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Ester Basté, farmacéutica: "Aunque los diuréticos hacen perder líquidos, no sirven para adelgazar, y usarlos sin control médico puede ser peligroso"


La experta nos aclara cuál es la función de estos medicamentos y nos ayuda a desmontar falsos mitos sobre ellos, explicando cómo deben usarse de forma segura


mujer tomando unas pastillas con un vaso de agua, mientras mira por la ventana© Getty Images
2 de septiembre de 2025 - 16:00 CEST

Los diuréticos son fármacos esenciales en el tratamiento de enfermedades como la hipertensión, la insuficiencia cardíaca o los problemas renales. Aunque ayudan a eliminar líquidos, su uso debe estar siempre supervisado por un profesional, ya que pueden provocar desequilibrios importantes en el organismo. Existen distintos tipos, cada uno con funciones específicas, y no todos actúan igual. Con la ayuda de la farmacéutica Ester Basté, titular de Farmacia Basté @esterbaste_farmaboxes, vamos a intentar despejar todas tus dudas, desmontamos mitos y explicando cómo usarlos de forma segura.

¿Qué son los diuréticos y en qué casos se suelen prescribir?

Los diuréticos son medicamentos que ayudan a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo a través de la orina. Se usan, sobre todo, para tratar la presión alta, la retención de líquidos, en casos de insuficiencia cardíaca o problemas renales, y, muy rara vez, para paliar algunos efectos del síndrome premenstrual.

Aunque hacen perder líquidos, no sirven para adelgazar, y usarlos sin control médico puede ser peligroso.

¿Cuáles son las principales diferencias entre los distintos tipos de diuréticos?

Para explicarlo mejor voy a poner un ejemplo muy práctico: imaginemos que el cuerpo es como una bañera que a veces se llena demasiado de agua. Los diuréticos serían distintos tipos de “grifos” que ayudan a vaciarla:

  • Tiazidas. Sería como un grifo pequeño que gotea poco a poco. Se usan para controlar la presión alta. Por ejemplo la hidroclorotiazida.
  • De asa. Como abrir el grifo de golpe. Eliminan mucho líquido rápido. Se usan cuando hay piernas hinchadas o líquidos en los pulmones. Por ejemplo, la furosemida.
  • Ahorradores de potasio. Eliminan agua, pero retienen potasio, un mineral importante.   Por ejemplo, la espironolactona.
  • Naturales. No son medicamentos, pero algunos alimentos tienen un efecto suave como diuréticos. Por ejemplo la piña, los espárragos, el pepino, las infusiones de diente de león o cola de caballo. Eso sí, los diuréticos naturales pueden ayudar, pero no sustituyen a los medicamentos cuando estos son necesarios.
manos de mujer con pastillas para el dolor© Adobe Stock

¿Qué precauciones deben tener los pacientes al tomar diuréticos tan habituales como puede ser la furosemida, el conocido Seguril?

La furosemida es un diurético súper potente, de los que “abren el grifo al máximo”. Algunas cosas a tener en cuenta:

  • Beber agua sin pasarse. Es decir, tomar los 2L de agua al día que se aconseja.
  • Ojo con el potasio: se puede perder mucho y sentirse débil, con calambres o incluso mareos. Para contrarrestar este efecto, se aconseja tomar alimentos ricos en potasio, como el plátano o el aguacate.
  • No es para adelgazar. Parece que “deshincha”, pero es sólo agua... y puede ser peligroso si se usa sin receta médica.
  • Mejor por la mañana, porque si se toma tarde, se tendrá mayor necesidad de orinar durante toda la noche.

En resumen: es muy útil si se necesita, pero nada de automedicarse. Siempre con receta médica.

¿Qué efectos secundarios son más comunes al tomar diuréticos y cómo se pueden manejar?

Los más comunes son:

  • Deshidratación. Se elimina mucho líquido, y puedes sentirte cansado o con sed extrema.
  • Calambres musculares. Por pérdida de potasio.
  • Mareos o bajadas de tensión. Al reducir el volumen de líquidos, puede bajar demasiado la presión.
  • Desequilibrio de electrolitos. Como potasio o sodio, lo que puede afectar al ritmo del corazón.
  • Debilidad o fatiga. Por todos los puntos anteriores.
  • Mayor necesidad de orinar.

¿Cómo puede afectar el uso prolongado de diuréticos al equilibrio de electrolitos en el cuerpo?

Los diuréticos hacen que el cuerpo elimine agua, pero también minerales importantes, como el potasio, el sodio o el magnesio, que son clave para que el corazón, los músculos y los nervios funcionen bien.

Si se toman durante mucho tiempo, sin buen control, pueden aparecer:

  • Calambres, debilidad o fatiga.
  • Alteraciones del ritmo cardíaco, si el potasio baja mucho.
  • Mareos o confusión, por falta de sodio.
  • Desequilibrios, que pueden ser graves si hay problemas renales o se combinan con otros medicamentos.

Por eso, cuando alguien usa diuréticos a largo plazo, el médico suele pedir análisis de sangre regulares para vigilar estos niveles.

¿Qué señales de alarma deberían llevar a un paciente a consultar inmediatamente con su médico mientras toma diuréticos?

  • Mareos fuertes o desmayos.
  • Palpitaciones o latidos irregulares.
  • Calambres musculares intensos o frecuentes.
  • Cansancio extremo o debilidad sin motivo.
  • Boca muy seca, piel seca o no orinar casi nada (posible deshidratación).
  • Confusión o sensación de "no estar del todo bien" mentalmente.
  • Dolor o malestar al orinar, náuseas persistentes o vómitos.
enfermera sacando sangre a una paciente© Adobe Stock

Es necesario realizar análisis de sangre o controles periódicos mientras se toman diuréticos, ¿qué parámetros se suelen monitorizar?

Como he comentado en la pregunta anterior, cuando una persona toma diuréticos a medio-largo plazo, es fundamental hacer análisis de sangre periódicos.

¿Qué se suele controlar en los análisis?

  • Potasio (K⁺): si baja mucho, puede causar calambres, fatiga o problemas cardíacos.
  • Sodio (Na⁺): un nivel muy bajo puede causar confusión o mareos.
  • Creatinina y urea: sirven para ver cómo están funcionando los riñones.
  • Función hepática y otros electrolitos: según el caso, el médico podría incluirlo en la analítica

Estos controles ayudan al médico a ajustar la dosis, prevenir efectos secundarios y mantener al paciente seguro.

¿Qué interacciones medicamentosas son importantes tener en cuenta al tomar diuréticos?

Algunas interacciones importantes son:

  • Medicamentos para la presión o el corazón, como los IECAs o ARA II (enalapril, losartán). Aunque es habitual verlos juntos, hay que ir con cuidado, porque combinados con diuréticos pueden bajar demasiado la tensión o afectar al potasio.
  • Antiinflamatorios (ibuprofeno, naproxeno). Pueden hacer que los diuréticos funcionen peor y afectar a los riñones.
  • Litio (para el trastorno bipolar). Los diuréticos pueden aumentar su nivel en sangre y volverlo tóxico.
  • Ciertos antibióticos, como la gentamicina, pueden dañar los riñones si se combinan con diuréticos.
  • Laxantes o suplementos de potasio, pueden alterar aún más los electrolitos y aumentar riesgos.

¿Es seguro combinar diuréticos con otros tratamientos para la hipertensión o insuficiencia cardíaca?

Sí, es seguro y muy común, siempre que esté indicado por el médico. De hecho, en muchos casos, se combinan a propósito (e incluso en la misma pastilla, porque se potencian entre sí y ayudan a controlar mejor la presión arterial o aliviar la retención de líquidos en insuficiencia cardíaca.

Por ejemplo: Diuréticos + fármacos, como enalapril, losartán o bisoprolol ayudan al corazón a trabajar menos y a eliminar el exceso de líquidos. Eso sí, hay que hacer controles regulares (presión, análisis de sangre) para evitar bajadas de tensión, deshidratación o cambios en los niveles de potasio.

mujer tomando unas pastillas sentada en la cama© Getty Images

¿Qué papel juega la adherencia al tratamiento en la efectividad de los diuréticos?

La adherencia, es decir, tomar los diuréticos tal y como los ha recetado el médico, es clave para que funcionen. Si se olvidan dosis o se toman mal la presión arterial, podría volver a subir. 

 Además, se puede acumular líquido otra vez (provocando hinchazón, fatiga, dificultad para respirar). Más allá de que también se rompen los efectos a largo plazo y el cuerpo puede descompensarse. Aunque muchas veces parezca que “no se notan” los efectos, no se debe olvidar ninguna dosis para maximizar los resultados.

¿Qué mitos o ideas erróneas piensa que pueden tener los pacientes sobre los diuréticos suelen tener los pacientes y cómo se pueden aclarar?

  • “Los diuréticos adelgazan”. Es falso, sólo eliminan agua, no grasa. La “pérdida de peso” es temporal y además puede ser peligrosa si se abusa.
  • “Como me deshincha, puedo tomarlo cuando me sienta hinchada/o”. Es importante dejar claro que no es una solución estética ni para usar a demanda. Automedicarse puede descompensar al cuerpo.
  • “Como me siento bien, ya no lo necesito”. El efecto del diurético es mantenerte bien. Dejarlo sin avisar puede hacer que vuelva la presión alta o la retención de líquidos sin darte cuenta.
  • “Como es sólo para orinar, no tiene efectos secundarios”. Falso, puede alterar minerales esenciales como el potasio o el sodio, afectar los riñones y a la presión arterial.

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