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Elisa Blázquez, nutricionista clínica: "Antes de suplementar, hay que valorar estrés, descanso, microbiota y alimentación global. No es cuestión de tomar magnesio y ya"


Repasamos con la experta algunas de las afirmaciones relacionadas con nutrición y suplementación más virales de las redes sociales: ¿cuánto hay de verdad en ellas?


Una mujer tomando suplementos alimenticios© Getty Images
Elisa García FayaRedactora de Belleza y Estar Bien
22 de octubre de 2025 - 14:00 CEST

¿Y si lo que crees que es tristeza fuera déficit de vitamina D? ¿Y si el sueño que arrastras fuera carencia de B12? Cuidado porque, quizá, la ansiedad que sientes es solo déficit de magnesio, vitamina B6 u Omega-3. De hecho, puede ser que tus dolores de cabeza sean señal de unos niveles bajos de potasio y magnesio; y tu cansancio de vitamina A. Por otro lado, tu dermatitis podría venir dada por un consumo excesivo de carbohidratos

Una chica tomando sus suplementos alimenticios© Getty Images

Mensajes como estos son comunes en las redes sociales y se viralizan rápido. Por suerte, no siempre son llamados al consumo de suplementos alimenticios sin pauta profesional previa, sino a llevar una dieta más saludable, a practicar deporte al aire libre y a priorizar ciertos alimentos en nuestras comidas. A pesar de esto, como indica Elisa Blázquez, nutricionista clínica y directora de nutrición de IQtra Medicina Avanzada, "hay que tener cuidado con estos mensajes tan rotundos". 

"Como nutricionista, me parece importante aclarar que reducir síntomas complejos a una sola carencia nutricional puede ser engañoso y, en algunos casos, peligroso. El cuerpo no funciona por compartimentos estancos: el cansancio, la tristeza o la ansiedad no dependen solo de una vitamina o mineral, sino de múltiples factores fisiológicos, emocionales y de estilo de vida", explica la experta.

Una mujer sosteniendo una cápsula de vitaminas o complementos alimenticios© Getty Images

"Estos mensajes se viralizan fácilmente, pero simplifican en exceso realidades que son mucho más complejas. Como nutricionista, creo que es importante aclarar que ningún síntoma emocional o físico puede reducirse a la falta de un solo nutriente", agrega Elisa. Y ofrece varios motivos:

  • Primero: porque la tristeza, la ansiedad, la falta de energía o el insomnio son síntomas multifactoriales, que pueden tener causas hormonales, psicológicas, digestivas, inflamatorias, ambientales o de estilo de vida. Un suplemento aislado o un alimento concreto nunca va a resolver por sí solo un desequilibrio emocional o mental.
  • Segundo: porque estos mensajes pueden ser peligrosos para la salud mental. Si una persona que siente tristeza, ansiedad o apatía cree que todo se solucionará con un suplemento, puede dejar de buscar ayuda psicológica o médica, retrasando un tratamiento realmente necesario. La nutrición puede apoyar el equilibrio emocional, pero no sustituye la terapia, el acompañamiento ni la gestión emocional profunda.
  • Tercero: porque no siempre el problema es lo que comes, sino cómo lo absorbes. Muchas personas tienen alterada la microbiota o la permeabilidad intestinal, lo que dificulta la absorción de nutrientes como la B12, el magnesio o la vitamina D. En esos casos, tomar más sin tratar la raíz del problema no mejora los niveles ni los síntomas.
Una mujer joven tomando sus suplementos nutricionales© Getty Images

Para Elisa, no hay una relación directa de "síntoma = nutriente". "Los síntomas son el resultado de muchos factores interactuando entre sí. Por eso, el abordaje debe ser siempre personalizado, global e integrativo", nos cuenta. Y analiza cada una de las afirmaciones con las que hemos arrancado el artículo (mensajes que seguramente hayas leído más de una vez) de la siguiente manera.

No es tristeza, es déficit de vitamina D

La vitamina D influye en el estado de ánimo, sí, pero la tristeza o la depresión no se deben exclusivamente a su déficit. También influyen el estrés crónico, el contexto vital y emocional, el sueño, el equilibrio intestinal, la exposición solar y la actividad física. Lo ideal: medir la vitamina D y, si está baja, suplementar con control médico. Pero no sustituir un abordaje emocional o psicológico por una pastilla.

No es sueño, es déficit de B12

La B12 interviene en la producción de energía, pero su déficit suele deberse a una mala absorción intestinal o dieta sin proteína animal, no a un simple cansancio puntual. Hay que hacer una analítica antes de suplementar y revisar la función digestiva y el consumo proteico.

No es ansiedad, es déficit de magnesio, B6 y omega-3

Estos nutrientes participan en la regulación del sistema nervioso, pero la ansiedad puede tener raíces psicológicas, hormonales y metabólicas. Antes de suplementar, hay que valorar estrés, descanso, microbiota y alimentación global. No es cuestión de "tomar magnesio y ya".

No es dolor de cabeza, es déficit de potasio y magnesio

Algunas cefaleas pueden relacionarse con déficit de magnesio, pero la mayoría se deben a tensión, deshidratación, histaminosis, alteraciones hormonales o estrés. Siempre hay que descartar causas médicas.

Una mujer sosteniendo una cápsula de vitaminas o complementos alimenticios© Getty Images

No es cansancio, es déficit de vitaminas A, C, E y D

El cansancio puede tener cientos de causas: desde déficit de hierro o alteraciones tiroideas hasta problemas de sueño, intestinales o inflamación crónica. Cuidar el estilo de vida suma siempre, pero consulta a un profesional si el cansancio persiste.

No es dermatitis, es exceso de carbohidratos

La piel es reflejo del estado interno, pero culpar solo a los carbohidratos es un error. La dermatitis puede estar relacionada con inflamación intestinal, disbiosis, déficit de ácidos grasos o exposición a irritantes, entre otras cosas. Revisar la alimentación sí, pero desde un enfoque equilibrado, no desde la restricción extrema.

No es insomnio, es exceso de cafeína

Aquí hay algo de verdad, pero el insomnio también puede deberse a cortisol alto, estrés, déficit de magnesio, luz azul o cenas tardías. Reducir cafeína es una estrategia más, pero el descanso de calidad requiere una buena higiene del sueño completa.

Recuerda que muchas veces no necesitas suplementarte. Todo lo que tu cuerpo necesita se encuentra en alimentos reales. Obviamente, puede haber muchos otros factores que afecten a tu salud pero sin duda la alimentación es uno de los más importantes

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