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Hay enfermedades que dan la cara con síntomas muy claros. Otras llegan a pasar desapercibidas hasta que la dolencia está avanzada. Esto es algo que ocurre con la diabetes tipo 2. De hecho, según alertan los expertos, un 30 % de los pacientes diabéticos no saben que lo son. Se trata de un dato preocupante que se añade a otro: a los 5 millones de españoles que sufren diabetes, se suman un 1,5 millones más que están sin diagnosticar. Hoy 14 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Diabetes y, por ello, queremos recordar cuáles son las señales que nos podrían pasar por alto o a las que no le damos la importancia que tienen.
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Síntomas que son subestimados
La Federación Española de Diabetes (FEDE) viene destacando la importancia de la detección temprana. Algo en lo que coinciden los expertos, que remarcan que hay que estar atento a lo que parecen sensaciones sin relevancia, pero que acaban siendo síntomas de diabetes. “Hay síntomas que son subestimados como la sed, las ganas de orinar o el apetito incrementado, pero son determinantes”, indica Mariana González, responsable médica de la compañía española Health Training Lab, especializada en planes nutricionales y deportivos para personas con diabetes.
Estos síntomas están relacionados con el debut de una diabetes tipo 1. Los pacientes que la sufren, suelen mostrar esta sintomatología de forma súbita y de rápida evolución, por lo que, en la mayoría de las ocasiones, no pasan desapercibidos. Pero, como nos advierten, también pueden experimentarse en la diabetes tipo 2, aunque, en este caso, la patología se desarrolla durante un periodo de tiempo más largo. Y puede dar la cara con señales más sutiles, que no vinculamos con esta enfermedad.
Por ejemplo, síntomas como la irritación y el picor en la piel; sufrir infecciones bacterianas y micóticas de repetición; enfermedades bucodentales; afecciones del cuero cabelludo; experimentar ronquidos nocturnos o problemas de visión podrían estar relacionados con esta enfermedad, en la que el diagnóstico temprano es vital para reducir el riesgo de complicaciones.
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La importancia de acudir al médico
Como decíamos, la diabetes tipo 2 puede no dar síntomas muy claros al principio y mostrarse cuando la enfermedad ya está avanzada. Por ello, es tan importante acudir al médico y realizarse los controles necesarios.
En este sentido, para detectar esta dolencia, bastaría la realización de unos análisis de sangre en la que se midan los niveles d glucosa, la hemoglobina glicosilada (HbA1C) o la resistencia insulínica en una analítica (índice HOMA).
Y qué hacer cuando se confirma el diagnóstico. Además de cumplir con el tratamiento que prescriba el médico, hacer cambios en la dieta es básico. Mireya García, nutricionista y profesora del Curso Superior de Nutrición y Herbodietética de Deusto Salud, afirma que “no es necesario eliminar alimentos de la dieta, solamente hay que regular el consumo de ciertos macronutrientes”. En este sentido, reconoce que “es necesario adaptar la alimentación a cada tipo de diabetes pero, sea cual sea la tipología, el cuidado de la dieta pasa a ser una prioridad, ya que permite tener cierto control sobre los niveles de insulina en el cuerpo”.
Estas son las claves de la dieta de un diabético:
- Hidratos de carbono. La energía que obtiene nuestro organismo proviene en gran parte de los hidratos de carbono. De forma natural, la ingesta de estos macronutrientes generan glucosa al ingerirse y, por esta razón, los diabéticos deben de limitar su ingesta. Un exceso en el consumo de carbohidratos puede provocar complicaciones como una hiperglucemia.
- Proteínas. En este grupo de macronutrientes se encuentran alimentos como el pescado, las legumbres, los frutos secos, los huevos o la carne. En esta ocasión, la recomendación de su consumo para un diabético es similar a la de cualquier otra dieta saludable. Sin embargo, es importante que los diabéticos tengan conciencia de que en este nutriente se reduce la velocidad con la que el azúcar de los alimentos pasa a la sangre.
- Grasas. Los alimentos ricos en grasas deberían representar entre el 20 y el 30% de la dieta de un diabético. “El consumo de grasas debe reducirse o ampliarse según la situación del diabético” reconocen desde Deusto Salud. En este sentido, reconocen que “muchos pacientes con diabetes tipo 2 sufren obesidad, situación que conducirá a reducir el porcentaje de consumo de grasas”.
- Fibra. La fibra ayuda a que la absorción de azúcares sea más lenta, así se evitan las hipoglucemias. En este caso, las recomendaciones son similares tanto para personas diabéticas como para aquellas que no lo son. “Un consumo de entorno a 20 y 35 gramos de fibra al día ayudará a un diabético a controlar los niveles de azúcar en la sangre ya que se trata de un macronutriente que no provoca un aumento notorio de estos índices” afirman desde Deusto Salud.
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