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Nuria Roure, experta en sueño© Imagen Cedida

Bienestar

Nuria Roure, experta en sueño: 'Siempre hay margen para mejorar nuestro sueño, incluso cuando parece que ya se ha probado todo'

Las personas que duermen mal pueden estar saboteando su sueño desde primera hora de la mañana, por esto Nuria Roure nos recuerda cuáles son las claves para dormir bien.


18 de junio de 2025 - 16:11 CEST

Dormir bien es más que un lujo, es un verdadero reto. Y es que vivimos en una sociedad que premia la productividad, la inmediatez y la hiperconexión, y esto muchas veces va en contra del ritmo natural del cuerpo. Dormir bien requiere hábitos, calma y constancia, tres cosas que no siempre nos permitimos. Dormir es una de las conductas más importantes que hacemos para reparar física, mental y emocionalmente nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Si llegamos a vivir 90 años, 30 de esos los habremos pasado durmiendo, pasamos tanto tiempo durmiendo porque el sueño es una necesidad para vivir saludablemente. Pero no dormimos bien. ¿Por qué? La Dra. Nuria Roure (@dra.nuriaroure) experta en Medicina del Sueño y autora del libro 'Los hábitos del sueño' (Ed. Vergara), nos explica qué le estamos haciendo a nuestro organismo para que le resulte tan difícil mantener una noche de sueño reparador.

Comienza explicando la ciencia detrás del sueño. "El sueño tarda en fabricarse unas 16-17 horas desde el momento en que nos despertamos por la mañana. Todo lo que hagamos en ese tiempo va a influenciar nuestro sueño", nos explica Nuria Roure. Desde la forma en que iniciamos el día, que marca el ritmo de todo nuestro sistema biológico, o los horarios que hacemos, así como todo lo que pensamos y sentimos. Por ello, resalta, si queremos dormir bien por la noche, necesitamos dar señales claras al cuerpo desde la mañana de cuándo empieza el día y cuándo debe acabar. "Es una manera de enseñarle al cerebro cuándo debe estar activo y cuándo debe descansar", añade. 

Si queremos dormir bien por la noche, necesitamos dar señales claras al cuerpo desde la mañana de cuándo empieza el día y cuándo debe acabar. Es una manera de enseñarle al cerebro cuándo debe estar activo y cuándo debe descansar

Nuria Roure, experta en medicina del sueño

Los saboteadores de tu sueño

Por otro lado, la experta nos habla del peor hábito y el que más influye en el descanso. Se trata, como no podía ser de otra manera, de la sobreexposición a pantallas, especialmente al final del día. "Muchas veces no somos conscientes del efecto que tiene la luz azul en nuestro cerebro: inhibe la producción de melatonina, la hormona que favorece el sueño. Además, el contenido que consumimos (redes sociales, noticias, series) nos activa mental y emocionalmente, lo que dificulta la desconexión", advierte. La activación mental que tenemos al final del día a causa de un 'sobrepensar' o una rumiación excesiva también es un hábito que afecta de forma muy negativa al final del día, ya que no permite 'desconectar' al cerebro o nos despierta en mitad de la noche con mucha activación mental.  

Otro aspecto que es fundamental resaltar, porque también aumenta el riesgo de insomnio, es buscar soluciones rápidas para dormir sin entender el origen del problema. "Muchas personas se centran en tomar suplementos o probar trucos puntuales, sin revisar sus hábitos o su estilo de vida". Asimismo, otro error frecuente es intentar 'forzar' el sueño o mirar el reloj constantemente cuando no se puede dormir, lo cual solo aumenta la ansiedad y empeora la situación. "Dormir bien no es cuestión de control, sino de soltar… y eso se consigue cuando permitimos que el cuerpo haga lo que sabe hacer cuando se lo facilitamos", afirma la especialista en sueño.

Chica en la cama feliz© iStock

La clave para dormir bien 

Ahora que ya sabemos qué es lo que más afecta a nuestro buen dormir, ¿qué podemos hacer para que logremos descansar profundamente por la noche? Sabemos cuáles son los pilares básicos que nos ayudarán a conciliar el sueño: seguir una rutina de sueño constante, evitar estimulantes como la cafeína y el alcohol antes de dormir, crear un ambiente propicio para el descanso y gestionar las preocupaciones que puedan afectar el sueño. También es importante desconectar de dispositivos electrónicos y practicar técnicas de relajación como la meditación. Pero, ¿hay algo más que podamos hacer?

 "La motivación es el motor inicial. Es lo que nos impulsa a empezar un cambio, a comprometernos con nuestro bienestar. Sin embargo, con el tiempo, esa motivación fluctúa, y por eso es tan importante transformar lo que hacemos en hábitos sostenibles". La motivación puede abrir la puerta, pero lo que realmente mantiene los cambios en el tiempo es la repetición, la estructura y la conexión que mantenemos por un motivo más profundo: sentirnos mejor, vivir con más equilibrio y cuidar de nuestra salud.

"Esto pasa por desterrar uno de los mitos de los más comunes en torno al sueño: pensar que dormir ocho horas es obligatorio para todos. No es cierto: cada persona tiene unas necesidades distintas. Otro mito es creer que el insomnio solo se soluciona con medicación, cuando en realidad, abordar las causas de fondo y cambiar hábitos suele ser mucho más eficaz a largo plazo. También otro mito muy arraigado es creer que es normal dormir mal a medida que nos hacemos mayores, o cuando las mujeres entramos en la menopausia", señala la experta en medicina del sueño. 

Dormir mal durante mucho tiempo no significa que no se pueda recuperar el sueño. He acompañado a muchas personas en esa situación y he visto cómo, con el enfoque adecuado y el compromiso personal, se puede volver a dormir bien.

Nuria Roure, experta en medicina del sueño

¿Cuándo pedir ayuda si no puedes dormir?

Recuerda que el sueño se puede tratar, y no solo con fármacos. Por ello, si notas que los problemas persisten, si te despiertas constantemente por la noche, si te notas muy cansada durante el día y ves que el mal dormir interfiere en tus actividades diarias, pide ayuda. También es importante considerar buscar ayuda si el insomnio está asociado con otras enfermedades o medicamentos, o si afecta tu estado de ánimo o causa ansiedad.

"Yo le diría a estos pacientes que no están solos, que tener alteraciones del sueño es más común de lo que parece y, sobre todo, que hay salida", afirma esta experta. Dormir mal durante mucho tiempo no significa que no se pueda recuperar el sueño. "He acompañado a muchas personas en esa situación y he visto cómo, con el enfoque adecuado y el compromiso personal, se puede volver a dormir bien. A veces el cambio se da en pocas semanas, en otras no es inmediato, pero con herramientas y constancia el descanso puede volver a formar parte de su vida. Siempre hay margen para mejorar, incluso cuando parece que ya se ha probado todo", concluye Nuria Roure. 

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