
Regular la temperatura corporal
Su consumo puede ayudar a entrar en calor cuando hace frío y, sorprendentemente, producir también el efecto contrario, tal: cuando hace calor, aportar sensación de frescor. Y es que, tal y como nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí, al comer comidas picantes, sudamos, y el sudor hace regular la temperatura corporal por si mismo.

Mejorar las depresiones
Por último, tal vez no lo sabías, pero en respuesta al calor que provoca el picante se producen endorfinas como la serotonina. Detrás de ello podría estar la razón por la que las personas se encuentran mejor después de consumirlo, pues puede ayudar a reducir la sensación de estrés.
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Acción antiinflamatoria y contra los resfriados
Por último, los alimentos muy especiados tienen propiedades antiinflamatorias. Ejemplos de ello son el jengibre y la cúrcuma, que son antiinflamatorias y ayudan a mitigar el dolor, sobre todo en procesos de artrosis. Sabemos que la capsaicina actúa como analgésico y antiinflamatorio y, como decíamos, es el componente activo de los alimentos y especias picantes. Y, además, también nos ayuda a mejorar en el caso de que estemos resfriados. Ayuda para mejorar la congestión y el resfriado en general, la capacidad respiratoria, sinusitis y hasta la bronquitis.