Tu primer día en clase de Pilates, ¿qué debes tener en cuenta?

Los expertos nos dan consejos útiles si eres primeriza en la práctica de esta disciplina que te aporta múltiples beneficios

Por Pilar Hernán

Pongámonos en una situación bien concreta: has decidido apuntarte a Pilates, empiezas hoy, y ya estás dándole vueltas a la cabeza con lo que te puede esperar en esa primera clase. Pues bien, si eres primeriza en esta disciplina, vamos a tratar de ayudarte. Así, desde el punto de vista más práctico, la primera pregunta que nos puede surgir es qué necesitamos tener a nuestra disposición en una primera clase de Pilates. “Dependerá de si vas a hacer máquinas o suelo. Si es suelo, primero empezará con una colchoneta y sin implementos y, con el avance del alumno, se incluirán bandas elásticas, bosu, fit ball o rulo... Según lo que el cliente necesite”, nos explican el doctor Juan Bosco Calvo, Profesor titular en la Universidad de Alcalá y fundador de Corpora Pilates, y Laura Cabral Páez, Licenciada en Educación Física INEF y experta en Corpora Pilates.

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 ¿Cómo se organiza la clase cuando eres primeriza?

Y llega el momento de comenzar la clase. “Lo primero y más importante es la valoración de la persona para poder plantear los objetivos y ver que necesita ese principiante. A continuación, diseñamos el plan de ejercicios y las clases. En las primeras clases vamos introduciendo poco a poco el 'vocabulario' de Pilates (la respiración, darse cuenta de si hacemos compensaciones cuando movemos una parte del cuerpo…) con ejercicios básicos y sencillos pero efectivos, y así se va construyendo un núcleo de ejercicios que al cliente le van perfectamente y consigue aprender pronto”, nos explican los expertos de Corpora Pilates, que insisten en que lo principal es hacernos estas dos preguntas: ¿Para qué queremos hacer Pilates? ¿Cuál es el objetivo al que uno pretende llegar? “Lo demás es empezar”, nos dicen.

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¿Es sencillo familiarizarse pronto con el vocabulario de Pilates?

Claro está que, como explican los expertos, “va a depender de si hay experiencia previa en Pilates y de la experiencia física o deportiva del cliente (que haya hecho actividad física o deporte o no). Así y todo, siempre es mejor que tome 5 sesiones privadas para aprender bien el vocabulario para un Pilates con éxito y su propiocepción sea mejor”, sugieren.

Plantear todas nuestras dudas

Es importante, claro está, que comentemos con el instructor todas nuestras dudas. “Todas las clases no son iguales y tampoco lo es la evolución de cada uno: 'Hoy estoy mejor' o 'Me falta estirarme'... Pero sea el mismo instructor cada clase o haya un director que las planifique, las dudas se deben aclarar siempre”, nos comentan los expertos del centro. Lo ideal, claro está, sería que el Pilates fuera individualizado para cada persona, en función de sus características, lo cual no siempre es factible. “Debería serlo, pero en las clases grupales eso no es posible pero sí se pueden disponer los alumnos por grupos dentro de la clase para que el monitor lo tenga en cuenta y adapte algunos ejercicios a ese grupo”, apuntan.

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¿Podemos frustrarnos al comienzo?

Si nos cuesta seguir el ritmo en esas primeras clases, pueden surgir, claro está, la frustración o el desánimo. En opinión de los expertos, eso sucede por dos motivos:

  • Porque no estoy en el grupo indicado.
  • Porque no han hecho una valoración adecuada o el plan no está bien diseñado.

“En esos casos hay que hablarlo con el instructor para modificar los ejercicios o cambiar a un grupo adecuado”, comenta.

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Cultivar la paciencia

Parece confirmarse que, en el caso del método Pilates, es importante ser paciente. No debemos agobiarnos repitiéndonos la pregunta de cuándo comenzaremos a notar los progresos. “En el caso del cliente es importante que sea paciente porque los beneficios no se encuentran en dos sesiones. Pilates dijo: ‘En 10 sesiones notarás la diferencia, en otras 10 la notarán los demás y en 10 más tu cuerpo habrá cambiado’. Aunque sea aproximado, es una buena referencia pues a una media de 2 sesiones a la semana estamos hablando de plazos de 5 semanas cada uno (algo más de un mes) para notar bien los efectos, y en total 3 o 3 meses y medio para adquirir una mejor postura”, comentan. Eso sí, añaden que otra cosa es cuando se trata de un problema terapéutico, pues eso dependerá del tipo de problema y del plan de ejercicios y la frecuencia de las sesiones.

¿Qué podemos esperar de la primera clase de Pilates?

“Por nuestra experiencia los clientes ya en la primera clase se sienten que han trabajado y que su postura no es lo que pensaban: su centro (core) es una parte importante de su cuerpo, la respiración le ayuda a relajarse, se encuentran más flexibles, se concentran más y no piensan en sus problemas…”, concluyen.