Glutamato monosódico, todo lo que debes saber sobre este aditivo

Es un gran potenciador del sabor y hay que intentar evitar su consumo excesivo

Por hola.com

Tal vez en alguna ocasión has escuchado hablar sobre el 'síndrome del restaurante chino'. Este concepto, tal y como nos cuenta nuestra colaboradora la nutricionista Marta Lorenzo, empezó a utilizarse cuando en 1968 el Doctor Ho Man Kwok relacionó la ingesta de comida china con la aparición de ciertos síntomas como la somnolencia, el hormigueo, sensación de calor, cefaleas, náuseas, etc, todo producido por el consumo del llamado glutamato monosódico. Este es un aditivo alimentario potenciador del sabor (E-621) que encontramos principalmente en la comida y sopas orientales, además de en otros muchos productos procesados como embutidos, fiambres, salsa, cubitos de caldo, sopas deshidratadas de sobre, salsa de soja o concentrados de carne.

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Un gran potenciador del sabor

El glutamato monosódico le aporta un sabor a nuestros platos que nos encanta, sobre todo a la comida precocinada, ya que le confiere más sabor y la sensación de ser alimentos más frescos. Por esto, consigue hacer que nos volvamos “adictos” a este tipo de comidas y que queramos consumirlas continuamente. Pero, ¿cuánto tengo que comer de este aditivo para que pueda llegar a sufrir el síndrome de restaurante chino? Realmente podemos estar tranquilos, ya que es un aditivo que no se considera dañino para la salud en la mayoría de la población por ser su toxicidad mínima. Para que nos hagamos una idea, una dosis letal de este lo conseguiríamos si consumiésemos un kilo de este aditivo a la vez. Un estudio reciente demuestra que este síndrome sólo afecta a un 1-2% de la población, siendo las personas más predispuestas aquellas que sufren de asma grave. Los síntomas empezarían a aparecer si la ingesta es superior a 3 gramos de glutamato monosódico y si sólo ingerimos alimentos con este aditivo.

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Ojo con un consumo excesivo

Sí es cierto que se está demostrando que el consumo excesivo de este puede provocar malestar físico en general y se asocia con un peor desarrollo de enfermedades como la esclerosis múltiple, el alzheimer, la depresión o el autismo. También se relaciona con la predisposición a sufrir obesidad, ya que evita que te sacies, provocando que comas más de lo que tienes que comer.

Aunque el glutamato monosódico es un aditivo obtenido tras un proceso químico, también podemos encontrarlo en algunos alimentos de forma natural, como pueden ser tomate, setas o guisantes. Por esto, son alimentos que se suelen utilizar en la elaboración de platos, ya sea como guarnición acompañando a carnes o directamente como ingrediente dentro de la receta.

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Evitar los alimentos procesados para reducir su consumo

Si no queremos comer este aditivo o reducir su consumo en la medida de lo posible, podemos conseguirlo principalmente dejando de comer alimentos procesados. Además de los que he mencionado anteriormente, podemos incluir también congelados, galletas, salsas, etc. Para poder saber si nuestro alimento en cuestión contiene glutamato monosódico, basta con mirar el etiquetado y buscar si aparece como E- 621 o en caso de que el alimento contenga gelatina, proteína texturizada o concentrado de proteína de soja, ya que es un compuesto que los forma.

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