Septiembre llega con agenda nueva, propósitos de gimnasio... y esa sensación de que el cuerpo va con un día de retraso: vientre más hinchado de lo normal, digestiones que tardan, piernas pesadas, energía a medias... No es casualidad. "Después del verano, muchas personas sienten que su cuerpo no responde igual", explica Marina Sáez, farmacéutica y nutricionista para Naturadika. Pero. ¿a qué se debe?
La experta asegura que "no se trata de que esté estropeado sino saturado". Afirma que "el cuerpo tiene sus propios mecanismos de depuración, pero si lo sobrecargas, le cuesta seguir el ritmo". Sin embargo, gracias a sus consejos y explicaciones sabemos que no todo está perdido. Dice Marina que "no hace falta pasarse a la dieta de la piña ni apuntarse a un retiro ayurvédico para ayudar al organismo". "Solo necesitas darle lo que realmente le hace falta. Y, sobre todo, dejar de hacer lo que lo ralentiza", confirma.
¿Cómo recuperar el control después del verano?
Tras semanas de desajustes, "tu organismo no necesita castigos, sino aliados", en palabras de Marina. La nutricionista está convencida de que con pequeños gestos es posible volver a tener el control de tu cuerpo y tu bienestar. Descarta absolutamente las dietas detox, los planes milagrosos y los ayunos extremos. Para la experta, el secreto radica en: buscar un descanso real, potenciar lo que ella llama "drenaje inteligente", apostar por ingredientes funcionales y apoyar los mecanismos que tiene tu cuerpo para resetearse (cuando lo tratas bien).
Vuelve al agua (de verdad)
Sí, sí, ya lo sabes. Pero ¿de verdad lo haces? Beber más agua es el consejo más repetido y el menos practicado. "Durante el verano, muchas personas sustituyen el agua por refrescos, alcohol o bebidas azucaradas y el resultado no es otro que retención de líquidos, digestiones lentas y sensación de pesadez general", explica Marina. Por eso, recomienda retomar el hábito de beber entre 1,5 y 2 litros al día. "Puedes añadir infusiones sin azúcar, caldos vegetales, agua con limón o frutas con alto contenido hídrico (melón, sandía, pepino)", aconseja.
Muévete para que todo fluya
Según Marina, no hace falta matarse en el gimnasio. "Caminar 30 minutos, nadar suave o salir en bici puede cambiar por completo cómo te sientes", afirma. Explica que "el movimiento activa la circulación, estimula el sistema linfático y mejora la oxigenación de los tejidos". Nos cuenta que es "esencial para eliminar desechos y sentirte más ligera".
Llena tu plato con alimentos que 'desbloquean'
No hablamos de comer menos, sino de comer mejor. Para Marina, "hay ingredientes que literalmente ayudan a tu cuerpo a eliminar lo que no necesita". En esta línea habla de:
- Verduras de hoja verde (espinacas, rúcula, acelgas): aportan fibra y antioxidantes que ayudan al hígado en sus procesos naturales de depuración
- Crucíferas (brócoli, coliflor, coles): contienen compuestos azufrados que estimulan enzimas clave para la eliminación de toxinas
- Frutas con vitamina C (kiwi, cítricos, fresas): favorecen la producción de glutatión, un antioxidante esencial para la limpieza celular
- Cereales integrales: su fibra mantiene activo el tránsito intestinal, facilitando la eliminación de residuos
No cambies el descanso por café
La idea de que dormir es perder el tiempo es una de las creencias más tóxicas del autocuidado moderno."Mientras dormimos, el cuerpo repara tejidos, limpia el cerebro de desechos y regula procesos hormonales clave", explica la farmacéutica. Su regla de oro post-verano: entre 7 y 9 horas de sueño real, sin pantallas ni cenas pesadas que te despierten a las 3 de madrugada.
Si vas a sumar algo, que tenga sentido
Aquí es donde muchas fallamos. Nos dejamos llevar por el impulso de “necesito algo rápido”, y caemos en batidos con nombres exóticos pero formulados sin base científica. "No se trata de hacer una limpieza agresiva, sino de ayudar al cuerpo con ingredientes que tengan una función real", señala Marina. "Lo importante es elegir fórmulas que trabajen en la misma dirección que tu cuerpo, no en contra. Ahí es donde tiene sentido apoyarse en la fitoterapia".
Como ves, no se trata tanto de hacer más cosas en el día a día para volver a sentirte bien y lograr recuperar esa sensación de que tu cuerpo te responde como tú pretendes que lo haga, sino más bien de olvidarte de hacer esas cosas que le impiden hacerlo: dejar de acortar tus horas de descanso para aumentar tu productividad, dejar de perder el tiempo tomando suplementos sinsentido, dejar de abusar del café para suplir noches en vela, dejar de escoger refrescos antes que agua por puro cansancio, dejar de picar a deshora o no nutrirte adecuadamente...
Esto último, por cierto, tiene también mucho que ver con la falta de sueño porque el cerebro busca recompensas rápidas, máxime si está agotado. Así que no se trata de hacer más, sino menos. Comprender esto te va a hacer sentir que la vuelta al cole nunca ha sido más fácil.