque de estilo a tu hogar, tú misma puedes hacerlo gracias a estos sencillos y asequibles trabajos de bricolaje

Por Mónica Corredera

¡No dejes que tu casa sucumba al deterioro! Es importante estar atento a lo que se estropea y renovar o realizar pequeños arreglos. Hoy te traemos 5 trabajos de bricolaje que puedes hacer tú misma para mejorar tu casa. Toma nota de ellos.

Empapelar una pared… o toda una habitación

Además de ser una opción perfecta para cambiar la decoración de un espacio, es un trabajo sencillo que requiere poco tiempo. Una vez hayas elegido el papel pintado, instalarlo es más que fácil.

Materiales:

  • Papel pintado
  • Cola de empapelar (compra una que sirva para todo tipo de papel pintado y podrás aprovechar el sobrante en el futuro). La encuentras para preparar o ya lista. Esta última es algo más cara, pero si el trabajo es puntual, merece la pena
  • Herramientas: rodillo, brocha ancha, cepillo para alisar el papel, rodillo para rematar las juntas, tijeras y cúter

Pasos:

  1. Comienza por preparar la pared, asegurándote de que está limpia y lisa (olvídate del papel pintado si tiene gotelé, grandes desperfectos o restos de papel antiguo. Prepárala primero).
  2. Mide y cortar la primera tira de papel. Aplica la cola sobre la pared o en el reverso del papel (aunque el fabricante indica cómo hacerlo según el tipo de papel, es recomendable aplicar la cola en ambos soportes para lograr una mejor adherencia). No escatimes con la cantidad, ya que si no pones suficiente cola el papel acabará por despegarse.
  3. Ve pegando la primera tira desde arriba, comenzando por una esquina de la pared y ajustándolo lo máximo posible al borde. Alisa las arrugas con el cepillo.
  4. Para medir y cortar las siguientes tiras, has de tener en cuenta el rapport (o case) del estampado elegido. Es la distancia en vertical que existe entre dos puntos idénticos del diseño, y has de tenerlo en cuenta para poder casar el dibujo. El fabricante indica si el papel tiene un rapport recto (papeles lisos o de rayas verticales) o salteado, y la distancia en centímetros que hay que desplazar las tiras para que casen los dibujos. Es un dato clave para calcular el número de rollos que necesitarás.
  5. Al poner la segunda tira, no montes los bordes sobre la primera. Trabaja despacio ajustando bien el dibujo: mientras la cola esté húmeda puedes rectificar y mover el papel. Después, presiona las juntas con el rodillo especial y deja secar.
  6. Repite la operación hasta empapelar toda la pared y corta el sobrante con un cúter para rematar.

Un cabecero de madera para tu cama

Redecorar tu dormitorio con esta idea será muy sencillo. Puedes reutilizar una puerta vieja, usar un tablero que te haya sobrado de cualquier otro proyecto o comprar uno nuevo. Sea como sea, este trabajo abre ante ti un todo un panorama de posibilidades geniales.

Materiales:

  • Tablero
  • Caballetes
  • Barniz para madera incoloro mate
  • Taco de lija
  • Tacos, alcayatas y ganchos
  • Herramientas: sierra de calar, taladro, brocha, metro, nivel de burbuja

Pasos:

  1. Comienza por buscar dos caballetes y coloca sobre ellos el tablero en sentido horizontal para poder trabajar mejor. Toma medidas y córtalo si es necesario con una sierra de calar.
  2. Después lija los bordes y la superficie para eliminar astillas y conseguir que la madera quede suave al tacto. Hazlo con un taco de lija, siempre en el sentido de la veta.
  3. El siguiente paso consiste en barnizar el cabecero aplicando dos manos de un barniz incoloro mate, mejor si es especial para madera y acrílico (se limpia con agua y es más fácil de aplicar). Espera el tiempo recomendado por el fabricante para dar la segunda mano de barniz, y cuando hayas terminado deja que se seque completamente durante 24 horas.
  4. Ya solo tienes que medir la altura a la que quieres colocar el cabecero y colgarlo con los tacos, alcayatas y ganchos adecuados.

Renovar los armarios de la cocina con pintura

Tu cocina parecerá nueva si te decides a pintar los muebles y, además, es más fácil de lo que piensas. Lo primero que has de hacer es decidir qué tipo de esmalte vas a utilizar. Este paso previo al trabajo es clave, porque del producto que elijas dependerá el resultado. Los esmaltes pueden ser acrílicos (con base al agua) o sintéticos (compuestos de polímeros y resinas, y con base al disolvente). Los primeros son más sencillos de usar, ya que brochas y rodillos se limpian con agua, secan rápido y no huelen. Los segundos tardan más en secarse y necesitarás disolvente para limpiar los utensilios. Sin embargo, son más resistentes que los acrílicos y aguantan mejor los arañazos y el trote diario. Como recomendación general, para los muebles de la cocina es aconsejable utilizar esmaltes sintéticos en el acabado que prefieras: brillo, mate, satinado, de alto brillo, efecto laca, etc.

Materiales:

  • Esmalte sintético satinado del color que prefieras
  • Desengrasante
  • Cinta de enmascarar
  • Herramientas: rodillo de espuma, destornillador

Pasos:

  1. Manos a la obra: comienza por retirar con un destornillador pomos y tiradores de puertas y cajones. Si vas a cambiarlos, asegúrate de que los nuevos se acoplan a los agujeros. De no ser así, ahora es el momento de taparlos con masilla. Quita también las bisagras y desmonta la puertas.
  2. A continuación limpia a fondo la superficie utilizando un producto desengrasante, aclara y deja secar. En caso de que haya alguna zona del mueble que no quieras pintar protégela con cinta de enmascarar.
  3. Aplica el esmalte con un rodillo de espuma en sentido vertical u horizontal, pero sin cruzar las pasadas para no dejar marcas. Escurre a fondo el rodillo para lograr una capa fina y ve peinando la superficie para igualarla al máximo.
  4. Deja secar el esmalte y aplica la segunda mano.
  5. Cuando esté completamente seco, coloca los tiradores y monta los armarios de nuevo. Sé cuidadoso al principio y no limpies las superficies esmaltadas hasta que no pasen al menos 15 o 20 días. Transcurrido ese tiempo el esmalte habrá alcanzado su máxima dureza y resistencia.

Decorar la pared con un friso de madera

Es una gran solución para proteger tus paredes en aquellos espacios más expuestos, como el pasillo o el cuarto de los niños, así como para ocultar posibles defectos y mejorar el aislamiento. Aunque el friso se puede colocar de suelo a techo, lo más habitual es ponerlo hasta media altura (1,20 m desde el suelo).

Materiales:

  • Lamas
  • Rodapiés, remates para las esquinas, guardavivos
  • Grapas y clavos
  • Tacos y tornillos
  • Adhesivo de montaje
  • Herramientas: sierra de calar, taladro, metro, nivel de burbuja

Pasos:

  1. Comienza por medir la pared y marcar la altura del friso, y fija los rastreles (los listones de madera que sujetarán las tablas) con tacos y tornillos. Si las lamas van en vertical, los rastreles se ponen en sentido horizontal, y al revés. Para un friso vertical, fija el primer rastrel horizontal con ayuda de un nivel de burbuja a unos 5 cm de cada extremo.
  2. El segundo rastrel se instala cerca del suelo, dejando una distancia de unos 2 cm. Después coloca los rastreles intermedios.
  3. El siguiente paso será instalar las lamas con unas grapas especiales que se clavan al rastrel. El proceso es fácil y rápido. Ve uniendo las tablas, insertando unas con otras mediante el sistema de machihembrado y sujetándolas con las grapas a los rastreles, hasta que completes el perímetro de la habitación.
  4. Por último, coloca las piezas de remate en la parte superior, en las esquinas y el rodapié para tapar las juntas con el suelo. Estas piezas van clavadas o fijadas con adhesivo de montaje.

Instalar una barra para colgar tus cortinas

Parece mentira que un trabajo tan sencillo y rápido consiga un resultado tan espectacular a la hora de decorar cualquier espacio de tu casa, ¿verdad? Una ventana vestida con las cortinas adecuadas es capaz de cambiar por completo el ambiente de tu salón.

Materiales:

  • Barra de cortina y anillas
  • Soportes y terminales
  • Cortina
  • Tacos y tornillos
  • Herramientas: taladro, metro, nivel de burbuja, lápiz

Pasos:

  1. Lo primero es instalar la barra de cortina en el lugar adecuado. Puedes fijarla a la pared o al techo, aunque la primera opción es la más habitual. La barra debe sobrepasar el ancho de la ventana en unos 15 o 20 cm. Ayúdate de un nivel de burbuja y marca una línea horizontal en la parte superior de la ventana, a 10 cm del borde, y en ambos lados y en el centro.
  2. Marca los puntos para fijar los soportes sobre la línea dibujada, a una distancia de unos 10 cm de cada esquina superior de la ventana.
  3. Haz los taladros correspondientes y fija los soportes de la barra con tacos y tornillos. Si tu ventana tiene un tambor para la persiana y este sobresale, tendrás que colocar unos soportes más largos que salven esa distancia.
  4. Ya solo tienes que introducir en la barra las anillas para la cortina (dejando una anilla por fuera de cada soporte), colocar la barra y poner los terminales o piezas de remate en los extremos. ¡Listo!