Megan Fox ha confesado que no le gusta su cuerpo ¿Y tú cómo andas de autoestima corporal?

¿Te gusta tu cuerpo? ¿Estás a gusto aunque haya aspectos que pienses que necesitan mejorar? O, por el contrario, ¿tu cuerpo se ha convertido en una obsesión? Averígualo

Por Nuria Safont

Hace tiempo que Megan Fox reconoció que sufre dismorfia corporal, un problema que le hace ver su cuerpo deformado y que afecta a su autoestima y su calidad de vida. La actriz, nombrada como una de las famosas más bellas del mundo, confesó, incluso, que nunca ha amado su cuerpo. De hecho, esta mala relación con su imagen la arrastra desde pequeña, cuando se comparaba con los demás. La dismorfia corporal o dismorfofobia no es exclusivo de celebrities como Megan Fox. Y las redes sociales no han hecho más que agravar este problema, al buscar en los selfies una belleza que es casi irreal

Quererse, aceptarnos y aceptar nuestro cuerpo es el secreto del bienestar personal y para alcanzarlo hay que entender las limitaciones, ver los defectos con objetividad y poner solución a aquellos que pueden provocar complejos. Por ejemplo, si sobran algunos kilos, una dieta equilibrada y el ejercicio moderado, aunque a veces suponga un gran esfuerzo,  ayudará a sentirse mejor. Si por el contrario, la meta es difícil de alcanzar, no hay que castigarse o ser demasiado exigente y tener muy claro hasta donde se puede llegar. Eso es tener una buena autoestima, algo que se define como el resultado de la percepción que tenemos de nosotros mismos y del ideal de persona que queremos ser. ¿Quieres saber cómo andas de autoestima a nivel corporal? Con este test puedes averiguarlo. 

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Test de personalidad: ¿aceptas tu cuerpo tal como es?

 

El impacto de las redes 

Las redes sociales se han convertido en un problema para muchos jóvenes, y para los que no lo son tanto, que se juzgan y se sienten juzgados según los cánones de belleza que imperan en Instagram, Facebook o Tik Tok. De hecho, los expertos alertan de que aumentan los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y sostienen que el culto al cuerpo y/o la presión social sobre la imagen corporal son algunos de los factores que han desencadenado el incremento de TCA, sobre todo en la población joven y adolescente. 

"Los trastornos alimenticios están muy ligados a la autoimagen y por exhibir la perfección de la delgadez. La imagen de una persona delgada es sinónimo de éxito profesional, éxito social y éxito saludable. La constante necesidad de compararse con los demás puede derivar a un problema psicológico grave", advierten los expertos de la Clínica López-Ibor. 

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¿Cómo podemos evitar esta influencia negativa?

  • Conocerse a sí mismo y no compararse con los demás: en lugar de seguir las apariencias (ya que probablemente tenga dismorfia corporal junto con la anorexia), se debe usar tablas de índice de masa corporal o una guía proporcionada por el médico para asegurarse de mantener un peso saludable. Cuando se conozca los propios números y los hechos, se puede ceñir a eso en lugar de compararse con los demás.
  • Limitar el tiempo en las redes sociales y dejar de seguir a los influyentes que pueden promover una imagen poco realista.
  • Control parental en el caso de los jóvenes
  • Buscar ayuda profesional.

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