No solo en el ámbito de la moda o la belleza se marca la pauta a seguir cada temporada. En el amplio universo de la nutrición también se "cocinan" novedades que abren la senda y que van desde la recolección de las materias primas, hasta experiencias futuristas en torno a la mesa.
El nuevo año nos trae un suculento panorama que será de todo menos aburrido. Coge cuchillo y tenedor e hinca el diente a este festival de "buenas nuevas" porque se presentan todas irresistibles.
Dieta a medida
Hace años que las dietas de cajón -esas que lo mismo valían para una pérdida de peso, un síndrome premenstrual y casi para cualquier cosa que le contases al especialista- están olvidadas. La tendencia ha evolucionado hacia pautas hiperpersonalizadas, donde el estudio previo del paciente es exhaustivo y riguroso, ya que los objetivos de salud no solo se enfocan en la pérdida de peso o en estar en forma; ahora, queremos vivir más años y con la máxima calidad de vida.
Las consultas de nutrición se enfrentan al reto de la longevidad, que abordan desde una estrategia dietética diseñada a medida, hasta planes completos de wellness que controlan todos los aspectos del estilo de vida. Las pruebas a disposición de los especialistas se sofistican y miden la composición corporal con mayor precisión, el consumo de oxígeno y el gasto calórico, las predisposiciones genéticas y el funcionamiento metabólico...
Nuestro nutricionista tiene el poder de conocernos más que nosotros mismos. Y eso es una baza a nuestro favor, ya que le permitirá poner nuestro nombre y apellidos al tratamiento que nos paute.
A ello contribuyen también la nutrigenética, que estudia el ADN de cada persona para descubrir cómo procesa su organismo los nutrientes, y los análisis de microbiota, que dan una valiosa información -aunque variante- de nuestra salud intestinal y, por ende, orgánica. La palabra de la nutrición del futuro es "personalización".
Alimentos funcionales
Según los últimos estudios científicos, estarán en la base de la medicina preventiva. Son aquellos que, además de proporcionarte energía y nutrientes, aportan un valioso extra para tu salud. Hay muchos, pero te proponemos algunos de los más significativos. Empezamos por las setas que, junto a su aporte de vitaminas, minerales, y fibra, contienen betaglucanos, compuestos impagables para tu sistema inmunitario.
Seguimos por el té, en concreto el verde, que da el do de pecho con sus catequinas y polifenoles de gran poder antioxidante. El brócoli debería estar en la dieta semanal con frecuencia, pues el sulforafano que aporta es antiinflamatorio, amigo del hígado, el corazón y el cerebro. El yogur -natural, sin azucarar ni edulcorar- es rico en probióticos que ponen contenta a tu microbiota.
Los pescados azules aportan ese plus del que hablamos en forma de omega 3, grasas que se desviven por tu salud cardiovascular. Y las uvas, especialmente las negras, llevan resveratrol, que ayuda a tus células frente al daño oxidativo y a que envejezcas más lentamente.
Objetivo: llegar a los 100. La clave de las blue zones, o zonas de longevidad, se basa en la compra de alimentos y no de productos
Tecnología 'inteligente' en la alimentación del futuro
Aunque miramos con cierto vértigo la velocidad a la que avanza la IA, es indudable que nos facilita la vida. Su aplicación en nutrición clínica gestionando eficazmente inmensas cantidades de datos convierte en oro el tiempo que permite ahorrar.
Además, está siendo ya una herramienta fabulosa en cuanto a educación alimentaria, pues actúa como “cicerone” resolviendo dudas de pacientes, de dietas, de lectura de etiquetado, proponiendo recetas, ayudando a elaborar la cesta de la compra saludable, y todo adaptado a cada persona según sus necesidades, preferencias, estado de salud o nivel cultural.
Pero el tema va más allá. Las cocinas del futuro contarán con la robótica como aliada y hay empresas como Moley Robotics que ofrecen cocinas completamente robotizadas o restaurantes, como Spyce, en Boston, donde sirven comida preparada por robots.
Comer, mirar, tocar, charlar…
En 2026, salir a cenar en familia o con amigos será todo un acontecimiento. La vida online, que nos aísla físicamente, hará de estos encuentros presenciales nuestro “planazo” del fin de semana. Y para darle más bombo y platillo al asunto, los restaurantes, y no solo los de alta cocina, ofrecerán una narrativa contada a través de platos, pero también de imágenes, sonidos, del tacto, de emociones…
Se trata de vivir en directo experiencias culinarias multisensoriales con el sabor como llave maestra. Sinestesia, en Madrid, sorprende dando respuesta a la pregunta “¿A qué saben los colores?”. Sublimotion, en Ibiza, liderado por el chef Paco Roncero, ofrece a los comensales una genial combinación de realidad virtual, efectos especiales y espectáculo.
En Alchemist, Copenhague, se fusionan con dramatismo teatral la alta cocina con tecnología, ciencia y arte. Los precios son elevados, pero el concepto ha llegado para quedarse, y reforzar el vínculo en torno a la mesa. ¿Te lo vas a perder?
Así será la nutrición a partir de ahora
Al igual que en otros sectores se apela al sentimiento y la emoción, la nutrición del futuro buscará el lado sensorial de los alimentos.
¿A qué hora comemos?
La crononutrición llegará para quedarse, y nuestro reloj biológico será el que marque las horas de las ingestas. Nada de comida pasadas las siete de la tarde
Frente a la virtualidad que nos espera, la vida social en torno a la mesa será el plan más deseado de nuestras agendas.
Nueva prioridad: la educación nutricional cambiará nuestros hábitos. Elegiremos materias primas ‘eco’, comeremos antes y lo haremos en compañía
Suplementos, ¿se quedan?
Las opiniones están divididas, pero, si seguimos con el empobrecimiento de nutrientes actual y el estilo de vida que llevamos, serán buenos aliados, previa consulta con el especialista.
- Las vitaminas D y C son las más populares. La primera como apoyo al sistema inmunitario y la segunda como potente antioxidante.
- Magnesio y omega 3: el mineral es imprescindible para cientos de funciones del organismo, mientras que el ácido graso es un salvavidas cardiovascular.
- Los adaptógenos darán que hablar, pues modulan la respuesta al estrés. Ashwagandha, rhodiola, ginseng o maca, entre otros, serán protagonistas en nuestro botiquín.
El cambio necesario en nuestra forma de comer
Somos más de 8.000 millones de personas en el planeta, y seguimos creciendo. Sin embargo, los recursos se agotan y las soluciones llegan a cuentagotas, a pesar de la urgencia.
Hay que empezar por el suelo, que cada vez está más empobrecido. Afortunadamente, ya hay programas e iniciativas globales para “curar” la tierra, apostando por reponer su biodiversidad y lograr materias primas nutritivas como las de antes.
Las proteínas vegetales de legumbres, setas, algas, frutos secos o semillas serán protagonistas y se alternarán con las animales para reducir la huella de carbono. Los insectos -sí, has leído bien- se posicionan como otra opción. La gestión de desperdicios alimentarios es el gran reto de los gobiernos y las empresas del sector. Bien distribuidos los recursos, se reduciría notablemente la hambruna en el planeta.














