¿Cómo afecta el exceso de mercurio a nuestra salud?

El presentador Jorge Fernández ha reconocido recientemente que ha padecido múltiples problemas relacionados con el consumo de pescados con un alto contenido en este metal

Por Pilar Hernán

"Fatiga crónica, depresión, dispepsia funcional, colon irritable, anorexia, vértigos, insomnio, parastesias en miembros inferiores..." Así relataba hace unos días Jorge Fernández en primera persona los síntomas que ha venido arrastrando desde hace años. "Y el problema es que la mayoría de gente se queda fastidiada para siempre con ese mal diagnóstico y con toda su sintomatología. Yo me negué a aceptarlo", continuaba en una publicación en redes sociales el presentador, animando a las personas que se encontraran en su misma situación a que no se rindieran y buscaran la causa. "Yo lo encontré porque no me di por vencido, no me rendí", apuntaba. Y es que no paró hasta que descubrió que su problema era una acumulación excesiva de mercurio en su organismo. La causa suele estar en un consumo excesivo de pescados de gran tamaño. "Aquí sí podemos hacer mucho, y yo comí mucho atún rojo durante muchos años por ejemplo", explicaba en actor, que se ha sometido a un tratamiento para paliar esos síntomas.  "Y un año después he terminado mis quelaciones intravenosas. Esto es, me han sacado el mercurio que poco a poco fui acumulando, mediante un quelante intravenoso", contaba.

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Tóxico para nuestro organismo

El mercurio es un elemento químico que forma parte de la composición natural de la corteza terrestre, que se libera al medioambiente a través de procesos naturales como consecuencia de la actividad volcánica y la erosión de las rocas mediante la acción del agua y el viento. Sin embargo, también puede liberarse debido a la acción del hombre a través de numerosas actividades como la industria, la minería, quema de combustibles fósiles, eliminación de residuos, etc. Así, lo primero que tenemos que tener en cuenta, tal y como nos explica Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, el mercurio se encuentra de forma natural en el suelo, el agua, las plantas y en el organismo de los animales. La forma en la que pasa a los animales es por medio de su alimentación. Por tanto, la experta aclara que los peces más depredadores son los que más mercurio acumulan. “La toxicidad del mercurio depende de la forma química en a que se encuentre. Según la OMS, el metilmercurio es uno de los 6 compuestos químicos más peligrosos presentes en el medio ambiente”, nos aclara la experta.

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¿Cómo afecta a nuestro organismo?

“El mercurio puede dar lugar a efectos tóxicos en algunos órganos como los riñones, el hígado y los órganos reproductivos, pero el efecto de mayor riesgo es el neurotóxico. Sus efectos sobre el desarrollo neuronal están considerados el mayor problema”, nos explica. "El metilmercurio afecta al sistema nervioso central en desarrollo, de ahí que el feto y los niños más pequeños sean los más sensibles a este metal. También se han observado efectos sobre la ganancia de peso corporal, la función locomotora y la función auditiva. Estudios recientes indican que presenta efectos inmunotóxicos en el desarrollo a bajas dosis, pero se necesita más información", explican por su parte desde el Ministerio de Sanidad. Mientras, indican que el mercurio inorgánico afecta principalmente al riñón, causando "un aumento de su peso, aunque también puede afectar a otros órganos como el hígado, sistema nervioso, sistema inmune y sistemas reproductores y del desarrollo, pero a dosis mayores que en el caso del metilmercurio".

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Ojo en el caso de las embarazadas y los niños

Los expertos insisten en que el consumo de pescado forma parte de una dieta equilibrada. “Esto no significa que tengamos que eliminar el pescado de nuestra dieta, pero sí es importante controlar el consumo. Para ello es recomendable hacer una dieta variada que incluya todo tipo de alimentos”, nos especifica la nutricionista, que añade que dependiendo de la etapa en la que estemos se recomiendan una dosis de consumo diferente.

“Así, por ejemplo en el embarazo no se recomienda consumir pescado con altas dosis de mercurio, pero sí pueden ingerir aquellos con contenido bajo o medio. Mientras, en los niños, los pescados con altas dosis de mercurio no están recomendados, pero al igual que en las embarazadas se puede consumir especies con contenido medio o bajo en mercurio con una frecuencia de 3-4 raciones a la semana”, nos cuenta. Además, añade que hay que intentar alternar pescados azules con pescados blancos. “De esta forma combinaremos pescados más contaminados con mercurio con los que están menos contaminados”, nos dice.

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¿Y cuáles son los que tienen una concentración más alta y más baja? “Los que tienen más concentración de mercurio serían, por ejemplo, el pez espada, el atún, lucio o el panga", nos explica la experta de Sanitas, mientras que los que tienen un contenido bajo serían por ejemplo los boquerones, la trucha o el salmón. La recomendación de la nutricionista es intentar elegir especies de talla pequeña.