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Hay ocasiones en las que tu cuerpo te dice que algo falla. Una carencia de un determinado nutriente genera consecuencias en tu organismo. Es entonces cuando puedes recurrir a los suplementos, siempre siguiendo el consejo de tu médico o farmacéutico. Te darán un extra de vitaminas, minerales y, en general, antioxidantes, que te proporcionan nutritentes que también se encuentran en alimentos. Tal y como nos explica María Real Capell (@mariarealcapell), farmacéutica, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrina, podemos encontrarlos en forma de comprimidos, polvos efervescentes o jarabes y nos explica que se llaman multivitamínicos porque a menudo contienen una combinación de varias vitaminas y minerales.

 

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¿Cómo sabemos si nos hace falta un suplemento?

Tenemos que escuchar las señales que nos manda nuestro propio organismo. “El cuerpo es un gran chivato de la salud, el aspecto de la piel y el cabello a veces nos pueden indicar que nuestro cuerpo necesita vitaminas”, nos dice la experta, que nos indica que algunos de esos signos pueden ser:

-Calambres musculares en los pies y las piernas. Este signo se podría deber a una carencia de magnesio, calcio y potasio.

-Uñas blandas y quebradizas. Sería recomendable aumentar la dosis de vitamina C, ácido fólico, proteínas y vitamina A.

-Caspa y descamación en el cuero cabelludo. Déficit de vitaminas del grupo B, magnesio, biotina y zinc.

-Problemas de visibilidad nocturna. María Real nos explica que se encuentra con casos de personas que le comentan que de noche ven peor. “A estos pacientes, aparte de derivarlos al oculista, les incremento las cantidades de vitamina A, ácidos grasos omega 3 y vitamina B2”, nos dice.

-Acné. Hay que aumentar las dosis de vitamina A, zinc y ácidos grasos Omega 3.

-Urticarias y dermatitis. Conviene revisar el consumo de vitamina B y ácidos grasos omega 3.

 

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Vitaminas hidrosolubles

Llega el momento de recurrir a estos suplementos vitamínicos, que, en su mayoría, están compuestos por estos 5 elementos: vitaminas hidrosolubles, vitaminas liposolubles, minerales, ácidos grasos Omega 3 y antioxidantes.

Las vitaminas hidrosolubles se llaman así porque se disuelven en agua, y entre ellas podemos destacar las siguientes:

-Vitamina C: su carencia produce escorbuto.

-Vitamina B1: su carencia produce beriberi y polineuritis.

-Vitamina B2: su carencia produce dermatitis.

-Vitamina B3: su carencia produce pelagra.

-Vitamina B6: su carencia produce debilidad, cansancio, neuropatías periféricas, estomatitis...

-Vitamina B12: su carencia produce anemia megaloblástica, problemas en las terminaciones nerviosas y serios problemas neuronales.

-Ácido fólico: su carencia produce anemia megaloblástica.

-Biotina: su carencia produce dermatitis y caída de cabello, de hecho es un componente básico en los suplementos anticaída.

 

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Vitaminas liposolubles

-Vitamina A: mantenimiento de las membranas mucosas, mantenimiento de la piel y favorecedora de la función visual.

-Vitamina D: tiene función inmunomoduladora y su carencia produce problemas en el sistema inmunológico, como por ejemplo enfermedades autoinmunes.

-Vitamina E: función antioxidante y estabilizadora del sistema inmunitario.

-Vitamina K: relacionada con la coagulación.

 

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Minerales y Omega 3

Los suplementos también suelen incluir dosis de minerales y de ácidos grasos Omega 3. En cuanto a los primeros, son también fundamentales para un correcto funcionamiento de nuestro organismo y su carencia también tiene repercusiones en nuestra salud. Entre los principales podemos citar el hierro, el magnesio, el fósforo, el potasio, el selenio, el zinc, el calcio, el cobre y el manganeso.

Mientras, los ácidos grasos Omega 3, según la experiencia de la experta, son de los suplementos más comercializados y extendidos en la población. El Omega 3 participa en muchas reacciones del metabolismo y forma parte de algunas estructuras del cerebro y de los ojos.

 

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¿Por qué necesitamos antioxidantes?

Por otro lado, María Real nos cuenta que es indispensable el consumo de antioxidantes para una buena salud. El cuerpo utiliza oxígeno para vivir y, en consecuencia, se producen radicales libres con alta capacidad oxidante, que deterioran y minan poco a poco las biomoléculas. Estas especies reactivas de oxígeno (ROS, del inglés reactive oxigen sxpecies) dañan las células. Por eso, es importante el consumo de antioxidantes para lograr un balance entre las sustancias oxidantes y las sustancias antioxidantes.

Las células del sistema inmunitario generan ROS para realizar funciones defensivas frente a infecciones y cánceres. “Por ejemplo, si nuestro cuerpo ahora mismo fuera infectado por coronavirus nuestro sistema inmune generaría ROS como sustancia de desecho mientras lucha contra la infección. La generación de ROS es inevitable y tiene por lo tanto una función fisiológica”, nos cuenta la experta, quien añade que es de vital importancia una dieta que combine varios antioxidantes para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.

 

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Una combinación de antioxidantes, fundamental

El primer paso, antes de recurrir a los suplementos, es tomar una combinación de antioxidantes en la dieta. “Eso es fácil de aplicar si tengo en cuenta que las ensaladas y los platos de verduras y frutas deben ser coloridos. Nutricionistas americanos denominan este acto con el famoso #eattherainbow. Significa que si mi plato de vegetales tiene tantos colores como el arcoíris, lo estaré haciendo bien, porque estoy combinando antioxidantes. Cada antioxidante tiene una composición y estructura química diferente, cada uno ofrece diferentes beneficios para la salud. Por eso se deben combinar”, nos cuenta, añadiendo que podemos identificar y clasificar  los antioxidantes por su color.

-Verde: el antioxidanate protagonista es la clorofila. Presente por ejemplo en el kale o las espinacas.

-Morado: el antioxidante protagonista son los antocianos. Presente en uvas, moras o arándanos.

-Rojo: el antioxidante protagonista es el licopeno. Presente en tomate, pimiento rojo, sandía...

-Naranja: el antioxidante protagonista es el betacaroteno. Presente en calabaza, zanahorias, melón de cantalup...

 

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Siempre bajo prescripción de tu médico o farmacéutico

¿Por qué hay que consultar siempre al farmacéutico o médico antes de tomar un suplemento? La principal causa es que se pueden producir interacciones si se está tomando determinada medicación. "Ocurre por ejemplo en pacientes los cuales toman anticoagulantes, que tienen que informar siempre al farmacéutico antes de adquirir cualquier suplemento, ya que podría poner en peligro el efecto del fármaco. Además, tomar suplementos de vitamina E en fumadores aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Y, por otra parte, muchos antioxidantes interactúan con medicamentos. Un ejemplo: la vitamina E tomada junto con medicamentos anticoagulantes como el sintrom aumenta la actividad anticoagulante y aumenta el riesgo de hemorragia", nos detalla la experta. Por eso, es fundamental consultar siempre antes de tomar estos suplementos.

 

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