Así puedes evitar y salvar la vida de niños y adultos en caso de ahogamiento

Los incidentes acuáticos se pueden prevenir. La vigilancia, el respeto de las indicaciones y normativas y evitar ciertos comportamientos de riesgo pueden ahorrarte un disgusto

Por hola.com

Los ahogamientos, como el ocurrido a Clara, la niña de 9 años de cayó de una embarcación en el pantano de San Juan, en Madrid, son la tercera causa de muerte por causas externas, es decir, aquellas producidas por accidentes, violencia, acontecimientos ambientales, envenenamientos y otros efectos adversos, señala el Ministerio de Sanidad. Por otro lado, también se pueden producir lesiones graves en el medio acuático, como traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares. Estas generalmente vienen provocadas por actuaciones como tratar de zambullirse desde gran altura, no comprobar la profundidad del agua o tirarse demasiado cerca del bordillo en las piscinas. Las víctimas son mayoritariamente hombres jóvenes. De ahí que dicho Mnisterio haya lanzado una serie de recomendaciones para un baño seguro de cada al verano. 

¿Qué es el ahogamiento secundario?

¿Por qué se producen los ahogamientos? 

La adopción de conductas de riesgo, los momentos de relajación en la vigilancia de menores, bañarse en zonas sin vigilancia, el consumo de alcohol y otras drogas cerca o dentro del agua, las condiciones médicas como la epilepsia y los turistas no familiarizados con las particularidades de las aguas locales, son las principales causas de estos accidentes, muchos de ellos, acaban en el fallecimiento de la persona. De ahí que la prevención y la vigilancia, en especial, de niños y menores, resulta clave para evitar estas muertes. Estas son las recomendaciones de los expertos para evitarlos: 

Enseña a nadar a tus hijos y no les quites el ojo de encima. La mejor prevención en el caso de los menores es la vigilancia, enseñarles a nadar y educarles para que respeten las normas de seguridad. Los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces se había perdido de vista a la víctima durante menos de cinco minutos. Por lo tanto, vigílalos en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella y no delegues esta responsabilidad en un niño más mayor. Además, no dejes solo en ningún momento a un bebé o niño de corta edad en una bañera o piscina hinchable. Un bebé puede ahogarse en tan solo unos centímetros de agua. Asismismo, para la vigilancia de los menores hay que aplicar la norma 10/20: mirar a la piscina, como mínimo, cada 10 segundos y comprobar que es posible llegar hasta donde está el menor con el brazo en menos de 20 segundos.

Las piscinas deben estar vigiladas. Asegúrate de que la piscina a la que vas con tu familia cuenta con socorrista. Recuerda que la vigilancia de los hijos menores es tu responsabilidad, y la del socorrista es el rescate y el salvamento acuático cuando sea necesario. Por otro lado, los niños pequeños no deben poder acceder libremente a la piscina sin el acompañamiento de un mayor.

Enseña a los menores a comportarse con prudencia. Es muy peligroso correr por el borde de la piscina o jugar a empujar a la gente. Cualquier persona puede resbalar y golpearse con el borde o lesionar a otros.

Utiliza chalecos. Si no se sabe nadar o no sabe nadar bien, utilice un chaleco salvavidas para bañarse y úselo siempre para practicar un deporte acuático. Los flotadores hinchables no son recomendables.

Respeta las banderas cuando estés en la playa. No te bañes nunca si está roja, y con amarilla es peligroso: báñese sólo hasta la cintura y con precaución. Además, hay que bañarse en playas con vigilancia y respetar siempre las indicaciones de los socorristas. Por otro lado, no se debe sobreestimar la condición física ni la capacidad de nadar: en el mar, si te cansas o tienes dificultad para volver, nada de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla. Por último, si siente que le arrastra una corriente, nada paralelamente a la playa y, una vez que hayas salido de la misma, nada hacia la orilla.

No te bañes en zonas en las que esté prohibido el baño. Báñete siempre en compañía, particularmente si eres una persona mayor o con algún problema de salud.

Además, hay que tener en cuenta estas otras advertencias: 

  • Bañarse de noche es muy peligroso. La oscuridad impide que alguien te vea o pueda ayudarte. 
  • El consumo de alcohol disminuye la capacidad de reacción ante un peligro o puede propiciar el adoptar conductas de riesgo.
  • Tirarse de cabeza desde una gran altura, como puentes, árboles o balcones, puede producir lesiones muy graves. Antes de tirarse, hay que asegurarse de que hay suficiente profundidad y no existe ningún obstáculo. Especialmente en caso de aguas turbias.
  • Las colchonetas y otros objetos hinchables deben utilizarse con precaución, ya que pueden arrastrarnos hacia dentro con rapidez.
  • Si te cansas o sientes frío, sal rápido del agua.

Consejos para evitar los accidentes en las piscinas

Primeros auxilios que pueden salvar la vida de una persona 

El conocimiento de primeros auxilios básicos en la población puede contribuir a una mejor respuesta ante este tipo de emergencias. De esta manera, las actuaciones realizadas antes de la llegada de los servicios de emergencia pueden ayudar a disminuir el riesgo de lesiones graves o fallecimiento. Desde Cigna nos dan las claves para poder salvar la vida de un menor o adulto que se ahoga. 

En caso de presenciar un accidente por ahogamiento, es importante conocer algunas medidas básicas que pueden salvar vidas. En este caso, lo más acertado es seguir la conducta P.A.S (Proteger, Avisar y Socorrer):

1. Sacar a la persona del agua y garantizar un entorno seguro, avisar al servicio de emergencia (socorrista, 112…)

2. Evaluar su consciencia y respiración para saber si está en parada cardiorrespiratoria.

3. Proceder a la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP):

  • Colocar al afectado boca arriba sobre el suelo.
  • Situar el talón de la mano sobre el tercio inferior del esternón, y la palma de la otra mano sobre la primera y entrelaza los dedos.
  • Hacer peso con nuestro cuerpo directamente sobre las dos manos, con los brazos perpendiculares al cuerpo y estirando los codos.
  • Comprimir 30 veces de forma rápida el centro del pecho con ambas manos entrelazadas.
  • Después de las primeras 30 compresiones de pecho, colocar una mano en la frente de la persona, dos dedos en la punta de su barbilla e inclinar suavemente su cuello hacia atrás.
  • Hacer pinza en su nariz, abrir su boca e insuflar aire 2 veces, asegurándose de que su pecho se levanta con cada respiración.
  • Repetir el ciclo de 30 compresiones de pecho y 2 respiraciones (30:2) hasta que lleguen los efectivos sanitarios o la persona comience a respirar nuevamente.

La forma de practicar un masaje cardiaco que puede salvar vidas